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Semanas después el rizado estaciona la motocicleta del muy conocido departamento en donde visitaba casi todos los fines de semana.

Baja lentamente de de la motocicleta, suspira sacando los lentes oscuros, los cuales deja sobre su cabeza, a la vez impidiendo que su cabello largo se deposite en su rostro.

Decidido de terminar toda aquella rara relación que había formalizado con el rubio, da un largo suspiro y camina hacia el departamento.

Aquella mañana, le había mentido a Dylan que no iría a la secundaria por ir a una consulta medica, pero debería arreglar otros asuntos, y ese asunto tenia nombre.

Y ese era Thomas.

Semanas anteriores había aceptado comenzar una relación formal con el castaño, aunque tenia miedo de aquello debía resolver el asunto pendiente con Thomas. Y si la relación con Dylan iría en serio, debería cortar cualquier contacto con el rubio.

Se adentro al elevador, no estaba para nada nervioso, aquello que tenían con Thomas debió de terminar hace mucho tiempo, pero la reacción del rubio no seria la mejor una vez que el rizado abriera la boca, y aquello lo tenia ya superado de ante mano el ojiverde.

Saco las llaves de su bolsillo, adentrándose en el departamento, como supuso el rubio se encontraba en el lugar, después de todo el vivía allí y sus clases en la universidad comenzaban en la tarde.

—¿Aarón?—pregunta Thomas frunciendo el ceño.

El rubio observa el rostro del rizado, el cual camina hacia el, con el rostro confundido ante la sorpresa de tener al ojiverde un día de semana y aun mas sorprendente de mañana.

—Oh, ya entiendo. Tengo tiempo—murmura el rubio ya frente al rizado, flexiona sus piernas frente a Aarón, rápidamente desprende el jeans del ojiverde pero este se separa.

—¿Que? ¡No!—exclama rizado volviendo a prenderse el pantalón.

El rubio roda los ojos tomando en sus manos su jugo de naranja, respaldándose en la mesa, arquea una ceja.

—Bien, estas histérico, Thompson. Dime lo que quieres, no tengo tiempo. Hoy tengo un parcial demasiado importante, ¿Quieres coger?, oh, ya entiendo. Alguien al fin a decidido ser pasivo. No te culpo, es demasiado genial la sensación.

Aarón lo observa golpeando su frente, colocando luego ambas manos en su cintura.

—En primer lugar, me importa un carajo tu parcial. En segundo, no quiero coger contigo. Por último, sabemos quien fue el que gobernó en todo esto que teníamos y la única pasiva obviamente siempre fuiste tu.

El rubio frunce el ceño, podría haberse cabreado por cualquier palabra que había dicho el rizado pero solamente una llamo su atención.

—¿Teníamos?

Aarón sonríe ante la palabra del rubio.

—Oh dios santo, dejemos lo sentimental para luego. Debo recoger la ropa que tengo aquí—demanda el ojiverde.

Aarón camino hacia la habitación ignorando los chillidos de Thomas, abre la mochila que cuelga de su hombro vacía y abriendo el ropero comienza a introducir todas sus prendas.

—¿Que carajos quieres decir, Thompson?—exclamo Thomas.

El rizado silbo ignorando cada pregunta que el rubio le hacia, y luego de unos cuantos minutos llenos de insultos de parte de este, el rizado cerro la mochila volviendo a colgar esta en su hombro.

—¿Ya dejaste de alardear?—murmuro el ojiverde arqueando una ceja.

Thomas grito en desaprobación acercándose al rizado quedando frente a frente.

—¿Sabes que? vete a la mierda, Thompson. No te necesito en lo mas mínimo.

—Uf, que suerte—exclamo Aarón caminando hacia la salida—.Aunque tus gritos de nena dicen lo contrario-finalizo con una sonrisa.

Thomas respiro con angustia, cruzo sus brazos sin moverse de la habitación hasta escuchar las pisadas del rizado lejos, apunto de irse. Tirando su dignidad a la basura corrió tras el.

—¿Es por el sexo? seguro que es por eso—demando el rubio en el living.

El rizado reprimiendo una sonrisa giro en su eje y lo observo.

—Si, de seguro es por eso—se contesto el rubio a si mismo—. ¿Algo esta mal con las mamadas?, no puedes irte así como así, Thompson

Una carcajada salio de los labios del rizado ante tan necesitados comentarios de Thomas, negó un par de veces procesando las palabras del rubio y lo bajo que estaba cayendo su dignidad a este paso.

—No te preocupes con el sexo, Tom. Seguro conseguirás a alguien, pero ese ya no seré yo—dijo caminando hacia la puerta—.Suerte con tus estudios...

—¿En serio terminaras con todo esto?—demando el rubio rascando su cabello con nerviosismo.

Aarón roda los ojos volviendo a girarse, inclina su cabeza, frunce el ceño y cruza sus brazos.

—No creo que puedas terminar algo que jamas empezó, Thomas—exclamo el rizado con una sonrisa cómplice.

El rubio trago en seco, reprimiendo cualquier sentimiento que llegara a notar que se encontraba dolido.

—¿Hay alguien mas cierto?—pregunto el rubio, Aarón apretó sus labios sin contestar—.Es eso ¡Mierda es eso!—elevo la voz.

—¿De que carajos estas hablando Thomas? Y si tengo a alguien a ti no te importa en lo absoluto. Cuando empezamos "esto"—exclamo el rizado finalizando con comillas—.Dejamos bien en claro que no era nada formal. Y tu mas que nadie me lo recordaba siempre "esto es solo sexo", y si, ¿te lo aclaro?, para que te sientas mejor, estaba bueno el sexo. Pero ya me canse de eso y vete a buscar solo sexo en otro lado, y pensándolo así yo no soy tu putito. Aunque en todo caso, este tema sería demasiado al revés.

Las mejillas de Thomas se calentaron en cuanto a la exclamación del ojiverde. El tenia razón, cada vez que el rubio tenia la posibilidad le recordaba que aquello que tenían no era nada serio, y lo hacia con el fin de lastimar a Aarón, aunque al fin de cuenta, el único que había sido lastimado era a el mismo.

—¿Es ese Dylan, verdad?

Aarón sonrío, aquella sonrisa se extendió de una manera orgullosa por todo su rostro, no odiaba a Thomas, pero en ese momento por alguna razón en especial quería generar cierto disgusto en el rubio.

Y asintió.

—Es Dylan si, Dylan White es mi novio, ¿y sabes? estoy muy feliz con el.

Aquella respuesta dejo mudo al rubio, Aarón sonrío con burla abriendo la puerta y desapareciendo tras ella.



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