ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 53

La luna de miel había terminado y como Sadala le había prometido a Lita llegaron con una semana de margen para el inicio de sus clases, aunque después de descansar unos días en el apartamento que compartían cerca de la universidad desde que Sadala se trasladó allí para estar cerca de ella y poco después ella se fuera a vivir con él, decidieron ir a visitar a Vegeta y Bulma para contarles cómo habían disfrutado del viaje pero sobretodo para ver de primera mano cómo se encontraba Bulma y... el bebé del que aún no sabía el sexo.

Habían quedado para cenar esa noche en la casa que Vegeta le había regalado a Bulma en la playa donde le dio su primer beso, pero antes de eso Sadala y Lita habían ido a visitar a los padres de ambos, mientras que Vegeta y Bulma... habían tenido una nueva revisión.

Bulma: mi amor, ojalá el médico nos diga hoy si será niño o niña, ya tengo unas ganas inmensas de saberlo
Vegeta (acercándose a Bulma con una bandeja de desayuno para desayunar juntos en la cama): si quieres saber la verdad, me da igual si es niño o niña, tan solo quiero que se parezca a su hermosa madre (la última palabra la dijo ya con sus labios casi pegados a los de Bulma antes de besarla con pasión)

El beso fue tan intenso que Bulma se aferró a él por el cuello y lo atrajo hacia ella, cayendo de espaldas sobre la cama con él encima, aunque Vegeta no dejó su peso sobre ella, desde que sabían que serían padres tenían cuidado cuando no podían evitar las ganas de ser el uno del otro, por lo que Vegeta solía siempre hacer que Bulma rodara y quedará sobre él o ambos de lado uno frente al otro.

Cuando Vegeta se movió para no dejarse caer sobre ella, lo que cayó fue la bandeja originando un gran estruendo que los hizo detenerse tan solo un instante para mirarse a los ojos, primero con incredulidad pero luego comenzar a reírse carcajadas hasta que Bulma volvió a atraer a su esposo hacia ella para besarlo de nuevo y esta vez sí dejarse llevar por la pasión, ya que desde que las náuseas matutinas habían desaparecido no era capaz de dejar pasar la oportunidad de tenerlo así por las mañanas ya fuera en la cama o en sus duchas, esas que tanto le gustaban a su esposo, el cuál acabó levantándose y llevándola en brazos a la ducha para seguir allí ese juego de seducción que tanto les gustaba y les hacía estremecer una y otra vez.

Después de esa ducha juntos, Vegeta preparó un nuevo desayuno pero esta vez en la cocina mientras Bulma terminaba de vestirse, ya que en una hora debían estar en el hospital de su padre para la cita con el ginecólogo.

Vegeta (al ver a Bulma entrar en la cocina): estás tan hermosa mi amor...
Bulma (acercándose y dándole un dulce beso en los labios): tú también estás muy guapo, te amo
Vegeta: te amo, pero... jamás me veré tan bien como tú

Las palabras de Vegeta aún después de tanto tiempo seguían haciéndola ruborizar, pero en el fondo sabía que él tenía razón, ella misma se veía mucho más hermosa desde que sabía que llevaba el fruto de su amor en su vientre.

Llegaron a la consulta a la hora indicada y la enfermera ayudó a Bulma a colocarse sobre la camilla para que el médico le realizara una nueva ecografía.

Doctor (mientras realizaba la ecografía): veamos, todo va perfectamente, como pueden escuchar... ese es el latido de su hijo

En ese instante Bulma y Vegeta se miraron a los ojos mientras Vegeta agarraba una de las manos de su esposa con ambas manos.

Vegeta (aún mirando a Bulma): ha dicho... hijo..., doctor?
Doctor: sí señor Ozaru, tendrán un precioso niño
Bulma (mirando a Vegeta con lágrimas en sus ojos tratando de no salir): has escuchado eso... mi amor..., un niño, tendremos un niño, soy tan feliz, te amo
Vegeta (sonrojándose ya qué Bulma le había dicho que lo amaba delante del doctor): sí mi amor, aunque tú sabes que a mí me daba igual, sólo quiero que se parezca a ti, te... amo (dándole un dulce beso aunque algo corto)

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