34: Excitante

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Capitulo 34: Excitante

Ophelia Cappellari

Era evidente que Nikolay estaba celoso, no pensé que fuera a hacer un escándalo, solo por tocar la mano de Blaze.

Pero, que fuera decir que era mío, era algo que me había tomado por sorpresa.

— ¿Qué tanto piensas? — Se alejó mirándome cuando me había quedado procesando sus palabras. — No me digas que estás pensado en el idiota de Blaze. — Alza una ceja y me río, algo que parece desconcertarlo mirándome.

— ¿Qué?

— Creo que es la primera vez que ríes de esa manera enfrente de mi gatita. — Su mano agarra mi cintura. — Sonriendo así te ves más preciosa de lo que ya eres, Ophelia.

— Tus dulces palabras no van conmigo, Nikolay. — Lo empujó con mi dedo índice mientras él sonríe.

— Ya lo he notado. — Observó cómo saca una caja de pastillas en el bolsillo.

— ¿Y eso?

— Tus pastillas, noté que las olvidaste, aquí están, así que las tome. — Saco dos de las pastillas. — Abre la boca. — Demanda y dudo un segundo en seguir sus palabras abriendo la boca.  Deja las pastillas en mi boca y toma la botella de agua que está encima de la lava manos, dándomela. Tomé un bocado de agua tragando las pastillas junto al agua.

— Listo. — Toma el agua de vuelta mirándome por unos segundos. — ¿Qué?

— Vamos a comer.

— No tengo hambre, además ya comí con Elodie.

— Eso es mentira y tú lo sabes. —Me baja de la lava manos arrastrándome fuera del baño. — A comer. — Sabía que, sin importar que, no podría escapar de él, además ya sabía que le había mentido.

— ¿A dónde me llevas? —reclamé, siendo arrastrado por él.

— Te llevaré a comer algo. — Nuevamente, habíamos regresado a la cafetería, pero ahora ya se encontraba vacío, ya todos habían regresado a su trabajo. Nikolay me obligó a sentarme mientras que él iba a hacer los pedidos, regresando minutos después con sándwich en la mano y con dos batidos, uno de chocolate y otro de vainilla.— Toma. — Me entregó el sándwich sentándose enfrente de mí. —¿Chocolate o vainilla?

— Chocolate. — Entonces dejo el batido a mi lado.

— Come, te esperaré. — Lo miré por unos segundos mientras que él quitaba su teléfono escribiendo algo en ella.

— Gracias, supongo. — Me encogí de hombros, sacando el sándwich de su bolsa, para darle un mordisco. — ¿Y tú? ¿Por qué no comes?

— No es necesario.

— Vaya, y a mí me obligas, ¿no? — Arquea una ceja riendo.

— Eso es diferente, tú debes hacerlo para tu salud. — Me miró guardando el teléfono mientras da un sorbo a su batido. —Pero yo no.

— Imbécil. — Murmuré ante de darle al sándwich un nuevo mordisco, masticando el trozo en mi boca levemente. — Pero es incómodo, así.

— ¿Así cómo?

— Me da vergüenza que me andes mirando mientras cómo. — Apoyó su codo en la mesa, apoyando su rostro en su mano sin despegar su mirada sobre mí.

— Ignórame, tú sigues con lo tuyo. — Desvié la mirada tratando de controlar la vergüenza, era incómodo que él mirara cada gesto que hacía y hasta parecía analizarlos, pero hice lo posible para ignorar su mirada hasta finalmente terminar el sándwich.

En Los Brazos De La Bestia [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora