28: Enojó

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Capítulo 28: enojo

Ophelia capellari


No puedo creer que acabo de matar cuatro personas. Y todo por culpa de ese imbécil.

Miré mis manos deteniéndome en el pasillo cuando alguien me tomó en la cintura levantándome con facilidad dejándome contra la pared y sin dejarme de poder reaccionar a tiempo sus labios se juntaron los míos.

No correspondí y mis dientes se aferran a su labio inferior mordiéndolo.

Sabía perfectamente que se trataba de Nikolay, nadie más que él sería tan atrevido.

— Eres un desgraciado. — Gruñí al verlo alejarse. Se relame la mordida como si nada. — No me vuelvas a tocar sin mi consentimiento. —Exprese.

— Eso significa, que me la vas a dar si te lo pido. — Curioseo, acercándose, gire la cara, esquivando su beso. Respira profundamente sin soltarme. — ¿Sabes a quienes acabas de matar? — Interrogo esperando mi respuesta.

— ¡No me importa, además yo no los maté!

— Fue a los hombres que intentaron aprovecharse de ti, con tu amiga. — Parpadea confundida intentando entender sus palabras. — Solo recibieron lo que se merecían gatita.— Siseó buscando mis labios, lo cual esquivé nuevamente. — No tienes por qué sentirte culpable de eso.

— ¿Eran ellos? — Asiento sin poder creerlo y asiento. — Me lo hubieras dicho desde el principio. — No puedo creer que me llegue a sentir culpable por unos malnacidos como ellos.

— Pensé que sería mejor no hacerte recordar los momentos desagradables. — Respira profundamente haciendo un lado mi cabello y hunde su rostro en mi cuello. — Perdóname. — Siseó en un hilo de voz, suave y calmado.

— ¿Qué? — Su voz había cambiado extrañamente.

— Por lo que te dije en la oficina. — Mi cuerpo se tensa recordando aquellas palabras. — Perdóname preciosa. Jamás fue mi intención decirte esas palabras, deje que el enojo me controlará. Así que Perdóname por las palabras hirientes que te dije. — Se aleja mirándome.

Sus palabras no era algo que pudiera perdonar fácilmente, aquellas palabras seguían grabadas ahí en mi mente y por más que trataba de olvidarlo era imposible.

Además, lo sabía claramente, esa no sería la primera vez que él me lastimaría de esa manera si siguiera a su lado. Mi mejor opción es romper esa alianza y terminar con todo eso.

— Bájame. — Niega sin ninguna intención soltarme.

— Por favor gatita.

— Incluso si te perdono ahora lo volverás a hacer Nikolay. — Me mira ante mis palabras. — Yo sé que tú siempre me vas a lastimar y me niego a ello. No quiero ser tu plato de segunda mesa ni menos un reemplazo.

— No... — Baja la cabeza. — Yo no.

— Si lo vas a negar, mírame a los ojos. — Me muerdo los labios al ver cómo su mirada sigue en el suelo. — Ves. — Sonrió con tristeza. Al final tenía razón. — Quiero romper la alianza que hicimos. — Vuelvo a repetir. Al final quien terminaría lastimándose sería yo, sin importar las cosas. Ya me he lastimado demasiadas veces en esta vida como para salir lastimada de nuevo, ya estaba cansada de esas heridas, que sin importar cuando tiempo pase jamás se van a sanar.

— Sabes mi respuesta y es rotundo, no.

— Bájame, ya no hay caso hablar contigo. — Nuevo mis pies esperando que me suelte, sabía que sin importar mis palabras, él jamás estaría de acuerdo que nuestra alianza se rompiera.

— ¿Qué debería hacer para que me perdones? — Pregunta dejándome bajar.

— Tal vez si aceptas romper la alianza. — Lleva su mano en su cabello suspirando con frustración.

— No.

— Entonces no esperes mi perdón. — Dicho eso, me comienzo a alejarme.

— Qué pasaría si te dijera que sé quién mató a tus padres. — Me detuve en seco al escuchar sus palabras. — ¿Dejarías de insistir en romper la alianza? — Aprieto los puños con fuerza.

Esa alianza solamente serían por seis meses y ya han pasado dos, quedan cuatro meses para que sea inválido y todo terminé, estaba claro que sin importar mis palabras él no me dejaría ir. Después de todo, lo mejor era esperar que eso cuatro meses pasarán corriendo.

— Quién es el asesino. — Me di vuelta mirándolo.

— Respóndeme primero, dejarás de insistir. — Me mordí el labio y sus ojos no se despegan de los míos, estaba esperando la respuesta que quería escuchar.

— De acuerdo, dejaré de insistir. — Asiento levemente, haría todo con tal de saber quién fue el malnacido que mató a mis padres. — Ahora dime.

— Te lo diré, cuando nuestra alianza haya terminado. — Se acerca quedando en frente de mí.

— Desgraciado... — Aprieto los dientes con enojo, que me hizo pensar que me lo diría así de fácil, no llevamos ni la mitad de los meses.

— Sería injusto — Su dedo pulgar acaricia mis labios. — Si consigues todo de uno solo, mientras que yo no. — introduce su dedo en mi boca separando mis dientes. — ¿No estás de acuerdo gatita?

— ¿Qué quieres entonces?

— Irás a trabajar en la empresa como mi secretaria, justo como ayer.

— No quiero. — Me negaba rotundamente regresar a esa empresa y seguir usando el nombre de Evelyn.

— Sabes que no tienes opción. — Sonríe cínicamente. — Si es que quieres saber quién es el asesino de tus padres. — Alejó su mano de manotazo.

— No me vuelvas a tocar. — Gruñó enojada; sin embargo, eso no fue suficiente para él, tomándome en la cintura.

— No lo olvides en la empresa, seguiremos actuando como pareja.

— ¡Vete al diablo! — Lo empujó lejos de mí. — ¡Bien! ¡Haré lo que dices, regresaré en esa maldita empresa y seguiré usando el nombre de Evelyn, Pero después de los cuatro meses que quedan, quiero que me digas quién es la persona que mató a mis padres! Y por último. — Esta vez soy quien se acerca. — Quiero que me dejes ir, no quiero ni verte después de eso. Seremos como desconocidos, incluso si llegamos a cruzarnos en la calle. ¡No quiero que me hables!

— Gatita. — Intenta tomarme del brazo y lo esquivo a tiempo.

— ¡Y es la última vez que intentas tocarme!

— Ophelia — No le dejé hablar y simplemente entré en mi habitación cerrando la puerta en su cara.

Está bien, después de todo el tiempo pasa rápido, esos cuatro meses pasan volando, me dirá quién es el asesino y saldré de aquí para no verlo jamás en mi puta.

Es increíble como ese hombre se encarga de destruir todo en tan solo unos segundos. 

En Los Brazos De La Bestia [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora