ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 3

Escuchar su nombre le hizo respirar aliviado, hasta ese instante no se había dado cuenta de que había dejado de respirar por lo nervioso que estaba, no reaccionó hasta que Bulma... volvió a pronunciar su nombre...

Bulma: Vegeta?
Vegeta: sí, perdona Bulma, creo que hay mala cobertura aquí, no escuchaba bien tu voz (le contestó lo más disimuladamente que pudo), como has estado?
Bulma: muy bien y tú, tú trabajo salió bien?
Vegeta: sí gracias, muy bien
Bulma: me alegro mucho

Ambos estaban tan nerviosos que comenzaron a tener una conversación que no los llevaba a ninguna parte, hasta que Vegeta se armó de valor y...

Vegeta: Bulma... me gustaría que pudiéramos vernos y seguir hablando frente a frente, te apetecería... cenar conmigo hoy? (Su voz al preguntar era una pizca temblorosa, aunque le dio la sensación de que ella no se había dado cuenta)
Bulma (sonrojada, aunque por suerte él no podía verla): sí

No fue capaz de decir nada más por lo que se quedó callada un instante al igual que él, ya que tardó unos segundos en volverle a hablar...

Vegeta: estupendo, dime tu dirección y te recojo en un par de horas
Bulma: me recogerás?, oh! vaya gracias, aunque no hace falta puedo ir a donde me digas
Vegeta: prefiero recogerte si no te importa, no quisiera que caminaras hasta allí, porque te voy a llevar a...

Cuando Bulma escuchó el nombre del restaurante casi se desmaya, era un lugar carísimo y con una lista de espera de meses, así que pensó que él debía de ser alguien o muy importante o con mucho dinero.

Vegeta: Bulma?, sigues ahí?, Bulma?
Bulma: sí, sí, es sólo que me has sorprendido, he oído hablar de ese sitio pero... es un sitio difícil de reservar
Vegeta: ah!, era eso, no te preocupes conozco al dueño, es amigo mío, así que no tengo problemas si quiero ir, entonces que me dices, me das tu dirección?
Bulma: uhmm... sí claro, anota...

Entonces Bulma le dio su dirección y en cuanto terminó la llamada fue corriendo a su armario, debía buscar algo muy elegante, ese era un sitio para ir de etiqueta, por lo que se dio cuenta de que su ropa no servía, así que fue a buscar a su madre.

Bulma: mamá, mamá!
Sra. Brief: sí hija, qué ocurre, porqué esa urgencia
Bulma: el chico que me envió las flores, te acuerdas?
Sra. Brief: sí claro, tiene un gusto exquisito
Bulma: pues mamá acaba de llamarme imitarme a cenar a... Blue Zafiro, vendrá en dos horas a recogerme
Sra. Brief (sorprendida): oh, cariño!, eso es estupendo vamos a mi armario seguro que encontramos un vestido adecuado, suerte que tenemos una talla parecida

Estuvieron ambas revolviendo el armario hasta que la Sra. Brief recordó que tenía uno algo más pequeño que no podía ponerse y que estaba en el fondo del armario, hasta ese momento todos le quedaban algo grandes y no había tiempo para ajustarlos, aunque no fuera mucho se notaba que eran grandes para ella.

Cuando Bulma vio el vestido abrazó a su madre, era perfecto le quedaba como un guante, así que mientras se daba una ducha su madre lo repasó un poco con la plancha ya que tenía algunas arrugas de llevar tanto tiempo arrinconado.

Mientras tanto Vegeta llegó a casa de sus padres, los saludó y fue a prepararse para su salida con Bulma, subió a su habitación a ducharse.

Estando en la ducha se dio cuenta al ir a echarse champú en sus manos que estas temblaban, realmente estaba nervioso, más nervioso de lo que pensaba.

Después salió de la ducha con la toalla alrededor de su cintura para dirigirse a su armario, no era capaz de decidirse por ninguno de sus trajes, aunque al final eligió uno en azul marino con chaleco el mismo tono, camisa blanca y una corbata de un tono de azul más claro para que resaltara, en cuanto la vio le recordó el cabello de Bulma.

Terminó de arreglarse y bajó las escaleras dirección a coger su coche de nuevo para ir a buscar a Bulma a su casa pero cuando se disponía a salir su madre lo detuvo.

Al verlo tan solo pudo fijarse en la sonrisa que iluminaba su cara, nunca le había visto sonreír de esa manera por lo que le había detenido para averiguar el porqué de su sonrisa y darle un tierno verso en la mejilla, cuando descubrió el porqué de la sonrisa de su niño además de desearle suerte le dijo... HIJO MÍO TÚ TE HAS ENAMORADO DE ESA CHICA, Y ESTOY SEGURA DE QUE SI ELLA NO LO ESTÁ DE TI... LO ESTARÁ EN CUANTO TE CONOZCA UN POCO MÁS.

Escuchar a su madre le hizo darse cuenta que realmente los sentimientos que hasta ese momento albergaba y no entendía... se volvieran cristalinos en su mente, en su corazón realmente era cierto, se había enamorado de ella tan solo al verla y más al hablar con ella en la cafetería, además ahora tan solo debía tener esperanza como le había dicho su madre de que Bulma sintiera lo mismo por él.

En esos pensamientos estaba cuando llegó a casa de Bulma, bajó del coche y se dispuso a tocar al timbre.

Sra. Brief (abriendo la puerta): hola!, tú debes de ser Vegeta
Vegeta: sí señora, vengo a buscar a Bulma
Sra. Brief: pasa, mi hija bajará enseguida
Vegeta: gracias

Pero cuando estaba por entrar a esperar a Bulma, esta comenzó a bajar por las escaleras haciendo que Vegeta quedara impactado.

Estaba tan hermosa, llevaba un vestido rojo que se ceñía a su cintura con mangas algo abullonadas y falda recta hasta las rodillas, además de una pequeña abertura por encima de su rodilla derecha.

También llevaba su pelo suelto aunque recogido levemente en su lateral izquierdo por un pequeño tocado en forma de flor también en rojo, cuando llegó a la altura de Vegeta éste no podía articular palabra, tan solo le ofreció su mano para que ella la cogiera y en cuanto lo hizo se la besó, para después al lanzar su cabeza sus miradas se encontrarán haciendo a ambos ruborizarse sin remedio.

En ese instante la Sra. Brief rompió el silencio existente entre ellos...

Sra. Brief: bueno Vegeta, espero que hagas que mi hija se divierta bastante
Vegeta: uhmm... sí, no se preocupe (contestó cuando fue consciente de que no estaban solos)
Bulma: no te preocupes mamá, no volveré demasiado tarde, verdad Vegeta (afirmó mientras le daba un beso en la mejilla a su madre, a lo que Vegeta simplemente asintió)

En el recorrido hasta el restaurante, Vegeta apenas pudo articular alguna palabra más después de decirle a Bulma lo hermosa que estaba, algo que la hizo rubolizar no sin antes también ella alabarlo a él.

Al llegar al restaurante, Vegeta bajó del coche dándole las llaves al aparcacoches y girando sobre el vehículo se acercó a la puerta de Bulma para abrirsela y ofrecerle su mano.

Una vez dentro se acercó a ellos el metre...

Metre: bienvenido prin... (callando en cuanto se percató de la mirada de Vegeta), bienvenido señor Ozaru, su mesa está preparada en el reservado, síganme

Estaba tan anonadada observando el lugar que no se percató en lo que el metre dijo, tan solo se cogió del brazo de Vegeta y caminó junto a él hasta llegar al reservado.

Era un lugar apartado dentro del propio restaurante, con unos grandes ventanales que dejaban entrar la luz de la luna y las estrellas, ya que la luz del salón en la que estaban era tenue para darles más privacidad.

Vegeta (retirando la silla para ofrecerle el asiento a Bulma): espero que estés cómoda aquí, pensé que así podríamos conversar más tranquilos
Bulma: Vegeta... es un lugar precioso, mejor de lo que me imaginaba por lo que había leído

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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