ESTRELLA DE ROCK

Capítulo 17

Vegeta (sorprendido y con la mano sobre la mejilla en la que había recibido eso tremenda bofetada): Bul... ma...

Pero antes de que ella dijera nada, el rey Tarble se marchó dejando los solos por otra puerta que había en el salón detrás de él, era una puerta quedaba directamente al jardín.

Vegeta (volvió a repetir antes de que ella hablara): Bulma...?
Bulma: cómo pudiste hacer me eso...
Vegeta (sorprendidose más): yo?, el qué!
Bulma: preocuparme de esa forma, tenía miedo de que no despertaras (y mientras le decía eso habían comenzado a caer unas lágrimas de sus ojos pero... también había alzado su mano, dándole una segunda bofetada a Vegeta, aunque esta vez no tan fuerte)
Vegeta: y está porqué es?
Bulma: por no decirme la verdad

Antes de que ella pudiera decir nada o hacer nada más... Vegeta se abrazó a ella, comenzando a llorar sobre su hombro mientras le decía...

Vegeta: tienes toda la razón, merezco cada uno de tus bofetadas, me he dado cuenta de que fui injusto contigo, fui injusto en mi casa, fui injusto en el hospital, pero sobretodo fui injusto al no dejarte decirme nada de lo que he leído en la carta que le dejaste a mi madre para mi, tienes toda la razón debí contártelo y sin embargo no lo hice, te vi besándolo y mis recuerdos volvieron como si me atravesaran el cerebro y el corazón a la vez, tan solo podía ver esa imagen en mi mente y el corazón me dolía de una forma insoportable, lo siento, lo siento mucho, tu eres la que debe perdonarme a mi y no al revés, todo lo que ha pasado es culpa mía y eso que lo que intentaba evitar era justamente lo que pasó, mi mayor miedo ocurrió, ver a la mujer que me importa, la que amo, la que por mi corazón no sabe ya latir sin ella... rodear a mi hermano con sus brazos y besarlo, perdóname mi amor, perdóname, he sido el mayor de los estúpidos por no contártelo pero sobretodo por echarte de mi vida de esa manera, fui injusto, yo no quería verte por mi propia estupidez aunque no me diera cuenta en ese instante, pero sin embargo tú estabas allí demostrando cuánto me amabas ante mi y ante mis padres, por favor Bulma perdona a este imbécil que te ama y no es capaz de vivir sin ti...

Ella había estado escuchando todo lo que le decía mientras seguía derramando sus lágrimas, a la mitad de lo que le decía lo había abrazado y hundido su cara contra el hombro de él, le reconfortaba volver a tenerlo entre sus brazos aunque deseaba no haber tenido nunca que pasar por lo que estaba ocurriendo, llorar ambos... por algo que se podía haber evitado.

Seguía callada, no era capaz de pronunciar las palabras que quería decirle, era incapaz, el llanto ahogaba las palabras cuando comenzaban a intentar salir de su boca, pero Vegeta al ver que no obtenía respuesta también se ahogaba, tanto que sus piernas ya no podían ni sostenerlo, haciendo que comenzara a dejarse caer de rodillas, resbalando del abrazo de ella para quedar finalmente de rodillas frente a ella, con su cara hundida en el vientre de ella y rodeando con sus brazos las piernas algo más arriba de sus rodillas mientras volvía a decirle...

Vegeta: perdóname, perdóname, te amo...

En ese momento por fin Bulma pudo controlar el llanto, coger con sus manos la cabeza de Vegeta y levantarsela para que pudiera verla cuando le dijera...

Bulma: te perdono mi amor, yo... también te amo

Provocando que Vegeta entonces se levantara rápidamente y se lanzara a volver a besar esos labios dulces qué hacía tanto que no besaba y recibiendo respuesta de los labios de ella igual de demandantes que los suyos, sentía que por fin estaba en casa, que esos labios, esos brazos que lo rodeaban... eran su hogar y no estaba dispuesto a perderlos de nuevo, lo había decidido antes de encontrarla allí, jamás volvería a ocultarle algo, jamás permitiría que nada ni nadie lo separara, nadie.