Thomas suspiro en lo alto a medida que se acercaba a la puerta, sonriendo porque el rizado ya estaba en su casa, se acerco a la misma abriéndola sin mirar siquiera quienes eran los intrusos.
—¡Aar-!—exclama el rubio—.¿¡Que carajos es esto!?—chilla señalando al castaño.
Aarón bufa en lo alto ignorando las palabras del rubio, empujando el cuerpo de este para luego arrastrar a su vez al ojiazul quien hace una mueca de dolor a cada paso. Acercándose al sofá, Aarón deja caer el cuerpo del castaño cuidadosamente a medida que vuelve a enteresarse.
—¿¡Me puedes explicar que hace esa cosa en mi casa!?—exclama en lo alto el rubio acercándose a la escena.
Thompson roda los ojos con un bufido suspirando en lo alto tratando de reunir toda la paciencia posible, pero esta a medida que pasan los segundos se va agorando.
—Mira Thomas, cierras la maldita boca, ¿vale?—demando en lo alto el ojiverde—.Porque juro que ya me estas cansando, idiota.
—Debo recordarte que este no es un puto motel, ¡es mi maldita casa!—grito dramático el otro golpeando el piso con una de sus piernas.
Aarón rió con burla en lo alto para luego acercarse a paso lento hacia el rubio.—Mira, ya estoy bastante cabreado como para que tu me vengas a romper los huevos, y vuelvo a recordarte por vez numero mil que este puto departamento es de ambos, y te recuerdo que yo contribuyo mas en el que tu, así que cierra la boca.
El castaño se sorprende en su lugar, la nueva información entra a su cerebro rápidamente, pero esta tan adolorido que la deja pasar. Aunque su mente no puede ignorar la idea que ambos chicos vivían, o de vez en cuando compartían aquel departamento juntos. Descartando cualquier posibilidad el ojiazul piensa en que habrán sido solamente dos amigos compartiendo un lugar, asiente en su mente y observa nuevamente a ambos chicos.
Thomas no responde, pero igualmente se cruza de brazos apretando sus labios, y tensando la mandíbula, Aarón sonríe en lo alto, al menos había ganado el duelo, como siempre era.
—Ahora iré a buscar el botiquín y quiero que te largues de acá—murmuro el rizado para luego dar la vuelta y desaparecer del pasillo.
El rubio observo al ojiazul sentado frente a el, y como este último bajaba la mirada una vez que ambas miradas se habían cruzado. Thomas sonrió corrobando que el ojiverde aún no regresara y se acerco a paso rápido hacia el castaño, obviamente con la idea de marcar territorio.
—¿Que carajos haces aquí?—cuestionó el rubio.
Dylan jugo con sus manos sin responder, deseando por una vez en la vida que el ojiverde regresara rápido con el botiquín.
—¿Como te llamas?—pregunto Thomas.
White apretó los labios, ahora levantando la mirada focalizándose en los ojos del rubio.—Dylan...-susurro el castaño.
Y el ceño de Thomas se frunció observando confundido y con una sonrisa falsa en su rostro, recordando aquel nombre... aquel nombre que Aarón le había nombrado ebrio.
—Dylan...—volvió a repetir.
—¡Thomas, que te largues de aquí!—grito el ojiverde desde el pasillo.
Thomas sonrió y rápidamente camino se impuso hasta el oído del castaño.—Ni se te ocurra acercarte a el, Aarón es solo mio-susurro.
Dylan trago saliva asintiendo con temor, el rubio sonrió falsamente para luego levantarse justo a tiempo en cuanto el rizado estuvo en la sala. Después de todo, aclarando mas las ideas, de que aquel rubio era algo intimo del rizado.

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TODO POR TI
Novela JuvenilAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...