cap.45: los XV años del caos

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La fecha tan esperada había llegado, y todos estaban más que felices, menos la misma quinceañera

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La fecha tan esperada había llegado, y todos estaban más que felices, menos la misma quinceañera.

Dámara estaba en su habitación con la tiara que su padre le mandó a hacer hecha de oro, un mal presentimiento era en lo que la menor pensaba.

Ignorando la música que ya hace rato había iniciado en la parte de abajo, suspiro para ponerse la corona con lentitud, mientras se miraba al espejo.

No le importaba el vino de miraba, su mente solo repetía una y otra ves la misma frase.

"El vendrá, esta cerca, el vendrá, está cerca"

Volvió a suspirar para salir de su habitación, no sin antes tomar su Katana y ocultarla en su vestido.

Caminaba por los largos pasillos de la mansion camino a las escaleras para reunirse con sus "queridos invitados"

La verdad ni conocía a la mitad de esa gente, solo a sus amigos quienes estaban emocionados por que su amiga baje a su fiesta.

Fiesta que ni ella quería, pero ya que.

Minutos después la invitada de honor había llegado a las escaleras, haciendo su entrada, donde todos quedaron "maravillados" al verla.

Horas de la noche habían pasado, y con esa una torrencial lluvia estaba callendo, la fiesta estaba más que aburrida y más para los jóvenes precentes que no hacían prácticamente algo.

Una de esas era la joven quinceañera, ya que sus pensamientos no la dejaban en paz, de fondo en su mente no era la música lo que pasaba, si no que las gotas de lluvia servia de fondo.

Sentada en un hermoso trono dorado, rodeado de hermosas rosas de varios colores y hojas verdes que combinaban con su hermoso vestido.

La noche estaba empezando a oscurecer más debido a las horas pasadas, apesar de que la fiesta es para celebrar a la princesa de Gotham, nadie le ponía atención a ella.

Y no es como si le importara realmente, sin importarle si la miraban salió del salón para fiesta con pasos suaves.

Su mente y un presentimiento no la dejaban en paz, por lo que sin más salió hasta llegar de vuelta a su habitacion, seguramente no dormiría nada pero solo quería cerrar los ojos por un momento.

Antes de poder siquiera a quitarse la corona que adornaba su cabeza un rayo que iluminó la sacó de sus pensamientos, volteo hacia la ventana, donde por el reflejo se logro ver una sombra observándola.

La sombra desapareció junto al resplandor del rayo, sin pensarlo mucho y dejando la corona dorada sobre su cabeza, se dirigió a paso rápido hacia la ventaja donde antes una sombra estaba.

No había nada, o eso creía.

Otro rayo cayó junto a un trueno que si no fuera sorda, probablemente ahora lo sería.

Dámara WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora