Una semana después.
—Ya te dije, una y otra vez. Es mas te lo voy a repetir una vez mas, Thompson. Tu no vas a golpear a nadie—repite el ojiazul una vez mas.
Aarón roda los ojos cruzándose de brazos, ambos siguen caminando por el largo pasillo de la secundaria, el ojiazul ignorando las miradas de todos sus compañeros, mientras el rizado simplemente se queda viendo a cada persona, hasta el punto de incomodarlos.
—Todo fue tu culpa, Dylan. Si no hubieras dejado el puto sobre en la basura, las fotos no hubieran caído en las manos de las porristas-reclama el rizado entre dientes.
Dylan bufa, ignora las palabras del ojiverde y sigue su caminata. Hacia ya una semana desde que los supuestos amigos de Aarón habían comenzado a hacerle a este literalmente la vida imposible. Primero comenzó con las fotos, que mágicamente aparecieron en las manos de la líder de las porristas, para luego difundirse por todas las redes sociales, desde entonces. Y luego que el fin de semana pasado había ocurrido un cambio radical entre la relación del rizado y el castaño.
—¿Mi culpa? Pf, vamos Aarón, bien todo tuyo, ¿Para que carajos quieres mi opinión si luego harás lo que quieras?, ve y golpea a Elliot y todos los otros descerebrados, al fin de cuenta tu también eres uno de ellos. Oh, lo siento pero ellos no aceptan maricones como tu-exclama el ojiazul frente al rizado.
Aarón lo observa abriendo ligeramente sus labios, el castaño chasquea la lengua dando media vuelta y caminando rápidamente a la salida.
—¡Dylan, ven acá pedazo de idiota!—grita Aarón.
El rizado corre unos pasos obteniendo así el mismo paso que Dylan. Ambos no hablan, pero igualmente caminan juntos hacia el estacionamiento, el castaño bufa al recordar que no ha traído consigo su bicicleta, y ya que esta opción estaba perdida se separa del rizado comenzando a caminar solo sobre la vereda.
—¡Dylan!—grita el rizado nuevamente.
El castaño sin girarse eleva su mano enseñándole así su dedo mayor, Aarón bufa en lo alto corriendo hacia el, ignorando a todas las personas allí como bien le había enseñado hacer Dylan. El ojiverde sujeta con fuerza el brazo del otro comenzando a arrastrarlo hasta el estacionamiento. Entre bufidos, gritos y chillidos de Dylan en el trayecto, que se ganan oídos sordos del ojiverde y risas de los demás.
—¿Dylan, te echo una mano?—exclama Molly acercándose.
Desde que Dylan había decidido ayudar al rizado, sus dos amigos rubios no habían tomado demasiado bien la noticia, en especial Molly, quien luego que se entero que Aarón era gay chillo como loca. James simplemente ignoro la situación, siempre había detestado a Thompson, pero poco le importaba que Dylan se relacionara con el.
—Ya cállate, rubia. Si lo tocas te juro que te corto la yugular—exclama el rizado histérico.
Molly alza una ceja acercándose, el rizado bufo ahora tomando la cintura de Dylan
—¿¡Quien carajos te crees que eres para hacerle eso a Dylan!?
—Nadie pidió a putigirl, porque no estas siendo una superheroina, estas siendo ridícula.
Las mejillas de Molly se calentaron, a medida que las pocas personas que aún estaban en la secundaria ese viernes por la tarde miraban atentos la escena. Dylan refunfuña en lo alto, dando media vuelta y caminando hasta el estacionamiento. Y no por la razón de acortar la pelea, sino de que el chico no tuviera ninguna clase de contacto con la rubia. El solo hecho de imaginarse que ellos hace menos de un mes se besaban e incluso tenían sexo le daban nauseas.
—Uh, suerte la próxima, rubia—murmura Aarón guiñándole.
Dylan no había entrado al estacionamiento aún, y Aarón no había comenzado su caminata cuando el grito de la chica invade el lugar.

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TODO POR TI
Roman pour AdolescentsAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...