16 (Parte 2)

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—Juro que mi madre no muerde, Aarón—exclamo divertido el castaño.

El rizado chasco la lengua, aun no se encontraba de humor para seguirle los juegos al ojiazul, ambos recorrieron el jardín cuando una rubia con un hermoso tutu abrió la puerta corriendo hacia Dylan. El chico se agacho a su altura dándole un gran abrazo.

—¡Dy, te extrañe!—murmuro Lucy.

—Yo también, princesa—demanda el castaño.

La rubia se separa de su hermano ahora visualizando al rizado con una sonrisa en su rostro, dejando a la vista la falta de uno de sus dientes de leche.

—¿Quien es el, Dy? ¿Que le paso en el rostro?

Aarón le sonrío enternecido arrodillándose quedando a la altura de la rubia, y para su sorpresa Lucy se le tiro a sus brazos dándole un fuerte abrazo al rizado. Aarón rió conteniendo la estabilidad. 

—Me llamo Aarón dulzura. Y soy un amigo de tu hermano.

—¿Mamá se encuentra dentro, Lucy?

La pequeña se separa luego de unos segundos caminando hacia la casa nuevamente, gritando la llegada de Dylan, lo que le hace saber al castaño que Jay si se encuentra en casa. Dylan le extiende una de sus manos al rizado el cual la sujeta con gusto poniéndose de pie.

—Le agradas a Lucy—murmura Dylan y Aarón haciendo que este último sonría.

Una vez que entran a la casa el olor a lasaña inunda las fosas nasales de ambos. Y una mujer castaña aparece por el pasillo.

—¿Que le ha pasado a tu rostro? ¿¡Y a tus manos!?—grita Jay espantada.

Sin preguntarle nada a Aarón, ni presentarse tira del brazo del rizado hacia el living.

—Yo también te extrañe, ma—susurra el castaño.

—¿Es que no ves a tu amigo, Dylan? ¡Sus heridas se infectaran si no hacemos algo! ¡Mueve tus pies y trae el botiquín de primeros auxilios!

Dylan bufa, mientras que a paso rápido sube las escaleras en busca del botiquín y una vez que lo tiene en sus manos corre hacia su madre. Ella y Aarón están sentados en el sofá. Mientras Dylan simplemente se sienta junto a Lucy en el otro sillón quien mira la escena atenta.

—Esto te arderá un poco, Aarón. Lucy no deja de gritar tu nombre—exclama Jay aplicando alcohol al algodón.

Aarón le sonríe a la niña quien tapa su rostro con el pecho de su hermano.

—Ya estoy acostumbrado—responde Aarón.

Dos horas mas tarde, que Aarón estuviera curado y vendado. Y luego que ambos le habían explicado la situación con lujo de detalles a Jay, la mayor no se negó a ofrecer la habitación de invitados al rizado, y mas sabiendo lo mal que había actuado Jeff.

Jay había quedado petrificada en saber como el mayor había reaccionado, sin mal no recordaba ella, Mark se había sorprendido mucho una vez que Dylan había dicho su orientación sexual pero jamas lo había golpeando por ello, en cambio habían optado por ayudarlo.

Y la idea que sin ningún remordimiento echara de la casa a su propio hijo, sin saber donde iría le helaba la sangre, ella jamas por ninguna circunstancia se le hubiera pasado por la cabeza echar a Dylan, jamas en su vida como madre.

Al no esperar visitas y que el reloj marcara la medianoche, el cuarto de invitados se encontraba en malas condiciones. Lo que llevo una gran discusión en la mesa de todos mientras comían lasaña, menos de Lucy, la rubia jugaba con los rizos de Aarón maravillada, y hasta cayo rendida en el sueño en los brazos del mismo.

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