Mi cara perdió todo rastro de color cuando sus palabras atravesaron mi tímpano y llegaron a mi cerebro.
Mi primer impulso fue negarlo y hacerme la loca, pero bajo presión, yo era una patética mentirosa, era muy obvio que no estaba diciendo la verdad. Y como tardé tanto en responder, Val supo que tenía razón y me dedicó un guiño de ojo mientras que volvía al sofá.
Ella siempre iba dos pasos adelante. No tendría que haberla subestimado tanto.
—¿Cómo... Qué?
Ante mí confusión, ella se rió en una carcajada, y me dijo, disfrutando de mi reacción.
—Mira que eres guarra eh... ¿No te bastaba con uno y ahora ninguno de los dos te habla?
Mi pasmo es esfumó y fruncí mi ceño, rápidamente volviendo en mí. No podía dejar que... No sé, que lo supiera todo, pero ya era tarde, pero no lo demasiado como para intentar hacer algo, cualqueir cosa.
—¿Cómo lo has sabido? —Espeté, autoritaria.
—Me lo contó él.
Dentro de mí cerebro, las neuronas dejaron de conectarse entre sí, haciendo sinapsis, para procesar la información.
Era imposible. Matheo no era tan gilipollas como para exponer a su amigo así. A mí, claro que lo haría, ya me ha demostrado la mierda de persona que es. Pero traicionar de esta manera a Theo... No, eso no podía darse en este universo.
Valeria hizo una pausa, yendo a por otra galletita, como si lo que estaba contando no fuera la gran cosa. Como si pillar a su no tan amiga poniéndole los cuernos a uno de los chicos más populares de la escuela no fuera un arma letal contra mí.
—Antes de comenzar a hablar con Harry, intenté ligar con Matheo en una fiesta... Pero me rechazó, y cuando le pregunté por qué, me dijo que le gustabas tú.
Un escenario en el que Riddle confesó todo eso estando ebrio parecía tener mucho más sentido para mí.
Val se le insinuó y Matheo, que cuando se emborracha, no sabe sumar dos más dos, soltó lo primero que se le vino a la cabeza... Como una excusa, claro. Obviamente yo no le gustaba.
Pero de ahí a que dedujese que él y yo estabamos teniendo algo, había una gran diferencia. Entonces, Val me dijo que me vio entrando en el dormitorio de Theo, sin embargo, ella le acababa de ver a él y a Enzo dando una vuelta. Al día siguiente nos siguió y descubrió que sí, sí estábamos teniendo una "aventura"
—¿Quién lo sabe? —solté, furiosa.
Con esa información, aunque Theodore en realidad no fuera mi novio, podía hacer lo que quisiera conmigo. Desde chantajearme, hasta encargarse de que nadie más nunca me hablara.
—¿Por quién me tomas, Ámber? —dijo, muy ofendida.
"Por una manipuladora de cojones".
Si no se lo había contado a nadie, era porque sabía que era algo muy fuerte, y que tenía que esperar al momento ideal para soltar una bomba de relojería así.
Bueno, este día era inevitable que llegara. Nos habían pillado. Y ahora, sí que sí me veía en la obligación de hablar con los dos mejores amigos.
Con Theo debido a que nuestra farsa, aunque probablemente estuviera a punto de acabar, podía acabar muy mal ahora que Val sabía lo de Matheo: yo me convertiría en una zorra infiel y él en un cornudo con un amigo que le tomaba el pelo.
Por otro lado, Riddle también tenía que saber esto. Y yo quería respuestas; ¿no era más fácil decirla que no estaba interesado en ella en lugar de mencionarme a mí?
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Smoke Curtains {Theodore Nott}
FanfictionADVERTENCIA: Uso de drogas, asesinatos, lenguaje obsceno y grosero, escenas de sexo +18, amenazas de muerte, violencia y sadismo, toxicidad y posesividad dentro de una pareja; no imitar. Un slow-burn con Theodore Nott, a través de un enemies to love...