03: Alianza

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Capitulo 03: Alianza

Ophelia Cappellari

F

orcejeo cuando introduce su lengua en mi boca, jugando con la mía, mis manos se aferran a su hombro con el propósito de alejarlo, pero es algo sin éxito, su mano baja hasta entre mis piernas metiendo su mano debajo del vestido, mi cuerpo instintivamente entro en pánico luchando con más fuerza está vez. Al ver que con eso no conseguiría nada, decidí arriesgarme y lo mordí con fuerzas, algo que causó que se alejara bruscamente, tocándose los labios ensangrentados. 

— Te atreviste a morderme. — Toca sus labios para luego mirar la sangre en su dedo. Trato de apartarme al ver su mirada peligrosa; sin embargo, me lo impide. 

— No… —Tomé un gran bocado de aire tratando de no demostrarle mi miedo. — No tienes derecho de tocarme. 

— Tú decidiste venir conmigo. — Gruñe enfurecido.

— Tampoco tenía opción, ¿no? — Lo miro desafiante restregando mi mano en la mesa con fuerza. — Desde el comienzo me obligaste a venir contigo. 

— Pudiste haber regresado entonces. 

— Eres — Me muerdo los labios, obligándome a callar, quitando su mano de mi cintura, levantándome. — No entiendo lo que vio Evelyn en ti. 

— Te reto que repitas lo que acabas de decir. — Me mira seriamente y le devuelvo la mirada. 

— No sé qué vio Evelyn en… — Antes de terminar mis palabras, su mano se aferra a mi cuello con fuerza, obligándome a callar.

— S… Suéltame. — Forcejeo tratando de liberarme de su agarré.

Clava sus iris en los míos, relajando su agarre. 

— No colmes mi paciencia. — Quita su mano en mi cuello y trato de volver a respirar normalmente, tosiendo una y otra vez. — No me hagas enojar, Ophelia porque créeme que no te gustará.

— No solo tú te puedes enojar. — Me levanto, dándome vuelta, caminando hacia el otro asiento. — Yo también me puedo enojar.  — Mis pasos resuenan en la sala.

— ¿Te gusta sacarme de quicio verdad? 

— ¿Cómo podría gustarme sacarte de quicio? — sonrió suavemente. —Sí, apenas te conozco. — Me doy vuelta, sin embargo, mi cabeza termina chocando con algo duro. Levantó la cabeza para encontrarlo enfrente mío, ni siquiera me había dado cuenta de que se estaba acercando tanto. 

Trago seco al tenerlo tan cerca, haciendo que toda mi valentía se vaya al carajo.

— Sigue hablando. — Sonríe de lado. — ¿No eres tan valiente? Porque tan callada. — Desvió la mirada al sentirme tan Pequeña enfrente de él. 

— No tuviste suficiente con mi mordida ¿Cierto? 

— Que te hace pensar que no te haré pagar por esto. — Me toma en la cintura haciéndome poner de puntillas con los tacones. 

— Si te atreves a besarme, no solo recibirás una mordida esta vez. Te arrancaré los labios. — Lo empujó con el hombro con el dedo índice. 

— ¿Arrancarme los labios? — Repite mis palabras sarcásticamente. — Te reto a que lo hagas, Ophelia. — Su rostro se acerca al mío y me toma por sorpresa al levantarme para dejarme sentada encima de la mesa. Cierro mis piernas al darme cuenta de su intención; sin embargo, las separa fácilmente, metiéndose entre ellos. Aprieto los puños preparándome; sin embargo, no hace nada y simplemente quita el cole de mi cabello causando que caiga sobre mis hombros.
— La próxima vez déjate el pelo suelto.

En Los Brazos De La Bestia [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora