ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 25

Y por fin llegó... el día en que se unirían en matrimonio el príncipe Vegeta de Ozaru y la señorita Bulma Brief en Las Islas Saiyan...

El día sería largo pero también emocionante y uno de los mejores días de sus vidas, llevaban esperando ese momento desde que Vegeta se arrodilló para pedirle matrimonio y Bulma aceptó sin dudar ni un solo instante.

La Sra. Brief y la Princesa de Ozaru se presentaron delante de la puerta de la habitación de sus hijos después de dejarlos desayunar en ella pero aún en una hora temprana, debían preparar a Bulma para la ceremonia, debía bañarse, peinarse, maquillarse, perfumarse y vestirse, todo antes de las cinco de la tarde que era la hora prevista en la que ella debía aparecer por el jardín camino del altar allí preparado del brazo de su padre.

A todo eso no sólo la ayudarían ambas mujeres sino también su amiga Lita, aunque se retrasó más de una hora en aparecer por la habitación donde Bulma se prepararía con su propio vestido tendido sobre su brazo, ya que se vestiria allí como la madre Bulma y la de Vegeta, aunque no se perdió nada, cuando llegó Bulma se habia duchado, puesto la lencería que llevaría bajo una bata de raso mientras su propia madre le secaba el pelo aún estando allí la estilista que la peinaria y la maquillaria.

Bulma: hola Lita, parece que te has dormido (le giño un ojo)
Lita (sonrojada): un poco, estuve... hablando con Sadala en el jardín y... perdimos la noción del tiempo

La madre de Sadala escuchaba y observaba como Lita hablaba y se sonrojaba hablando de su hijo, algo en su interior le decía que esa chica estaba interesada en él y si esa corazonada era cierta esperaba que Sadala... también lo estuviera, ya que le estaba pareciendo una chica encantadora.

Tanto a Bulma y a Lita les hubiera gustado tener la posibilidad de hablar un poco más sobre ello pero... con sus madres allí, la de ella y la de él... no era el mejor momento, además de qué... ambas sabían que ya tendrían tiempo para esa conversación.

Por otro lado Vegeta se encontraba en su habitación sumamente nervioso, él no tenía que comenzar a prepararse con tanta antelación por lo que los minutos le parecían eternos hasta que apareció por allí Sadala con su propia ropa para prepararse luego más tarde juntos para la ceremonia y...

Sadala: hola hermano, si no te importa vine a hacerte compañía y...
Vegeta: y... vienes a preguntar por Lita, verdad? (Sadala simplemente asintió), te vi marcharte con ella pero... en dirección a jardín
Sadala: sí, le pregunté si quería dar un paseo conmigo por el jardín bajo la luz de las estrellas y aceptó, me... parece una chica encantadora y... muy... guapa (le contestó sonrojandose)
Vegeta: y supongo que quieres saber... si tiene novio, verdad? (Sadala asintió), no, no lo tiene, está centrada en su carrera de medicina, aunque si quieres saber si... saldría contigo... vas a tener que preguntárselo tú

Gracias a la conversación con su hermano sobre Lita la espera se le hizo más llevadera, las horas pasaron rápido por lo que cuando se dieron cuenta su padre el Príncipe Sadala y su abuelo el Rey Tarble se presentaron en su habitación para comprobar si había comenzado a vestirse o si necesitaba incluso algo de ayuda, aunque ninguno esperaba encontrar allí a Sadala ayudando ya a Vegeta.

Ambos hermanos se encontraban a medio vestir, a Sadala le faltaba tan solo la chaqueta y la corbata, lo demás ya lo llevaba puesto, el traje era negro con camisa blanca y chaleco en azul con el emblema real a la altura del corazón, la corbata era de otro tono de azul y también con el emblema en él.

Sin embargo Vegeta aún no llevaba puesto el chaleco que su abuelo le había regalado, pero si la camisa y el pantalón del traje que también era negro para él, lo que si llevaba eran los gemelos con el emblema real, aunque... su padre se acercó a él y... se los quito...

Vegeta: pero papá!, porqué... me los quitas?, no puedo casarme sin llevarlos! (le dijo totalmente sorprendido, no entendía porqué lo había hecho, como príncipe debía llevarlos, los tenía desde que su padre se los regaló al cumplir quince años)
Príncipe Sadala de Ozaru: lo sé hijo, pero... hoy no llevarás estos, hoy me gustaría regalarte... estos...
Vegeta (abriendo la cajita que su padre le ofrecía): pero... papá... estos... son preciosos, muchas gracias

Los gemelos llevaban entrelazadas las iniciales de sus nombres, V y B, con el emblema real sobre un fondo negro, donde el emblema resaltaba en oro y sus iniciales en plata, así que después de abrazar a su padre por el regalo éste le ayudó a colocarselos para después hacer lo mismo con el chaleco.

El chaleco que le había regalado su abuelo le quedaba como un guante desde el momento que se lo había probado, pero de lo que no se había dado cuenta era que al igual que había hecho su padre, su abuelo había añadido después a la altura del corazón las iniciales entrelazadas de él y Bulma.

Aunque la corbata fue Sadala quien se la colocó, era igual que la suya aunque en el mismo color del chaleco de Vegeta, pero para sorpresa de ambos tenía la misma diferencia, las iniciales entrelazadas con el emblema real.

Sadala: vaya hermano, tu corbata también llevaba vuestras iniciales
Vegeta: pero... cuando yo me probé todo... en nada estaba mi inicial y la de Bulma
Rey Tarble: fue idea de tu padre y mía, cuando me mostró los gemelos que pensaba regalarte le pedí al sastre que añadiera ese diseño en el chaleco pero también en la corbata
Príncipe Sadala de Ozaru (cogiendo las manos de su hijo y dándose cuenta de que le temblaban): hijo mío... no estés nervioso, hoy es un día especial, un día que recordarás toda tu vida, Bulma es una mujer increíble que te ama y eso lo sé, lo he visto, jamás pensé ver a alguien cuidar de otra persona como ella lo hizo contigo sabiendo que...
Vegeta: lo sé, no hace falta que me lo recuerdes, ella estuvo a mi lado aún sabiendo que no la quería allí, pero papá... yo siempre la quise allí y doy gracias porque me perdonara porqué si no lo hubiera hecho no solo no estaríamos aquí hoy si no que probablemente me hubiera aislado del mundo, sin ella... me hubiera quedado aquí solo para siempre...
Príncipe Sadala de Ozaru: lo sé, eso ya lo hiciste y eso que no sentías lo que sientes por Bulma, por esa razón quise entrelazar vuestras iniciales, hijo mío, hoy las vidas de ambos quedarán así, entrelazadas para siempre aunque claramente vuestros corazones lo hicieron mucho antes, sé que a partir de ahora tan solo habrá felicidad para vosotros
Rey Tarble: tu padre tiene razón, la felicidad volvió a entrar en esta casa cuando ella llegó a tu vida y después a las nuestras, Bulma es un rayo de sol (ahora era él quien sostenía las manos de Vegeta) y tú la harás muy feliz, así que respira hondo y vamos todos a esperarla en el altar

Después de darle un abrazo a su abuelo, a su padre y a su hermano, Vegeta salió junto a ellos directamente hacia el jardín donde los invitados esperaban.

El jardín había sido engalanado con flores blancas por todo el recorrido hacia el altar, los bancos puestos para la ocasión tenían en sus laterales los mismos ramilletes de flores blancas con unos lazos de raso del mismo color.

Vegeta esperó al principio del pasillo que llevaba al altar a su madre y madrina junto a su padre, su abuelo y su hermano, en cuanto su madre llegó le ofreció su brazo, ella le dio un beso en la mejilla a su hijo para después comenzar a ir hacia el altar seguidos por su esposo el príncipe Sadala que llevaba del brazo a la señora Brief, después su hijo el príncipe Sadala, todo sonrojado, que llevaba a Lita cogido del suyo y ella... también toda sonrojada, y por último el rey Tarble, aunque él caminó solo.

El altar estaba formado por varios arcos florales, habían tres, uno de flores azules, otro de flores blancas y el otro de flores rosas, delante del arco central esperaba el sacerdote, bueno en este caso al tratarse de un príncipe... era un rango mucho más superior, pero eso era algo que tanto a Bulma como a Vegeta les daba completamente igual, ellos tan solo querían que se celebrara y los declararán unidos por toda la eternidad.

Pero aunque todos le habían dicho que estuviera tranquilo, que no había motivo para estarlo, que Bulma lo amaba de tal manera que jamás lo dejaría plantado en el altar, que ella aparecería radiante, iluminando todo a su alrededor, él no podía evitar sentir como su cuerpo temblaba y no pararía hasta... verla allí, al principio del camino yendo hacia él como... en ese preciso momento... estaba, dedicándole la sonrisa más bonita... que jamás había visto.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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