—Espera, Ámber. —Dijo, poniéndose a mi altura para ayudarme a subir.
—Joder, ¿tanto quieres el diario?
Eso le sacó una pequeña sonrisa. Bueno, no sé si fue eso, o ver cómo me tropezaba y me daba en la mejilla con la pared.
Sea como fuere, el italiano me pasó un brazo por los hombros y me estabilizó un poco para ayudarme a caminar, tocándome lo mínimo posible.
—Aunque no lo creas, me preocupa que le hagas daño a las paredes o a las escaleras.
Su comentario me hizo aplaudir las manos y reírme, muy sarcasticamente, y por ende. Volver a resbalarme. Theodore fue muy rápido y me atrapó al vuelo; dejó de un lado nuestra enemistad y el brazo que tenía en mis hombros lo puso en mi cintura, lo cual me puso bastante nerviosa, y me hizo soltar lo primero que se me vino a la cabeza.
—Habla en italiano.
—¿Cómo? —Dijo, tal y como se acabara de oír la cosa más absurda del mundo.
—Quiero oirte hablar en italiano.
—¿Para qué?
—Joder, porque me sale del...
—Vale, vale —Me interrumpió antes de que terminara esa vulgaridad que jamás diría si no estuviera bajo los efectos de sustancias nocivas—. ¿Qué quieres que diga?
—Lo que uses para ligar. Me quiero reír un poco de ti.
Eso le hizo sacar otra risa, ésta un poco más sincera que la anterior, aunque seguía siendo ácida, y después de unos segundos me dijo, con un tono que seguro que derretía a muchas de sus fans:
—Non voglio che uno dei miei amici sia il tuo ragazzo. Per questo lascio che la gente pensi che siamo una coppia.
Vale, a ver. He de admitir que ahora se me hacía un poco más fácil entender a las mujeres de Hogwards, en concreto a Monique, que siempre había estado colada por él... Era bastante atractivo, lo reconozco. Además, esa mirada que siempre tenía, la de estar cansado, mezclado con su voz grave era aún más letal.
Por desgracia, el inglés no se parecía nada al italiano y no supe descifrar ni una palabra de lo que había dicho, así que le pregunté, sabiendo que me iba a tomar el pelo:
—¿Qué significa?
—Que hasta que no me devuelvas mi diario, voy a seguir alimentando los rumores.
Eso consiguió que le diera un inoportuno puñetazo en el estómago y un empujón. Pero el hecho de que sólo se riera un poco y ni se inmutara me cabreó aún más.
Al ver mi cara, con una sonrisa ladina, Theo añadió:
—Devi imparare a colpire, nana.
—¿Qué?
—Tienes que aprender a pegar a la gente.
—Pues te puedo usar de saco de boxeo, si quieres.
Él rodó los ojos, aunque sé que en el fondo le hizo gracia.
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Smoke Curtains {Theodore Nott}
FanficADVERTENCIA: Uso de drogas, asesinatos, lenguaje obsceno y grosero, escenas de sexo +18, amenazas de muerte, violencia y sadismo, toxicidad y posesividad dentro de una pareja; no imitar. Un slow-burn con Theodore Nott, a través de un enemies to love...