ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 48

Una vez listos se despidieron de todos sus familiares con un efusivo abrazo y pusieron rumbo al puerto, al igual que cuando Vegeta y Bulma se casaron, el rey Tarble había dispuesto todo para que pasaran al menos la primera semana de su luna de miel en su isla privada, así que una vez allí Sadala subió las maletas a la lancha y ayudó a su esposa a subir en ella.

Lita: gracias mi amor, estoy segura de que me va a encantar la isla del abuelo
Sadala: estoy seguro de que te encantaría, pero no vamos a ir allí
Lita (sorprendiéndose): no!?, entonces... a dónde me llevas
Sadala: es una sorpresa (contestó sonriéndole primero y dándole un dulce beso en los labios después)

Una vez ambos en la lancha, Sadala en realidad puso rumbo a otra de las islas, a la isla donde le había pedido matrimonio, sin que ella lo supiera pero con el permiso de su abuelo, había mandado construir una pequeña cabaña en el límite entre la vegetación que llevaba a la cueva y la playa, por que aunque la isla del abuelo era perfecta para comenzar una luna de miel, realmente no quería hacerlo en el mismo lugar que su hermano, eran gemelos sí, pero no tenían por qué hacerlo todo igual y la prueba era precisamente la profesión de cada uno de ellos, cantante y fotoperiodista.

Cuando Lita se dio cuenta al llegar en dónde estaban, ya que con la oscuridad de la noche no había podido ver bien hacía dónde se dirigían, se agarró al cuello de Sadala para besarlo apasionadamente una vez detenida la lancha.

Sadala (una vez terminado el beso): uhmm... estaría besándote indefinidamente, aunque no pensé que me fueras a besar así cuando llegáramos a este lugar
Lita: quieres saber la verdad?
Sadala (sorprendido): la verdad?
Lita (asistintiendo): cuando dijiste que no iríamos a la isla del abuelo me confirmaste una sensación que tenía desde antes de la boda
Sadala: desde antes?, y cuál era?
Lita: que nuestra luna de miel comenzaría en un lugar importante y...
Sadala: y?
Lita: y que terminaría igual, así que viendo que he tenido razón en lo primero... empiezo a creer que igual también en lo segundo, aunque... realmente no sé donde será el resto o si la pasaremos entera aquí...
Sadala (contestándole mientras la cargaba al estilo nupcial para llevarla así a la cabaña estando él ya fuera de la lancha y ella aún en ella): te diré tan solo que pasaremos aquí tan solo una semana, el resto de las casi tres semanas que quedarán después... es una sorpresa que... ni mi hermano sabe, no quería que por error te dijera el lugar o quizás como venganza porque... a mí si se me escapó la suya, recuerdas?
Lita (riéndose): sí, pero además Bulma ya lo sabía

Entonces ambos comenzaron a reírse, aquel día había sido justamente en el que Sadala le había dicho que viviría cerca del campus para poder estar con ella hasta que la gira comenzará.

Mientras se reían Sadala comenzó su camino hacia la cabaña con ella entre sus brazos y dejando las maletas en la lancha, en ese instante no eran su prioridad, ya iría más tarde a por ellas, su única prioridad era su esposa, porque por fin lo era de verdad y para siempre, aunque la sensación de que ya lo era la llevaba sintiendo desde que la besó y no lo rechazó, o al menos él sí se sentía así al hacerlo, que era absolutamente de ella para... siempre.

Al llegar entró con ella, atravesó el pequeño salón que llevaba a la única habitación que había y la ayudó a ponerse en pie mientras la bajaba con delicadeza, quedándose uno frente al otro mirándose directamente a los ojos, perdiéndose en los del otro, ambos tan brillantes que hubieran podido iluminar la habitación ellos solos.

Después de ese instante breve pero intenso, ambos se abrazaron de nuevo comenzando ese beso lento, suave y dulce que los haría derretirse por dentro, mientras sus manos comenzaban a deslizarse por la ropa del otro quitándosela hasta quedar desnudos a la vez que el beso comenzaba a ser más demandante y pasional, momento en que ambos se dejaron caer sobre la cama, rodando uno sobre el otro por momentos, entrelazando sus cuerpos de tal forma que no sabías donde terminaba uno y comenzaba el otro, donde sus cabellos en bicolor y negro se entremezclaban en esa danza que los hacía estremecer una y otra vez al contacto de sus cuerpos hasta quedar exhaustos de pura felicidad prácticamente en el momento en que en el día despertaba y ellos... descansaban abrazados el uno al otro con esa felicidad reflejada en su rostro.

El primero en despertar fue a Sadala y después de mirar a Lita como dormía a su lado boca abajo, admirándola como si fuera la primera vez que la veía así y con su corazón palpitando con fuerza sabiendo que ella era todo lo que él había buscado aunque no lo supiera hasta que ella apareció como la calma después de una tormenta, haciendo que sus prioridades cambiaran y no sólo la música fuera su vida, el motor de su vida, ya queda de ahora su corazón latía con dos motores y... sin el de ella... sabía que ya no podía podría vivir, por lo que lentamente se levantó haciendo el mínimo ruido, poniéndose sobre su cuerpo simplemente lo primero que encontró en el baño, una toalla que anudó a su cintura y salió de la cabaña en busca de las maletas para que cuando su amada esposa despertara pudieran tomarse un baño y ponerse ropa limpia.

Aunque cuando estuvo de regreso, la encontró en el umbral de la puerta esperándolo de la misma forma que iba a él, con una toalla enrollada en su cuerpo.

Sadala: mi amor... te desperté?, quería traer nuestras cosas antes de que... (no terminó de hablar, ya que Lita dejó caer su toalla, se dio la vuelta y se encaminó hacia el baño)

Al ver a Lita de esa forma, claramente invitándole a darse ese baño que él ya había soñado antes de que fuera ella quien lo propusiera... dejó las maletas en la entrada y cerró una puerta con una de sus piernas mientras hacía lo mismo que Lita había hecho, deslizar esa toalla que llevaba anudada en su cintura.

El baño fue igual de intenso que la noche anterior, era su luna de miel y estaban relajados, ninguno estaba estresado por estudios o trabajo, así que cada instante era mejor incluso de lo que habían imaginado que sería.

Después del baño, desayunar y deshacer las maletas, pasearon un poco por la playa aunque sin saber cómo acabaron frente a la cueva donde ese lago guardaba el secreto de lo que había pasado entre ellos el día que estuvieron allí por primera vez...

Sadala (abrazándola y mirándola a los ojos): te amo, te apetece entrar a darnos un baño señora... de Ozaru
Lita (abrazándose más a él y contestándole antes de fundirse en un apasionado beso): por supuesto señor... Ozaru

Entonces la alzó para que se agarrara a él con sus brazos rodeando su cuello y sus piernas su cintura para así entrar con ella en la cueva después del beso que Lita le había arrebatado sus labios.

Los días fueron pasando en absoluta tranquilidad y relajación entre paseos por la playa o el bosque, baños en la playa y el lago de la cueva, pero sobretodo en esos momentos de pasión en los que se fundían sintiendo una plenitud absoluta y en uno de esos momentos... en los que estaban acostados sobre la cama, abrazados, reposando la cabeza de Lita en el pecho desnudo de Sadala mientras rodeaba su cintura con uno de sus brazos y él le acariciaba la espalda con uno de los suyos...

Lita: mi amor...
Sadala (dándole un dulce beso en el pelo): sí, dime amor mío
Lita: crees... que podrías decirme... dónde pasaremos el resto de la luna de miel?
Sadala: te amo pero... no ya te dije que era una sorpresa
Lita (incorporándose un poco para mirarlo a los ojos y hacer que la mirara él igual a ella): por favor... aunque sea... una pista...

Entonces Sadala en cuanto contempló los ojos de Lita suplicandole esa respuesta sobre su luna de miel, su corazón no pudo resistirse, se perdió en su mirada, en la profundidad de sus ojos chocolate y todo él cedió a súplica al no sólo rendirse su corazón sino también la razón de su mente.

Sadala: te diré tan solo el continente al que iremos, el continente europeo...

Y mientras los recién casados disfrutaban de la primera parte de su luna miel, otros iban a una nueva revisión par ver como continuaba su embarazo e incluso tenían la esperanza de que les dijeran el sexo de su bebé...

Vegeta (preguntando mientras le realizaban una ecografía a Bulma): y bien doctor, va todo bien con nuestro bebé?
Doctor: sí señor Ozaru, su esposa y el bebé están perfectamente
Bulma (sonriendo al escuchar las doctor mientras ponía una de sus manos sobre su vientre y la otra cogida a una de las Vegeta): doctor, nos puede decir ya que será...
Doctor: lamentablemente aún es pronto señora Ozaru, en la semana que se encuentra no se puede ver pero en aproximadamente otro mes lo sabremos, así que nos vemos en un mes

Cuando el doctor los dejó a solas, Vegeta se acercó a Bulma aún estando recostada sobre la camilla para besarla, abrazándose ella a su cuello para poder corresponderle de la misma manera.

Pronto conocerian el sexo de su bebé, unos meses después lo tendrían entre sus brazos pero antes... los recién casados disfrutarian del resto de su luna de miel...

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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