ESTRELLA DE ROCK

Capítulo 16

Los días pasaron, el rey Tarble y el príncipe Vegeta partirian esa misma tarde para Las Islas Saiyan, la princesa Echalote había preparado las maletas personalmente de su hijo, no quería que olvidara... nada.

Durante esos días Bulma respetó la petición Vegeta de no querer verla, de no querer saber nada de ella, trató de darle su espacio para ver si así recapacita y la llamaba para hablar de lo sucedido al menos, pero también lo hizo por lo que el rey Tarble le había dicho.

Faltaba tan solo una semana para Navidad y aunque Vegeta tenía medio organizado ya como celebraría con Bulma ese día, pero después de verla besar a su hermano Sadala dio marcha atrás, ya no le importaba nada y más tarde cuando sufrió el accidente... no pudo soportar tenerla cerca en ese instante, a su mente tan solo llegaba esa imagen de ambos por eso cuando su abuelo le ordenó irse con él no le importó demasiado cuando lo pensó detenidamente, quizás alejarse de ella lo suficiente... podría olvidarla, aunque no creía que su corazón pudiera volver a amar a alguien como la había amado a ella.

El viaje hasta Las Islas Saiyan fue largo, no habían vuelos directos aunque al menos pudieron llegar a Australia en avión, después debían ir en barco, eran dos días de viaje, los mismos que tardó su abuelo para ir a verlo.

Llegó agotado por lo que le pidió permiso a su abuelo para retirarse a su habitación a descansar.

Vegeta: abuelo me gustaría irme a descansar, el viaje me dejó agotado
Rey Tarble: de acuerdo, pero te quiero en el comedor para la cena, no quiero excusas
Vegeta: allí estaré, no te preocupes

Entonces Vegeta se dirigió a su habitación para recostarse un rato en su cama, aunque antes decidió deshacer las maletas, no sabía muy bien lo que su madre había metido en ellas, esperaba que al menos no hubiera olvidado los guantes que hacía tiempo ella le había regalado y que eran sus favoritos cuando salía en su moto por las islas.

Pero cuando abrió la maleta donde se encontraba su ordenador personal... se encontró algo que no esperaba, una nota de su madre que decía... LEELA O TE ARREPENTIRÁS TODA TU VIDA, y debajo de ella había una carta que ponía PARA VEGETA y por detrás... DE BULMA.

Dudo durante unos segundos si leerla o no, pero al final la cogió y se sentó a leerla bajo la ventana de la habitación.

"Hola Vegeta, mi amor.

Quizás en este instante, bueno estoy segura, de que no crees que tú seas mi amor, pero si lo eres y lo serás siempre, jamás he sentido algo así por nadie en toda mi vida.

Siento mucho lo que ha pasado pero nunca fue mi intención hacerte daño y hacerme daño a mi de paso.

Siento mucho haber pensado que cuando me dijiste que no eras él lo hacías para librarte de una posible fan, que en aquel momento no pensaste que te enamorarías de mí, que yo me enamoraría de ti, pero así es mi amor, me enamoré de ti y de nadie más, fui una estúpida y lo siento, pero cuando vi ese cartel tras de ti en tú último vídeo mi mente me jugó una mala pasada sacando conclusiones equivocadas, lo siento.

Mi mente juntó tú negativa a que te despidiera en el aeropuerto al marcharte, con tú negativa a que te recogiera a la vuelta y con el hecho de que coincidieran las ciudades desde donde me llamaras con las de la gira del grupo de tu hermano, algo que ni sabía, ni que era tu hermano ni de que se encontraba de gira por Estados Unidos, yo solo estaba centrada en ti, en mi amor por ti, en esperar cada día tú llamada.

Yo me enamoré de ti y de nadie más, me enamoré del hombre amable, cariñoso, que me escucha, que me hace reír, que se preocupe por mi.

Cuando mi mente creo esa fantasía en ella realmente yo sentí que era cierto, que no me habías dicho que erais la misma persona para que viera quien eras en realidad y no el personaje que se subía al escenario, que no te amara por la fama, oh!, mi amor y así es, yo te amo a ti y si fui al concierto fue pensando en darte una sorpresa a ti, a demostrarte que no me importaba que me lo hubieras ocultado, incluso creo que debí darme cuenta del error cuando lo besé, porqué no besais igual, en eso sois distintos, él no me hizo sentir de la misma forma que lo hicieron los tuyos, pero mi mente era tan feliz por descubrir tu secreto que se engañó a si misma y engañó a mi corazón en ese instante, tanto que me fui a casa pensando que era el mejor día de nuestras vidas porque ya no tendrías que ocultarte, pero cuando no apareciste por la cafetería del campus comencé a preocuparme, a pensar si te habría pasado algo.