Todo seguía siendo un revuelo el la ciudad del crimen, solo con una diferencia.
Ahora la esperanza se había encendido, Zatara había llamado, ella junto a Constantien habían encontrado algo que creían que los harían muy felices.
Una pista magica, un rastro de magia, pequeño.
Un hechizo para desaparecer, que hacía como si ya no existieras, donde ninguna tecnología podía ser capaz de rastrearte.
Ahora todos ponían su atención donde el pequeño rastro de magia, el cual, según los magos, estaba precente.
El lugar resultó ser algo que en realidad, nunca se les había cruzado por la mente.
Una de las antiguas base de la liga de los asesinos, una base grande que fue abandonada hace años.
Esa pequeña pista magica podía ser su pase a por fin encontrar a la menor de la familia Wanye.
Pero, aunque todos quisieran ir y partirle la cara a Slade, devian de ir preparados, se trataba de su pequeña después de todo.
Devian ser cautelosos.
No tenían ni idea de lo que el asesino pudiera estar tramando; según relatos de los Titanes, es capaz de muchas cosas por conseguir lo que quiere.
Así que no dejaran cabos sueltos.
La mente de Bruce estaba en blanco, solo pensaba en traer a su hija a casa cueste lo que cueste, ni siquiera estaba seguro de su autocontrol ni de como reaccionaria al verlo frente a sus ojos.
No sabiendo todo por lo que devia estar pasando su princesa por culpa del perro ese.
Toda la batifamilia estaba casi igual a su padre, muchos solo querían sangre, otros venganza, pero todos tenían la misma meta.
No parar hasta asegurarse que el pagará por todo.
Por otro lado, los The Brotherhood tenían un objetivo, traer a su ciudad a su líder y mantenerla a salvo.
Lo aceptaban, sin ella se derrumban, la siguiente por orden de Dámara antes de que fuera secuestrada para liderar, seria Maya.
Pero ella no era buena para dar órdenes, solo reciviendolas, apenas aprendía a ser las cosas por su voluntad con ayuda de su prima.
Y ahora el peso de liderar caía sobre ella queriendo cumplir con perfección la orden de su líder.
Lucy ya no hacia bromas con regularidad como solía hacerlo, ahora mantenía una mirada seria, casi igual a su líder.
Mara sentía desesperación, Dámara era como una hermana, cuando ella mato a su padre, ella la perdono, y la nombro como tal.
Maps estaba confusa, su mente se perdía fácilmente y no daba las coordenadas correctas.
Colin a estado desanimado, ya no pelea como solía hacerlo, ni jugaba como antes.
Pero en definitiva Jon era el que estaba peor, era su novio, sentía que la mitad de su corazón faltaba, y que nada más podía llenarlo.
Peleaba con ira, sus ojos se volvían rojos rápidamente y ya ni tenía compasión por nadie ni nada.
En cambio, y apesar de que nadie más lo sepa, era uno de lo que más ocupados estaba.
Paso todo ese tiempo buscando una forma de averiguar más sobre la leyenda, rebusco más en la base abandonada donde antes estuvieron buscando datos.
Entre los libros logro encontrar algo que le llamo la atencion, al parecer era un árbol familiar, los cuales eran los guardianes de la leyenda.
Las últimas guardianas estaban ahí, y el las conocía.
Bonnie Miller y Yuna Jones.
Las busco, las encontró, y les pregunto.
Se sorprendieron mucho al saber lo ocurrido con su amiga, y a la vez, se angustiaron.
Le explicaron la importancia de los cuarzos, y que Dámara los tenía que tener.
Así que al saber sobre esa pista magica, decidió hacer algo por su propia cuenta.
Sabía que no podía ir directamente, ni mucho menor ir solo, así que haría algo simple, pero inquebrantable.
A estado practicando, y al saber la ubicación de su líder, iso un pequeño portal, donde su mano podría cruzas.
Necesito mucha concentración, así que debía hacerlo rápido, tomo los tres cuarzos, metió su mano y dejó los collares ahí.
Cerro el portal, con esperanza.
Sabía bien que la ojiverde era quien más quería matar a su secuestrador, pero en las condiciones que seguramente estaba, no podría hacerlo.
Así que al darle el poder que estaba dentro de los cristales, sabía bien que ella podría acabar con el.
Después de todo, confiaba plenamente em su líder.
Pov:Dàmara
Ha pasado tiempo, no se cuanto la verdad, yo lo he sentido como una eternidad.
Seguía en la misma posición con las cadenas obligandome a tener la parte superior de mi cuerpo hacia arriba.
Últimamente he escuchado más pasos que los de el, guardias y asesinos seguramente.
Con los ojos cerrados, logró sentir una luz frente de mi.
Abro mis ojos, solo para encontrarme con un pequeño portal, por donde una mano conocida dejo unos objetos en el piso qke no logre ver muy bien.
La mano volvió a adentro del portal, y este desapareció frente de mi.
-Darga...- susurre.
Diriji mi vista hacia el piso, donde los objetos que mi amigo había dejado.
Tres collares de cuarzo, los cuales logró reconocer muy bien, iguales a los dibujos de la leyenda del caballero de las alas de murcielago.
Los tres de color gris, hasta que una tenue luz, la única que alumbraba el lugar por ahora, los empezó a rodear.
Los tres se elevaron, desde el suelo, a la punta de mi cabeza hasta llegar a mi cuello, los tres juntos.
Los quede viendo, quería tocarlos, pero las cadenas no me lo permitían, eleve mi rostro y algo hizo click en mi cabeza.
Si Darga sabía mi ubicación, los demás también la tendrían y pronto vendrian, sonreí inconscientemente, estaba ansiosa de verlos.
Pero a la vez, preocupada, no quería que me vieran así, por lo que con más ganas iba a matar a Slade.
Y ahora, teniendo el poder el poder del caballero, lograre hacerlo.
Gracias abuelo, gracias por hacerme pasar por toda esa tortura para conseguir el poder de la leyenda, gracias, por que ahora podre vengarte a ti, a madre, y a mi misma.
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Dámara Wayne
Fanfictional final batman no es el mejor detective del mundo si no pudo descubrir el secreto de su hijo... bueno, hija. Gran final: hoy 02:00-03:00 pm los personajes no me pertenecen, son propiedad de DC cómic's