ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 18

Finalmente salieron de la habitación, ambos sabían que el rey Tarble podría estar enojado por no haber salido a desayunar con él, pero... no habían podido evitar... amarse de nuevo y por esa razón ya era la hora de comer, Vegeta acompañó a Bulma a su habitación para que se pusiera algo de ropa, ya que la que llevaba era suya después de haberse duchado en su habitación, aunque realmente no tardaron mucho en llegar a ella, Bulma estaba alojada en la única habitación del piso superior y para llegar allí tan solo debían recorrer el pasillo por donde estaba la habitación de Vegeta e ir a las escaleras que había en el fondo y subirlas.

Pero cuando llegaron al salón se encontraron con la sorpresa... de que todos estaban ya desgustando una deliciosa comida y conversando sin esperarlos.

Aunque tampoco Vegeta esperaba ver allí a sus padres o... a su hermano, pero de lo que algo quedaron ambos sorprendidos fue con que... los señores Brief... estuvieran también allí.

Por lo visto habían llegado todos juntos, el rey no solo había hecho que su hijo viajara con su esposa y su nieto, sino que también los había invitado a pasar esos días en familia en las islas, asi que lo había dispuesto todo para que viajaran todos juntos y poder sorprenderlos a ambos, estaba tan seguro de que el amor triunfaría entre ellos, había visto en los ojos de Bulma cómo amaba a su nieto, pero también lo había visto en los ojos de él cuando relataba por qué tuvo su accidente, aunque en realidad... no esperaba verlos... en todo el día, por lo que se sorprendió al igual que los demás al verlos entrar, pero al verlos cogidos de la mano y sonrientes... Sadala no pudo más que levantarse de su asiento e ir a abrazar rápidamente a su hermano, estaba seguro de que ya estaba todo bien y que... no rechazaría ese abrazo de su hermano mayor.

Pero lo que consiguió fue que Vegeta es sonrojara aún más de lo que estaba, tanto él como Bulma se habían sonrojado nada más entrar al ver cómo los miraban todos, pero se dejó llevar y con la mano que tenía libre abrazó a su hermano y le dijo al oído...

Vegeta: siento haberte dado aquel puñetazo, pero... si vuelves a besar a Bulma...

Entonces Sadala comenzó a reír, el resto no entendía de que se reía pero aun así comenzaron a reírse, estaba más que claro que todo estaba bien así que los tres se reunieron en la mesa con los demás para compartir ese momento como lo que todos sentían que ya eran, una familia, porque después de ver los rostros de Vegeta y Bulma... no había dudas de que lo... eran.

La Navidad llegaría a pronto y toda la familia real se reuniría el completo después de varios años, pero para Vegeta esa sería una Navidad mágica y especial, les presentaría al resto de sus tíos y primos a la mujer de su vida, pero antes quería hacer algo importante.

Planeó algo especial la mañana antes de Navidad, sacó su moto del garaje comprobando que estuviera a punto ya que hacía un par de años que no la usaba, aunque sabía que el mecánico que se encargaba del coche de su abuelo la había mantenido a punto, así que una vez lista con una sorpresa dentro de las maletas que llevaba en los laterales se fue a buscar a Bulma.

Vegeta: Bulma, te apetece que demos una vuelta por la isla moto?
Bulma: me encantaría, mi amor
Vegeta (poniéndose sus guantes): entonces... vamos

Así qué en ese instante ambos se subieron a la moto y Vegeta puso rumbo a un lugar concreto donde pensaba mostrarle algo maravilloso, y mientras se dirigían hacia allí Bulma iba abrazada a su cuerpo admirando el paisaje por donde pasaban.

Tardaron más de una hora en llegar, debían atravesar primero la ciudad que había más próxima a donde vivia su abuelo y después dirigirse hacia las montañas del interior de la isla, allí se encontraba una cascada natural que desembocaba en un lago, un lugar apartado, escondido en la montaña al cual se llegaba por un acceso difícil de encontrar sino eras un lugareño.

Pero antes de llegar, Vegeta paró su moto, unos 2 km antes, y le pidió a Bulma que se quitara el casco para poder taparle los ojos con un pañuelo rojo que sacó de su bolsillo.

En cuanto Bulma se puso el pañuelo alrededor de sus ojos, Vegeta la ayudó a ponerse el casco de nuevo, la ayudó a subirse de nuevo a la moto y puso rumbo al lugar donde quería ir mientras notaba como Bulma iba fuertemente agarrada a él, además de notar cómo había apoyado un poco la cabeza en su espalda, aunque notaba como no había dejado caer del todo su peso sobre ella, estaba seguro de que ella pensaba que el peso del casco sobre su espalda podría hacerle algo de daño.

Cuando llegaron, ayudó a Bulma a bajar, después le quitó el casco pero le pidió que no se quitara el pañuelo todavía, quería hacer algo más antes de demostrarle el lugar.

Bulma: está bien, pero quiero quitármelo pronto, estoy segura de que donde estamos es un lugar precioso, puedo escuchar el agua
Vegeta (estaba preparando junto al lago un picnic que había llevado): dame sólo un par de minutos y yo mismo te lo quitaré
Bulma: de acuerdo y que sepas... (ríe) que voy a contar los segundos en voz alta, uno, dos, tres...

Las palabras de Bulma lo hicieron reír en cuanto comenzó a contar, no esperaba que le dijera algo así por lo que se dio bastante prisa y cuando Bulma decía... ciento diez... la abrazó y comenzó a besarla mientras le quitaba el pañuelo.

Vegeta: ciento veinte, te amo
Bulma: te amo

Entonces Vegeta se apartó de delante de ella para que pudiera admirar el lugar, viera como discurría el agua cayendo desde lo alto de la montaña al lago, viera la vegetación que se contraba su alrededor, creando en incluso un manto de flores de distintos colores alrededor de casi todo él y viera por último el picnic que Vegeta había colocado sobre un inmensa colcha.

Bulma: oh! Vegeta, mi amor, es un lugar precioso, visité la isla mientras te esperaba y no sabía que este lugar pudiera existir, nadie me dijo que fuera un lugar que visitar
Vegeta (rodeandola con sus brazos por detrás de ella y dándole un tierno beso en uno de sus hombros antes de contestar): porqué este lugar es demasiado hermoso para que los forasteros vengan, ningún lugareño le revelará este sitio a nadie de fuera, queremos conservarlo intacto, pero tú... no eres una extraña, eres la mujer a la que amo, por eso te atraído hasta aquí y...
Buma: y...?
Vegeta: y... te apetece darte un baño conmigo?
Bulma (todo sonrojada pero sin darse la vuelta para verlo): uhmm... no traje bañador
Vegeta (al oído): yo... tampoco

Y en ese momento salió de detrás de ella y se encaminó hacia el lago dejando caer una a una cada prenda de ropa que llevaba hasta quedar totalmente desnudo de espaldas a ella y metiéndose después en el agua pero no dándose la vuelta para verla, estaba seguro que aún después de la pasión que habían desatado podría sentirse algo incómoda si él la miraba como andaba hacia él desnudándose, por eso permaneció así hasta que notó el abrazo de ella por su espalda.

En cuanto notó ese abrazo se giró para ponerse frente a ella y comenzar ambos a besarse mientras Vegeta caminó un poco más con ella entre sus brazos hasta quedar mucho más cubiertos por el agua, aunque quedó sorprendido cuando Bulma se escurrió de entre sus brazos para alejarse nadando después de decirle...

Bulma: a ver si me atrapas (riendo y tirándole agua a la cara para así poder coger ventaja)

Después de darle la risa a él también, Vegeta nado en dirección a donde claramente iba a ella, a la cascada pero dejando que ella llegara primero, él podía atraparla e incluso llegar antes que ella pero era más divertido hacerla creer que había sido más rápida.

Cuando Bulma llegó bajo de la cascada se detuvo a esperar a Vegeta, pero cuando se giró para verlo llegar no lo vio, algo que por un segundo la puso nerviosa, él era un gran nadador, eso lo sabía, ya habían nadado juntos, así que no podía haberle pasado nada en el lago, pero ese pensamiento pasó como un rayo en un segundo, el mismo que tardó en disiparse cuando apareció por debajo de ella alzándola del agua sentada sobre sus hombros.

Bulma: Vegeta!, no me asustes así
Vegeta: perdona mi amor, pero me pareció divertido
Bulma: bájame por favor

Y en cuanto dijo eso la lanzó al agua para atraparla de nuevo entre sus brazos, comenzar a besarla, a acariciarla, recibiendo la misma respuesta, su pasión volvía a desatarse dentro de esas aguas cristalinas, aunque donde determinó totalmente desatada fue sobre la colcha que Vegeta había colocado cuando salió con ella cargada al estilo nupcial.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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