Los últimos días habían transcurrido jodidos y tortuosamente lentos, Dylan se recostó en el sillón tomando el mando del control remoto, observo a Lucy dar vueltas a medida que su tutú volaba con ella y su risa se mezclaba en el ambiente. Hoy era sábado por la noche y como siempre el ojiazul no tenia ningún plan luego de rechazar la oferta de sus dos rubios amigos.
Dylan se torturo pensando en Molly, y como había esquivado todas las llamadas de la chica. Pero luego de horas pensando deducio que sería mejor ignorarla por algunas semanas mas. También había tendido un tiempo de pensar en las palabras de Elliot el día anterior, y la intriga a cada instante se hacia mas grande con las ganas de haber sabido el contenido del sobre.
Lucy interrumpió sus pensamientos pasando por enfrente de la televisión, Dylan bufo ahora apoyándose en su antebrazo.
—¡Lucy, aléjate de la tele!—exclamo realizando un ademán con su mano.
La pequeña lo observo frunciendo ligeramente el ceño, y acto seguido le echo la lengua sin apartarse. El ojiazul la observo parándose rápidamente tratando de alcanzarla. Lucy grito al visualizar a su hermano venir hacia ella, comenzado a correr hacía las escaleras.
—Pf, ni que te fuera a perseguir—murmuro recostándose nuevamente en el sofá.
El programa de friends llamo su atención y se acurruco en su lugar sin tener al pequeño demonio frente a sus ojos.
—Dy, tengo hambre—murmuro la castaña desde las escaleras.
Dylan bufo en lo alto observando el techo, tomo impulso parándose nuevamente, observo a la pequeña con una sonrisa inocente en sus labios, Lucy solo era una pequeña niña que no tenía la culpa que Jay trabajara hasta tarde los fines de semana, el ojiazul comprendía esto último y simplemente trataba de consentirla un poco.
Porque en cuanto la chica tenía un momento a solas, lo que eso significaba que comenzara a pensar, su mente y pensamientos le jugaban una mala racha haciéndola que solamente pensara en la muerte de su padre. Y también por esto Dylan trataba de mantenerla siempre ocupada.
El castaño se acerco a la pequeña, y esta sonrió una vez que su hermano mayor la cargo y ambos caminaron hacia la cocina a preparar algo de comer, y una vez que el mayor quemara los huevos y hasta las salchichas llenando la habitación de las risas de la rubia. Dylan se dio por vencido y llamo al repartidor de pizza, y media hora después el chico estaba en la puerta.
Ambos hermanos se sentaron en el sillón comenzando a comer mientras miraban una caricatura, que llamaba la atención de la niña, Dylan le encantaba verla sonreír. Quizás cuando Jay volviera le daría un discurso de una hora con respecto a ordenar comida chatarra, pero de eso se preocuparía mas tarde.
—¿Crees que papi nos esta viendo del cielo?—pregunto la pequeña sin apartar la vista del televisor.
Y eso es de lo que hablábamos. Dylan viro su cabeza, visualizando a la rubia e hizo una mueca con sus labios, el no creía que su padre estaría en el cielo, el simplemente no estaba mas en la tierra, jamas lo volvería a ver, jamas. Pero a veces la inocencia de la niña le hacía ver otra respectiva del mundo, y tal vez... con esa mentira, su padre los estuviera viendo de alguna parte, le aliviaba demasiado.
—Claro que si, Lu. Así que debes portarte bien, porque el te sigue viendo—murmuro Dylan con una sonrisa.
La pequeña Lucy aparto la mirada del programa de caricaturas, mirando así con preocupación a su hermano.
—¿Crees que el este enojado conmigo? Digo, por molestarte a ti ¿o comer golosinas?—pregunto con su ceño preocupado y triste.
Dylan reprimió una carcajada ante la inocencia de su hermana, la sujeto atrayendola a el y abrazo su cuerpo. A el no le jodía que la rubia lo molestara de vez en cuando, o siempre, a veces era demasiado insoportable pero eso la mantendría ocupada. Además el culpable de que la rubia comiera golosinas era suya, ya que cada vez que salia del instituto le compraba una pequeña bolsa de confites y juntos la comían sin que Jay los viera.
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TODO POR TI
Ficção AdolescenteAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...