TODO POR TI

32 (Parte 3)

Una vez que al martes había llegado y justo en la media noche, el ojiazul bosteza, intenta moverse pero el brazo del rizado lo detiene, y la posición en la que se encuentra le da lástima al castaño para moverse, su cabeza se encuentra en el pecho desnudo del ojiverde mientras este último abraza a Dylan en forma protectora.

El ojiazul suspira levantando la mirada y observando el mentón de su novio, oliendo el aroma del mas mayor se acerca lentamente hacia los labios de este, depositando una gran cantidad de besos sobre estos haciendo que Aarón se sonriera entre sueños y pesadamente abriera sus ojos llevando sus brazos flexionados bajo su cabeza.

—Feliz cumpleaños, bebe—susurro el ojiazul juntando sus labios sujetando ambas de sus mejillas.

El rizado correspondió aquel beso que se extendió mas de lo normal.

—¿Te parece lindo levantarme a esta hora, White?—pregunto el ojiverde arqueando una ceja y Dylan sonrió—. Debemos levantarnos temprano, amor—protesto.

—¿De que hablas? Estas soñando si mañana vamos a la secundaria.

—¿Estas loco? Si sigo faltando sin duda no pasare este año, aparte de que no se si recuerdas, pero hoy tenemos boxeo ambos.

—Hable con Jeff y dijo que podíamos faltar—exclamo el ojiazul con una sonrisa.

—¿Y así quieres que llegue a las eliminatorias? ¿eh?—pregunto el rizado.

Dylan chasco su lengua volviendo al pecho del ojiverde apartando la vista de este último.

—Estas molesto—afirmo el castaño.

Aarón sonrió soñoliento y atrajo al ojiazul nuevamente sobre sus labios.

—Claro que no, solo quería molestarte a ti por interrumpir mi sueño—murmuro el ojiverde juntando sus labios con los del castaño.

—¿Y se puede saber que soñabas?-pregunto White arqueando una ceja.

Thompson sonrió asintiendo, mientras jugaba con el cabello y las mejillas del castaño, haciendo mas memoria del sueño que había tenido minutos atrás.

—¿Prometes no asustarte?—pregunto el ojiverde y Dylan asintió—. Soñé que nos casábamos, toda nuestra familia estaba allí y amigos también, era una celebración pequeña pero demasiado hermosa. Y me despertaste cuando iba a decir mis votos.

Dylan sonrió besando la punta de la nariz del ojiverde.

—Es demasiado hermoso, aunque puedes decirlos ahora los votos—demando el castaño acomodándose sobre el pecho de su novio.

Thompson asintió pensando en la buena idea que sería aquello, y jugando con el cabello alborotado del ojiazul tomo un gran suspiro llenando sus pulmones.

—Te diría que estoy completamente enamorado de sus ojos, amo ese azul intenso que tienen, recordaría que fui un idiota por haberte tratado mal y por todas las cosas que te hice en algún momento, te pediría millones de disculpa por eso. Diría que amo tu sonrisa y tu risa contagiosa, que es música para mis oídos, también la piel suave de tus mejillas. Que adoro tus labios finos y no resisto ni un segundo sin besarlos. Diría lo enamorado que estoy y estaré de ti, que te amo de una manera que da miedo y te apreció demasiado, y que soy muy privilegiado al tenerte—susurro con calma—.Y también resaltaría lo genial que eres en la cama, eso sería tal vez lo primero que diría.

Dylan golpeo su hombro haciendo que el rizado riera para luego besarlo.

—Eres un maldito pervertido.

—Pero me amas así.

—Claro que si—afirmo el ojiazul.

—¿Se puede saber que nos tienes previsto el día de hoy?—pregunto el rizado arqueando una ceja.