Aarón toma la mano del castaño a medida que se dirigen al centro del restaurant, el ojiazul siente lo tenso que esta su acompañante, le sonríe comprendiendo y aparta su mano. El rizado frunce el ceño observándolo haciendo que Dylan simplemente se encogiera de hombros.
—No sucede nada, no quiero que estés incomodo—murmura el ojiazul con una sonrisa.
Aarón arquea una ceja, roda los ojos observando la mayor parte de todas las personas allí, el gimnasio de Jeff era el mas grande de Londres, lo que hacían desventajas como estas, que todos en la ciudad conocieran al rizado, y mas en aquel conocido restaurant. El ojiazul observo nuevamente por última vez a las personas para luego pasarla mirada hacia el castaño.
—Me importa un carajo—susurra el ojiverde volviendo a tomar la mano del castaño con una sonrisa.
Dylan le devuelve el gesto acariciando la mano de su novio con el pulgar. Las personas no dejan de observarlos asombrados comenzando a susurrar, Aarón no duda que muchas de esas palabras tarde o temprano llegarían a los oídos de su padre.
La pareja se sienta en una de las mesas del fondo, para la sorpresa del castaño Aarón le da un pequeño beso sobre sus labios antes de sentarse frente a el. Aquello genera un leve sonrojo en las mejillas del ojiazul.
—No tienes porque hacer eso, Aarón—murmura el castaño.
Aarón sonríe acercándose más por sobre la mesa.
—¿Por que no?, eres mi novio—susurra, haciendo que el corazón de Dylan se acelere—. Ademas... es divertido verte rojo como un chile.
—¿Como un chile?—pregunta el castaño riendo.
El rizado asiente volviéndose a acomodar en la silla.
—Si, porque tomate ya estaba demasiado gastado.
Dylan roda los ojos generando una pequeña risa del ojiverde. Y minutos después un mesero interrumpe el momento.
—Buenas noches, me llamo Jim y seré su mesero de esta noche, ¿Ya desean ordenar?—cuestiona el joven con una sonrisa falsa.
Luego de una gran discusión por lo iban a comer en la noche, ambos llegan a un acuerdo, haciendo que Jim soltara un suspiro feliz, había estado incomodo unos diez minutos observando a la pareja discutir por una tontería. El joven se marcha anotando la orden.
—¿Por que eres tan terco?—exclama el rizado sin despegar los ojos del castaño.
Dylan se encoge de hombros, observando como Aarón abre la botella de vino sirviendo su misma copa, el castaño arquea una ceja.
—Creo que alguien no podrá beber esta noche—murmura Aarón haciendo un emoin divertido con sus labios.
—¿De que hablas? Tu tampoco puedes tomar—exclama el ojiazul.
Aarón sonríe tomando la copa en sus manos, observando determinadamente el vino tinto dentro de la copa.
—¿A no? ¿Y por que no podría, cariño?
—Porque tienes 17—demanda el ojiazul cruzándose de brazos.
—¿Quien dijo eso? Tengo 19—contradice el rizado con una sonrisa.
Dylan frunce el ceño, confundido, abre su boca en signo de asombro y luego lo apunta simulando estar ofendido.
—¿Repetiste?
—Sip—dice el rizado—. Dos años... Dios Dylan, deja de mirarme como si fuera un criminal.
El castaño ríe dejando de apuntarlo pero igualmente se cruza de brazos.

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TODO POR TI
JugendliteraturAarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simplemente es su próxima presa, un estudiante que al morir su padre, junto a su madre y hermana han to...