27: Loco

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Capitulo 27: Loco

Ophelia Cappellari

Abro los ojos de golpe, miro a mi alrededor y reconozco el lugar de mi inmediato. Todos los sucesos de anoche pasaron como cámara lenta en mi cabeza, pero no recordaba haber llegado aquí y menos cómo logré liberarme en manos de ese hijo de puta.

No recordaba absolutamente después de haberme desmayado.

— Elodie. — Me levanté sentándome en la cama, pero apenas lo hice. Las sábanas se deslizaron para darme cuenta de que me encontraba desnuda. — ¿Qué mierda?

— Por fin despiertas. — Levanté la vista para verlo entrando en la habitación con una charola de comida en sus manos.

— Elodie… ¿Ella?

— No te preocupes, ella está bien. — Me asegura dejando la charola en la mesita. — Anoche llegué justo a tiempo, o ese maldito te hubiera hecho daño, lo sabes. ¿Por qué fuiste a ese lugar? — pregunta por último y recuerdo aquellas palabras que habían salido de su boca en esa oficina.

— Nada. —Desvió la mirada.

— ¿Nada? —pregunta arqueando la ceja. — Te das cuenta lo que te hubiera hecho ese hombre si no hubiera llegado. — Mis uñas se hunden en la cama, porque sé que tiene razón.

— De todos modos, es algo que no te importa.

— Ophelia. — Gruñó molesto.

— Y deja actuar como si yo te importara. — Fruncí el ceño. — Me lo dejaste claro ayer. — Me levanté en la cama y pude sentir su mirada en mi cuerpo.

Quedó enfrente del espejo, mirando mi cuello. Pensé que solo era idea mía al sentir ardor en el cuello, pero no era así. Ahí tenían varias marcas, bajo mi vista se baja hasta mis senos, y efectivamente tenía marcas de mordida sin contar que mi pezón está sensible.

— ¿Qué diablos me hiciste?

Él dijo que había llegado así, no creo que haya sido ese bastardo, eso debió ser obra de Nikolay, nadie más que él me dejaría con esas marcas de mordidas en los senos.

— ¿De qué hablas?

— Tengo una puta mordida en el pezón, así que no hagas el desentendido. — Gruñí, enfadada.

— Ah, eso fue porque alguien se estaba comportando mal, así que tuve que darle un castigo. — Su reflejo en el espejo sonriendo me hace enojarme más. Se acerca quedando atrás de mí y su cabeza se apoya en mi hombro suspirando.

—¿Sabes cuánto aguante para no hacerte nada? — Me mira en el espejo. — Primera vez que me contuve tanto en mi vida.

— ¿Quieres que te felicite por ello?

— No, pero no crees que al menos deberías recompensar. — Sonríe besando mi cuello, pero no me inmutó.

— Creí que habías dicho que no servía para nada. — Se detiene en seco y nuestros ojos simplemente se encontraron a través del espejo.

— No… no quería dec-

— Quiero romper el trato, Nikolay. — Mis palabras lo tomaron por sorpresa.

— ¿Qué? — Me miró imposible de creer mis palabras.

— Quiero romper la alianza que hicimos, ya no quiero seguir reemplazando a Evelyn, y tampoco quiero estar cerca de ti. — Deje claro, después de todo yo misma me había lastimado con esos pensamientos absurdos. — De seguro podrías encontrar alguien más, justo como dijiste. No sirvo para nada, así que creo que te será fácil encontrar alguien que sí te sirve. — Me muerdo el labio intentando derramar ninguna lágrima. — Quiero terminar con eso de una vez por todas.

En Los Brazos De La Bestia [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora