ESTRELLA DE ROCK

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Capítulo 41

La gira continuó después de que Lita se marchara de regreso a la universidad, Sadala iba y venía durante el resto de la gira, primero por Europa y luego por el continente americano de arriba a abajo, incluso por algunos países asiáticos como China o Japón, además de Sudáfrica o Australia, una gira bastante extensa, larga y cansada pero que cada vez que regresaba obtenía la mayor de las recompensas, el premio de tener entre sus brazos a una bella e inteligente mujer de ojos chocolate por la que su corazón palpitaba pero que se detenía por un instante cuando le decía... "aquí te estaré esperando" cuando partía de nuevo.

Esa inmensa gira llegó a su fin poco antes de Lita terminará su tercer año de universidad y pese que aún le quedaba bastante para terminarla se sentía feliz de poder cumplir sus sueños.

Los meses siguientes disfrutaron de su compañía mutua antes de que comenzaran las clases, algo que también hicieron Vegeta y Bulma, aunque en el caso de Bulma, ella no asistiría de forma presencial en su carrera de periodismo pero sí ese iba a ser su último año, por lo que estaba emocionada pensando en que por fin podría presumir ante Vegeta de que ella también lo era y le propondría hacer juntos algo que había pensado hacía mucho tiempo, casi desde que se conocieron, escribir un libro, ella escribiría y él aportaría fotografías, porque realmente a él lo que más le gustaba eran los fotoreportajes o simplemente fotografiar lugares y situaciones, así que sería un trabajo en equipo increíble.

Aunque antes de pensar en todo eso aún debía terminar ese año, graduarse, ir a la graduación donde le ocurriría lo mismo que a Vegeta cuando fue la suya, prácticamente no conocería a nadie, pero eso a ella le daba igual, después de su primer año de universidad los demás los había realizado online viajando con Vegeta por el mundo y no se arrepentía ni un solo instante de haberlo hecho así, no acudiendo a clase como cualquier chica de su edad, además de que si algo la diferenciaba también del resto de sus compañeros que se graduarían con ella era que estaba casada y... algunas cosas más.

Su primer año de casados lo habían celebrado en el lugar donde se encontraban debido a la gira de Sadala por lo que lo celebraron los tres juntos, pero para su segundo aniversario antes de centrarse de lleno en ese último año, Vegeta la había sorprendido con llevarla a un lugar que aunque no era seguramente el destino que alguien pensaría para personas que se podían permitir algo más lujoso, personas como ellos que eran príncipes de la casa real reinante de unas islas cercanas a Australia, pero para ellos tenía un significado muy pero que muy especial.

En realidad era el día de su cumpleaños cuando comenzó la celebración en aquel lugar para convertirse en su aniversario de boda una vez pasada la medianoche, el lugar les traía la mente aquel momento especial en que dejaron de ocultar que se habían enamorado el uno del otro de una forma inquebrantable como la propia Bulma le demostró a Vegeta cuando no se separó de su lado o como por mucho que él tratara de pensar que no era así tratando de alejarse, su propio corazón la abrió los ojos a ese amor puro y perpetuo.

La playa, el picnic en la playa de aquella cita antes de marcharse a Estados Unidos donde se besaron por primera vez, aunque esta vez esa parte de la playa pegada a las dunas había pasado a ser parte de la playa privada cercana a la casa que Vegeta le había comprado como regalo de cumpleaños, aunque eso era algo que le dijo después de medianoche.

Cuando Vegeta planeó todo un mes antes, lo hizo totalmente esas espaldas de Bulma, había pasado un par de días antes por esa zona camino de la entrega de un trabajo fotográfico para una compañía que quería que Sadala usara a sus guantes, momento en que vio esa casa en venta tan cerca de ese lugar donde besó a la mujer por la que daría su vida, por lo que volvió dos días después para hacer una oferta.

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