ESTRELLA DE ROCK

Capítulo 44

El día la graduación de Bulma llegó, todos estaban allí para verla cómo recogía su título que la certificaba cómo periodista y mientras se encontraban sentados viéndola, Vegeta se movía de lado a lado buscando ángulos perfectos para hacerle fotografías, no quería perderse nada... de su embarazo, estaba obsesionado con eso, quería documentar cada simple cambio de su cuerpo aunque ella le hubiera dicho que tardaría bastante en que eso ocurriera.

Antes de que a ella se le notara lo suficiente, su amiga Lita ya estaría casada con Sadala, para saber el sexo también faltaban varios meses, pero sin embargo Vegeta había comenzado a hacer una lista de nombres, nombres masculinos y femeninos, algo que la sorprendió ya que esperaba que siguiera la tradición familiar, que quisiera que si fuera niño se llamara como él, pero sin embargo le había dicho...

Vegeta: quiero que elijas un nombre que te guste a ti, quiero... comenzar nuestra propia tradición familiar

Esas palabras la emocionaron mucho ya que desde niña había unos nombres que le gustaban muchísimo, aunque no estaban en esa lista, así que los añadió y esperó a ver la reacción de él al verlos escritos en ella.

Vegeta: oh!, has añadido dos nombres a la lista que hice, mi amor... me encantan, si son los que a ti te gustan esta lista ya no hace falta

En ese momento Bulma observó que tenía intención de romper la hoja de papel donde estaban anotados esos nombres, por lo que lo detuvo poniendo sus manos sobre las de él y ese papel.

Bulma: no la rompas mi amor, guárdalo quién sabe si alguna vez los necesitaremos de nuevo (acercándose para darle un beso en los labios y después continuar), y si no es... un bonito recuerdo para enseñarle a nuestro bebé cuando crezca
Vegeta (dejando el papel sobre la mesa que tenía cerca y así poder rodearla mejor en sus brazos): cómo siempre... eres la más lista, te amo (fundiéndose entonces en un apasionado beso lleno de dulzura)

Todos esos recuerdos sobre lo ocurrido tan solo hacía unos días, unas horas..., estaban inundando su mente mientras caminaba con paso firme a recoger su diploma delante de compañeros que no conocía, pero también delante de toda la gente que la amaba y estaba feliz como ella por sus logros y la nueva vida que crecía en su interior.

Para celebrar todas esas emociones embriagadoras, la princesa Echalote había ordenado el cierre de su restaurante al público para ese día, ese día serían todos ellos quienes ocuparían el lugar y así disfrutar del momento, incluso había ordenado un menú especial para la ocasión con anterioridad, así que tan solo debían sentarse a la mesa para degustarlo mientras conversaban.

Hasta el propio rey Tarble viajó para la ocasión aún habiéndole dicho tanto Bulma como Vegeta que no era necesario, ya que en breve estarían en las islas para la boda de Sadala y Lita, pero... claramente al rey de los saiyans... nadie le da órdenes.

La velada transcurrió distendida entre nuevamente las felicitaciones por la titulación académica de Bulma y por la futura paternidad con la que se estrenarían ambos en unos meses, además de conversar de otros temas como la inminente boda o...

Vegeta (cogiendo la mano de Bulma por debajo de la mesa y mirándola a los ojos pidiéndole su consentimiento silencioso para lo que en ese instante iba a decir): Salada, hermano..., Lita..., hermana, quisiéramos Bulma y yo pediros algo
Sadala y Lita (sorprendidos e intrigados al mismo tiempo): el qué?
Bulma: ambos... sois mis hermanos al igual que los de Vegeta y por esa razón nos gustaría... (miró a Vegeta de nuevo para que él fuera quien continuara)
Vegeta: queremos pediros que seáis los padrinos de nuestro bebé, sabemos que es pronto y que aún no sabemos ni el sexo, pero sería un honor para nosotros qué aceptarais...