En Los Brazos De La Bestia [+18]

16: En La misma Cama

Capítulo 16: En La misma Cama

Ophelia Cappellari. 

—Nikolay no es hora para tus bromas te dije. —Abro lo de golpe cuando sentí que el sostén se me bajaba dejando mis senos libres. —¡Oye! —Exclamó sorprendida.

— Solo te estoy ayudando. —Comenta como si nada y golpeó su pecho cuando sus ojos se desviaron en mis senos. 

—¡Eres un pervertido! —Gruño golpeando su pecho — ¡Qué estás mirando!— Lo empujó por el hombro, no sé por qué entró aquí de repente cuando le había dicho claramente que puedo sola. — Vete. 

— Cálmate. —Me toma en la cintura pegando mi cuerpo al suyo cuando mis senos hacen contacto con su cuerpo.

— Puedes comenzar, Megan. — Le lanzó una mirada enfadada y, él simplemente me ignora, algo que me enoja más. 

— De acuerdo.

Aprieto los labios cuando mi cuerpo hace cada vez más contacto con él, como lleva tres botones sin abotonar en su camisa, causa que mis senos se apeguen especialmente en su piel.

—Tus pezones están erectos, gatitas. —Susurró tan bajo en mi oído que apenas logré escucharlo, avergonzándome. 

— Eso… Eso es tu culpa. — Murmuró apretando mis manos en su hombro. 

—Así. — Recorre su lengua en mi cuello. — Y es por eso que no dejas de moverte buscando más contacto.

—Eso es mentira. —Me defiendo ante su falsa acusación.

—Ophelia deja de moverte por favor. — Habla Megan y quisiera que la tierra me trague y me escupe en cualquier lugar. 

Maldita sea, puedo ver esa maldita sonrisa de victoria que tiene en los labios. 

— Te odió. — Murmuró molesta y estoy segura de que me escuchó, pero solo saca una sonrisa, algo que empeora, mi enojó. 

Ya ha pasado media hora y finalmente escucho el ruido de la máquina, los nervios invaden mi cuerpo tras recordar las palabras de Nikolay. 

Ahora gracias a sus palabras estoy muy nerviosa.

Cierro los ojos con fuerza aferrándome a su cuerpo cuando está hace contacto con mi espalda comenzando con el tatuaje, Aprieto mis manos en su hombro. 

Después de media hora apenas estamos en la mitad y había llegado a la parte donde más dolía en la columna de la espalda.

— Si quieres morder mi hombro puedes hacerlo. — Me susurra con una sonrisa.

Alzó la mirada viéndolo. 

—¿En serio quieres que te muerda? —Cuestiono y sus garras apretando mi cadera me hace retroceder en sus brazos, aferró mis manos en su hombro hundiendo mi rostro en su cuello.

—Gatita

—Cállate. —Me concentro hundiendo mis dientes en su cuello, el tacto de sus dedos metiéndose entre mi cabello hace que todo mi cuerpo se tensa. Cruzó mis brazos alrededor de su cuello, alejándome lentamente para ver la marca de mis dientes, recorro mi lengua en la mordida y lo escuchó gruñir.— ¿Te duele? —Cuestionó y negó tomándome de la nuca. 

—No dolió en absoluto. 

—Es porque no te mordí fuerte—Se ríe ante mis palabras. 

—Por si acaso sigo aquí. —Interrumpe Megan. —Por favor dejen de estar comiendo enfrente de los pobres. —Sonreí levemente hundiendo mi cabeza en el pecho de Nikolay.