XXII

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Dediqué todo el día del sábado a dormir. Si, estuve como veinte horas en total durmiendo, y no pude haber invertido mi tiempo de una mejor manera.

De modo que el domingo, cuando por fin me digné a coger mi móvil, vi noventa mensajes de texto sin leer y cuatro llamadas perdidas.

—Su puta madre... —murmuré, bajando el brillo a la pantalla de mi teléfono mientras me metía en cada chat.

Valeria me había escrito para quedar ella y yo a solas, como antes lo hacíamos, a ir a tomar un café a Hogsmade mientras que nos contábamos nuestras cosas. Me dio mucha pena que no la hubiera respondido en todo el día, así que le dije que sí a ese café y establecimos hora.

Por otro lado, Enzo también me escribió ayer para saber cómo había dormido y cuando podíamos hablar sobre lo que me pasó en la boda, preocupado por mí. En un audio de voz le explique que había dormido como veinte horas debido a toda la sobrecarga emocional y el estrés por el que pasé en una misma tarde. Pero que hoy mismo, después de las seis de la tarde, podíamos ir a dar una vuelta por Hogwarts y hablaríamos.

Después, el chat que tenía con Matheo era una locura. No solo eso, sino la mitad de las llamadas perdidas eran suyas: en sus mensajes, me preguntaba que si había vuelto a discutir con Theodore y que si estaba bien, que ante cualquier problema, le llamara. Eso me hizo sonreír un poco, pero recordar que Enzo era un bocazas me hizo rodar los ojos. A él también le mandé un audio explicándole la situación con la misma versión que le di a Berkshire, y por último, me metí en el último chat con mensajes sin leer.

Theo me había mandado tres mensajes a lo largo de tres días, uno en cada uno.

Viernes, 16/11

¿Por qué Matheo me acaba de
interrogar nada más entrar a
mi habitación?

Ayer

Te he dejado Alicia En El  País De
Las Maravillas en la estantería.
Te aviso porque una marmota tiene el sueño más ligero que tú.

Hoy

Hoy tengo pensado hablar con mis
amigos. Si no sigues hibernando,
ve yendo a por el diario.

Cuando terminé de leer los tres mensajes, estaba resoplando de la frustración porque ya tenía el día súper ocupado como para ir ahora al Bosque Prohibido a desenterrar un puto cuaderno.

Sin ningún tipo de vergüenza, le respondí:

Hoy no me viene bien. Mejor
cuéntaselo mañana, porfa.

Si había algo que no podía negar que me encantaba de Theodore Nott, es que jamás se hacía el interesante y tardaba en contestar a propósito. Por eso, su respuesta me llegó en menos de un minuto, y no me pude reír más cuando leí su sarcasmo:

Valeee.

No te rayes, si tampoco es tan
importante que sepan que moriré
si no me hago mortífago.

Así que no tengas prisa, vita mia,
cuando te venga bien, me dicess.
🫶🫶🫶

Smoke Curtains {Theodore Nott}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora