—¡Ojalá te hubiera terminado de matar, hijo de puta! —Debido a las altas horas de la madrugada, no podía gritar como tal, pero fue uno de esos susurros altos y agresivos.
Entré detrás de él en su dormitorio, agarrándome de mi costado ensangrentado y malherido, intentando parar la hemorragia. Quise gritarle más y más groserías, pero comencé a toser sangre y a ver tdo volviéndose negro. Me apoyé en la puerta de detrás de mí, intentando recuperar el aliento.
Enzo y Matheo estaban en la habitación, esperando a que llegáramos y Riddle ayudó a Theo mientras que Berkshire se acercaba a mí.
Sacó su varita, y supe lo que venía ahora. Negué con la cabeza, sabiendo lo que me iba a doler, pero Enzo decidió ignorar mi expresión de incomodidad y comenzó a recetar la maldición. Respire profundamente al sentir miles de agujas clavandose en la carne viva de mis laceraciones, y miré a Theodore, que estaba pasando por lo mismo.
Le odiaba tantísimo, que de sólo mirarle, mi corazón latía desbocado, preparado para decirle al cerebro que segregara la suficiente adrenalina como para matarlo con mis propias manos. Latía tanto como en un instinto de supervivencia.
Miré a Enzo, pues Matheo me estaba dando la espalda y si no fuera por la siguiente ola de sufrimiento que me hizo caer al suelo por toda la intensidad de dolor que estaba sintiendo, hubiese intentado hablar con alguno de los dos para saber si Theo habia cumplido su promesa.
Berkshire volvió enseguida con sus pociones extrañas para limpiar la herida y acelerar el curado. Se arrodilló a mí lado y me dijo, mirándome a los ojos:
—A la de tres, ¿vale?
Yo asentí con la cabeza, sabiendo que ahora venía lo peor. Sin embargo, Berkshire solo estaba en el numero dos cuando me tiró el líquido regenerativo sobre las piernas y el costado.
Juro que pude ver las estrellas y de hecho, casi pierdo la consciencia.
—Enzo, la poción. —dijo Matheo, estirando su brazo para que se la lanzase.
No sé qué vino después ya que lo veia todo borroso, pero escuchar los ruidos de sufrimiento de Nott alivio un poco el mío, sintiéndome feliz de verle doblarse en su cama, retorciéndose e intentando respirar con normalidad.
Cerré los ojos, inhalado rápidamente, pero ahora más estable, por fin sintiéndome más en calma. Enzo me acariciaba el brazo sabiendo lo mal que lo estaba pasando en esos momentos, y con un mareo de la ostia, le dije, descansando mi cabeza en la puerta:
—Theo ya ha hablado contigo, ¿verdad? Solo para asegurarme...
Enzo frunció el ceño y torció un poco la cabeza.
—¿Qué?
—Tranquilo, me lo puedes decir. Yo ya sé todo lo del juramento y eso.
Haciendo mi mejor esfuerzo por no pensar que Nott había tenido la osadía de entrar a mi cuarto a las dos de la mañana y sacarme a la fuerza, arrastrarme por los pasillos de Hogwarts y conseguir que casi nos mataran unas criaturas que dejamos de investigar por lo peligrosas que eran, para que encima no hubiera cumplido su parte.
Porque si eso era así, no podría volver a mirarme al espejo después de asesinarle.
Pero cuando vi que la expresión en el rostro de Berkshire se mantenía igual de confundida que antes, mis dientes rechinaron y apreté mis manos en puños, clavandome las uñas en mis palmas.
—En serio, Lia, no sé de qué hablas...
Miré a Matheo, quien también estaba escuchando la conversación, pues quizá había hablado primero con los que mejor mejor iban a reaccionar, o algo así. Y al ver qué él también negaba con la cabeza, deje de ser persona.
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Smoke Curtains {Theodore Nott}
FanficADVERTENCIA: Uso de drogas, asesinatos, lenguaje obsceno y grosero, escenas de sexo +18, amenazas de muerte, violencia y sadismo, toxicidad y posesividad dentro de una pareja; no imitar. Un slow-burn con Theodore Nott, a través de un enemies to love...