En la mañana del 24 de diciembre el rizado despierta cuando la hora del reloj en la pared marcan justamente las doce en punto. Observando el cuerpo del chico a su lado sonríe, el ojiazul ronca sonorosa y plácidamente de su lado del colchón, el día que había finalizado hace un minuto atrás había sido algo agotador para la pareja, puesto a que la clínica había dado de alta al rizado y ambos habían vuelto juntos a la casa de la familia White. Y entre las protestas de la pareja y las negaciones de Jay, la castaña finalmente había permitido que al menos esa noche podían dormir juntos.
Thompson se recostó como pudo sobre el brazo que no tenía enyesado, ya este último molestaba demasiado en la pequeña cama, y el ojiverde no veía la hora de sacarlo de su brazo y pierna.
Dando impulso se acerco al rostro del castaño quien estaba recostado de costado enrollando sus piernas con uno de sus brazos bajo la almohada y otro sobre la misma.
Aarón dio un primer beso en los labios del castaño, haciendo que Dylan se estremeciera y ahora se acomodara boca arriba, suspirando sin siquiera molestarse en despertarse. El rizado sonrió volviendo a besar los labios del ojiazul, este último se quejo entre bostezos. El ojiverde sonrió acomodándose rápidamente sobre el castaño, quedando a horcajadas sobre el.
—¿Que haces?—murmuro soñoliento.
El rizado como pudo, sujetando con su brazo sano al costado de la cabeza de Dylan, para que este no sufriera todo su peso sobre el. Regalandole al ojiazul infinitos besos que comenzaron de su boca, pasaron por su barbilla para finalizar en el cuello del-ya-mayor.
Dylan largo un gemido de su garganta al sentir la lengua del rizado en la parte mas sensible de su cuello, Aarón sonrió ante su reacción y sin pasar a mayores llevo sus labios nuevamente a los labios finos de su novio.
—Feliz cumpleaños, bebe—susurro entre el beso, tirando del labio inferior del ojiazul.
Dylan sonrió volviendo a juntar sus labios. Las manos del castaño pasaron de los hombros del ojiverde, para luego descender lentamente hacia la baja espalda del mismo. Aarón gimió cuando las manos del ojiazul bajaron hacia su trasero, apretando este. Y aunque tal vez, deseaba con todo su ser hacer el amor con el castaño sabía que lo tenía mas que negado, el medico le había prohibido por unas semanas.
Aarón a regañadientes se separo del ojiazul haciendo que este último bufara en lo alto. Thompson rió ante la expresión del castaño tratando de salir de encima de él pero este apretó más el agarre en la cintura del ojiverde haciendo un notable moin con sus labios.
—Oye, vamos Aari. ¿Me dejarás con las ganas el día de mi cumpleaños?
—Sip-murmuró el rizado de inmediato.
—Eres un muy mal novio—susurro Dylan achicando sus ojos.
—Pero me amas así—dijo el rizado dándole un ultimo beso a Dylan y saliendo de encima de él.
Dyan bufa cruzando sus brazos en un intento fallido de molestia.
—Oye. No puedes enojarte conmigo por eso.
—Claro que si puedo—demandó el castaño sin apartando la vista de Aarón.
El ojiverde rodó los ojos. Y tratando de no caer de la cama, sacó la caja forrada de abajo de esta.
—Entonces no querr-
—¡Me has comprado un regalo!—exclamó el ojiazul y rápidamente el regalo estaba en sus manos rasgando el papel.
—De nada—murmuró Aarón rodando los ojos.
Dylan sonrió a medida que había logrado rasgar por completo el papel, quedando en sus manos una caja roja. Rápidamente abrió la misma observando emocionado el contenido.
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TODO POR TI
Teen FictionAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...