Era una mañana solitaria, oscura y sin sol, normal para Gotham.
Todo estaba principalmente tranquilo en el lugar más envidiado de toda la ciudad, la mansión Wayne.
Donde en este momento, solo dos personas estaban en la mesa larga del comedor, sin emitir ni una palabra.
Una pues estaba acostumbrada al silencio al comer, ya que solía ser esa su rutina normal, y el otro no tenía ni la más mínima idea de que decir, apesar de que ya se estaba cansando del silencio.
Ya había intentado hablar con ella sobre algunos temas, como la escuela por ejemplo, pero recibía respuestas cortantes.
También intento comentar su cumpleaños, el cual sería sus xv, pero siempre intentaba no hablar de eso o responder que no queria nada, y era firme en esa idea.
Y apesar de que intente decir algo, seguro no lo escucharía, pues ambos estaban en extremos opuestos de la mesa.
Así eran como iniciaban las mañanas desde que Alfred fue a Inglaterra a conseguir té, ya que se le estaba empezando a gastar.
No había ruido alguno que se escuchara en la gran casa, algo muy diferente a cuanto Están todos los hijos reunidos.
Así paso por todo el día, incluso hasta en al noche, cuando ya el señor de la noche en patrulla.
Solo, ya que tubo que insistir mucho [casi rogar] a su pequeña hija para que no fuera.
No por miedo, pues sabía muy bien las habilidades de la ojiverde, de las cuales ya sabía, pero logró repasarlas luego de lo sucedido con el hospital de Weston-city.
Pero tenía un asunto, un asunto de lo que no quería que ella se enterara.
Así que rapido fue al muelle de Gotham, donde en yate ya estaba en su espera, y sin más espera entró en el.
Así llegando a una habitación, en al que ya había estado hay una ves, hace casi cinco años.
-Thalia- hace años que no decía ese nombre en forma de saludo, se sintió extraño.
-hola habibi- saludo la mujer de vestido rojo.
-que quieres?- pregunto Batman sin rodeos.
-solo hablar, que? Es que ya ni hablar tengo permitido?- pregunto la mujer en un tono pícaro.
-si estas aquí pata hablar sobre- el murciélago no pudo terminar de hablar, ya que su ex lo interrumpió.
-me interesa un comino tu relación con la gata, yo vengo a hablar de nuestra hija- corto la asesina, levantando la mano izquierda, en el cual habia un anillo dorado con una esmeralda.
En algún lado de la mansion Wayne, más específicamente, en una habitación pintada de verde, una joven dormía plácidamente, o eso es lo que parecía a simple vista.
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Dámara Wayne
Fanfical final batman no es el mejor detective del mundo si no pudo descubrir el secreto de su hijo... bueno, hija. Gran final: hoy 02:00-03:00 pm los personajes no me pertenecen, son propiedad de DC cómic's