ESTRELLA DE ROCK

Capítulo 45

Faltaban tan solo unas horas para el momento que ambos llevaban esperando tanto tiempo, desde que se comprometieron en aquella cueva que albergaba un precioso lago antes de comenzar la última gira de Príncipe Saiyan que los mantuvo separados por momentos pero que también fortaleció lo que sentían el uno por el otro, ellos habían decidido vivir sus sueños juntos, apoyándose el uno al otro durante el resto de sus vidas.

Esa mañana se despertaron temprano, aunque la noche anterior les había costado dormir, los nervios eran palpables, aunque el despertar fue dulce en brazos del otro.

Sadala (la tenía abrazada a él, su cabeza reposaba sobre su pecho desnudo, ambos se habían quedado dormidos así bajo las sábanas después de no poder evitar ser por última vez el uno del otro antes de convertirse en esposos): te amo Lita, en unas horas voy a estar esperándote frente al altar no... lo dudes, te amo (y levantó la barbilla de ella con su mano mientras le decía lo último mirándola a los ojos para besarla dulcemente después)
Lita (abrazándose más a él mientras la besaba, para después al terminar contestarle): te amo Sadala, en unas horas seré tu esposa, te lo prometo, te amo y sé perfectamente que estarás allí cuando yo llegue

Comenzaron un nuevo beso que empezó a intensificarse pero que fue interrumpido por unos golpes en su puerta y donde las voces de la señora Wide y la princesa de Ozaru llamaban a sus hijos, pero sobretodo a Lita para comenzar con la preparación de la novia para la boda.

Trataron de no hacer caso a las voces para continuar con lo que hacían pero no pudieron, ya que al tardar en contestar de pronto se escuchó cómo insistían tratando de abrir la puerta, que por suerte estaba cerrada, aunque afortunadamente escucharon como Bulma les decía que no se preocuparan, que quizás se habían dormido.

Bulma: tranquilas, deben de haberse dormido, voy a tratar de despertarlos y me llevaré a Lita
Princesa Echalote: está bien Bulma, la señora Wide y yo os esperamos en la habitación con la estilista, llegó hace diez minutos
Bulma: enseguida estaremos allí

Entonces ambas mujeres se marcharon en dirección a la única habitación que había en el piso superior subiendo por las escaleras del final del pasillo, la misma donde ella se había preparado para la boda con Vegeta y en cuanto las vio desaparecer por ella...

Bulma: Sadala, Lita, lo siento, pero lo que estáis haciendo... deberá esperar, por favor Lita, no tardes mucho, Sadala... Vegeta llegará en cinco minutos para estar contigo y vestiros los dos juntos

Ambos se sonrojaron al escuchar la voz de Bulma decirles aquellas palabras, pero después de unos segundos en los que la primera reacción fue pensar en cómo Bulma podía adivinar que era lo que hacían y por lo que no contestaban, se miraron y se rieron bajito al darse cuenta de que ella ya debió pasar por eso cuando se casó con Vegeta y sus madres aparecieron para que ella se preparara.

No querían separarse, pero sabían que era necesario, aún así volvieron a besarse apasionadamente antes de hacerlo una vez que Lita se vistió para marcharse con Bulma.

Cuando Lita salió Bulma la esperaba ya con Vegeta a su lado que le sonrió, la saludo e incluso la abrazó antes de entrar a ver a su hermano y ellas marcharse para... el gran día...

Al entrar en la habitación, Vegeta se encontró a un Sadala que daba vueltas de un lado para otro por toda la habitación, exactamente igual que estaba él el día de su boda con Bulma, así que se acercó a su hermano quién ese instante tan solo llevaba los pantalones de su pijama y puso ambas manos sobre sus hombros, haciendo que parara y le mirara fijamente a los ojos...

Vegeta: hermano, tranquilo, recuerda que todo esto es sólo un trámite, Lita y tú os sentís igual que Bulma y yo el día de nuestra boda, recuerdas...?, fuiste tú quien vino a calmarme a mí (al decirle la última palabra le sonrió haciendo que Sadala le sonriera y ambos comenzaron a reírse juntos después)
Sadala: sí hermano, y recuerdo también que te distraje preguntándote cosas sobre Lita
Vegeta: exacto y... ya ves, aquí estamos, de aquel día salió este otro (haciendo que esas palabras los llevaran a reírse aún con más fuerza)