ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 4

Durante la cena estuvieron conversando, por momentos temas más serios y por otros riéndose a carcajadas, Vegeta escuchaba atentamente todo lo que Bulma le contaba, sus gustos, sus aficiones o por qué había decidido estudiar periodismo.

Bulma: realmente comencé a escribir artículos para el periódico del instituto como hobby, no era mi intención en un primer momento, aunque sí deseo convertirme en escritora, ese sí es mi sueño desde niña
Vegeta (rie): creo que a mí me ocurrió igual que a ti, aunque yo no escribí artículos para el periódico del instituto, yo realizaba las fotografías, mi sueño siempre ha sido ser fotógrafo
Bulma: y qué clase de fotografías haces, no me lo has dicho...
Vegeta: la verdad es que hago de todo, mi último trabajo era una campaña publicitaria de la que no te puedo contar nada, pero... te diré que era con alguien que... había en la revista que encontraste
Bulma: oh!, es... quién creo que es?, entonces lo conoces, y... cómo es?, la verdad es que me gustaría ir a un concierto suyo, hasta ahora no he podido, mis padres decían que era demasiado pequeña para ir a un concierto
Vegeta: no has ido a ninguno?, pues cuando haya esa posibilidad si quieres... te acompaño
Bulma: sí, claro que sí, me encantaría, pero no me has contestado
Vegeta: a qué (claramente había evitado contestar pero parecía que Bulma no iba a dejarlo pasar)
Bulma: a cómo son?, son unos engreídos o son gente corriente los integrantes del grupo, y... P.S. cómo es?
Vegeta (respiró hondo pero intentando que Bulma no se diera cuenta): la verdad es que no trate mucho con ellos, cuando estoy trabajando me concentro demasiado y no presto mucha atención al resto, pero lo poco que hablé con ellos me parecieron muy amables, y... P.S. parece un buen chico
Bulma: me gustaría saber qué te pareció su pelo, estoy segura de que se tiñe la mitad de su cabello de ese azul tan intenso, se ve bien en las fotos pero... es igual al natural o es efecto del trabajo del fotógrafo?
Vegeta (se vuelve a reír): no, es tal cual lo ves, pero... a lo mejor la parte que se tiñe es la parte negra y su cabello... es como el tuyo

La respuesta y la risa de Vegeta hizo que Bulma comenzara a reirse a carcajadas, jamás había pensado en que la posibilidad fuera al contrario ya que el tener el cabello azul de forma natural era bastante raro y ese era muy intenso.

Estuvieron conversando animadamente durante toda la cena, Vegeta había escogido por ella ya que conocía mejor el restaurante pero... le había pedido a ella elegir el postre, cuando ella lo eligió él puso una cara algo extraña y al preguntarle el porqué tan solo le había contestado que cuando lo probara le diera su opinión, así que cuando se reían sobre el pelo del cantante de su grupo favorito llegó el camarero con el postre.

Vegeta: bueno Bulma, pruébalo y me dices que piensas
Bulma: está bien, pero luego tienes que explicarme porque has puesto esa cara tan rara antes
Vegeta: sí, no te preocupes

Entonces Bulma primero observó el postre que tenía delante, la verdad es que tenía muy buen aspecto así que... esperaba que supiera igual, respiro hondo e introdujo la cuchara en él, la textura era crujiente por lo que sonó al romperse, después observó lo que había en su cuchara, se veían varias capas de chocolate, no había nada en el concreto que llamara su atención, por lo que se dispuso a comerse lo que había en ella.

En cuanto ese postre de chocolate tocó su lengua, su paladar... no pudo más que cerrar los ojos y saborearlo, era extremadamente dulce aunque en el fondo dejaba un pelín de sabor a algo salado para luego sorprenderse con algo que ni siquiera había visto, una suave crema de fresas que le hizo suspirar, realmente era más que exquisito, así que... no entendía la cara que Vegeta había puesto, había supuesto que era porque no le iba a gustar.

Bulma: es delicioso, me encanta, así que ahora vas a tener que decirme porque pusiste esa cara antes
Vegeta: está bien, te lo diré, porqué ese postre es una receta de mi madre, es el único en toda la carta
Bulma (lo miraba sorprendida): tu madre?, no te entiendo, qué tiene que ver tu madre con este restaurante?
Vegeta: recuerdas que te dije que el dueño es amigo mío, verdad Bulma?, (Bulma simplemente asintió) pues verás estando un día en mi casa mi madre se lo sirvió y le gustó tanto que le pidió la receta para su restaurante, yo lo como siempre, por esa razón me sorprendiste, no esperaba que eligieras mi postre favorito de este restaurante
Bulma: oh!, vaya!, pues creo que también va a ser el mío, está delicioso, pero dime porqué ha habido un momento que lo noté salado?
Vegeta: porqué una de sus capas de chocolate es exactamente de chocolate salado y así contrarresta muy bien con el dulzor de lo demás, me alegra que te haya gustado

Terminada la cena, Vegeta como buen caballero volvió a ofrecerle su brazo para ayudarle a levantarse de la silla, momento que aprovechó para preguntarle si antes de regresar a su casa quería dar un paseo por la orilla de la playa.

A Bulma le pareció una idea maravillosa, así que subieron al coche y Vegeta puso rumbo a la playa.

Al llegar Vegeta abrió la puerta de Bulma para ayudarla a salir, aunque le pidió que se quitar a los zapatos y así no llenárselos de arena, él había hecho lo mismo dejándolos dentro del coche, además de subirse un poco los bajos de su pantalón.

Sus pies desnudos caminaron hacia la arena con Bulma en sus brazos, no la bajó hasta que realmente la arena no tocó sus pies, no quería que ella caminara descalza por el paseo de la playa.

Después de ayudarla a ponerse de pie sobre la arena, caminaron por la orilla dejando que el mar bañara sus pies mientras seguían hablando de las fotografías que Vegeta había estado haciendo en sus innumerables viajes alrededor del planeta.

En más de una ocasión Vegeta estuvo atentado de coger la mano de Bulma, como harían unos novios pero no se atrevió, se conformó con que ella fuera agarrada de su brazo mientras disfrutaban del paseo bajo la luz de las estrellas y la Luna, pero lo que no sabía era que a Bulma le había ocurrido igual y al no atreverse optó por agarrarse de su brazo, ambos habían tenido el mismo impulso pero ninguno se había atrevido a dar el paso.

Pero aún hubo otro paso que ninguno se atrevió a dar, cuando Vegeta llevó a Bulma a su casa la compaño hasta la puerta antes de despedirse.

Ambos se miraron a los ojos incapaces de dejar de hacerlo, debatiéndose el uno y el otro por atreverse a besar al otro sin que ninguno llegara a pensar que el otro también lo deseaba, rompiendo la tensión del momento la gata de Bulma que al sentir su llegada estaba acariciando las piernas de Bulma con su cola, por lo que se agachó a cogerla y después de presentársela a Vegeta le dio éste un beso en la mejilla antes de entrar a su casa.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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