Un mes después...
La semana de vacaciones le había resultado demasiado bien a Aarón, pues, después de todo en aquella había estado fuera de la casa con Jeff, ambos habían ido a disfrutar al campo libre, Aarón necesitaba aclarar sus ideas y apartar a su padre de su verdadera identidad.
Después de todo, y luego que fueran a pescar una tarde el rizado trato de sacarle toda la información posible sin resaltar nada obvio. Aunque esa era la primer idea, contarle personalmente a Jeff sus problemas pero lamentablemente no lo había logrado.
Papá, ¿Alguna vez te decepcionarías de mi?
Depende de las circunstancias, Aarón. ¿Por que preguntas? ¿Te gusta alguna chica y no me dijiste nada?
El valor de contarle lo que estaba sucediendo habían desaparecido. Una de esas tardes fuera de la cuidad se sentó solo observando el atardecer. El rizado pensaba en su madre, y como hubieran sido las cosas si la mujer jamas hubiera muerto, pensó en aquella mínima posibilidad de que ella en verdad lo aceptaría sin importar nada. Ella si lo hubiera hecho.
Por último cuando el sol se estaba ocultando, pensó en Dylan. El último tiempo había sido demasiado loco junto al ojiazul, pero obviamente no gustaba de el.
No, claro que noYo no gusto de White
Aunque su mente decía lo contrario.
Pero aquello no lo había impedido en llamar al castaño esa tarde, y cuando el sol se escondió entre las montañas el ojiazul había atendido. Luego de unas cuantas risas y quejas de Dylan por la falta de boxeo se despidieron asegurándose que pronto volverían a encontrarse.
Obviamente Dylan atraía a Aarón.
*
—¡Vamos White, golpea la bolsa mas fuerte!—exclamo el rizado observando a ojiazul.
El castaño sin contestar siguió golpeando una y otra vez el saco negro, el gimnasio se encontraba totalmente vacío, eran las diez aquel miércoles por la noche, aunque Jeff se encontraba en la oficina chequeando unos papeles.
—Esta no es la bienvenida que yo me esperaba—murmura el castaño entre dientes.
Aarón sonríe acercándose a el con una botella de agua, separa al ojiazul del saco atrayendo su cuerpo a el, dándole un corto beso en los labios. Dylan sonríe.
—¿Así esta mejor?—demanda el rizado arqueando una ceja.
El castaño niega divertido, se saca los guantes tirándolos lejos, arrebata la botella de las manos del ojiverde y bebe el contenido de ella.
—Me parece muy poco, Thompson. Hace mas de una semana que no tengo rastros de ti, no se arregla solo con un beso.
Aarón ríe, observa a ambos de sus costados, una vez que no hay noticia alguna de su padre se acerca rápidamente al castaño, y tomándolo de la nuca lo besa nuevamente, Dylan suelta la botella de sus manos y enreda estas en el cabello rizado de Aarón, y este gruñe en aprobación.
—Uy, pero miren nada mas.
Los cuerpos de los chicos se separan instantáneamente, Dylan abre sus ojos al observar a Elliot, Travis y todo el otro grupo de perros falderos. Controlando su respiración queda a un lado de Aarón quien observa a los visitantes cabreado.
—¿Que carajos hacen ustedes aquí?
—¿Que sucede Diablo? Queríamos visitar a nuestro amigo—exclama Travis con una sonrisa en sus labios.
El rizado bufa rodando los ojos, hacia ya algo de tiempo que no se habían enfrentado nuevamente, intenta acercarse pero Dylan sostiene su brazo impidiendolo.
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TODO POR TI
Teen FictionAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...