Charlotte siempre fue tratada como "la chica fea", sus familiares, amigos y conocidos solían discriminarla por su apariencia.
En el transcurso de los años aprendió a vivir con eso, mejor dicho, a aceptar que era una "chica fea", ganándose un mal tra...
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Engfa entraba al salón de clases mientras sostenía la tira de su bolso, esta miró su mesa en la cual estaba su casco con un montón de paletas de dulce y una pequeña nota.
Gracias por no matarme, al parecer te gustan mucho estos dulces... Fue difícil recuperarlo, pero te lo prometí.
Engfa sonrió al ver la carta, esta tomó una paleta del casco, le quitó la envoltura y la introdujo a su boca con una sonrisa de niña pequeña cuando consigue lo que quiere.
Sacó su celular y le escribió a Charlotte.
Charlotte Austin
Tengo hambre.
7:02 a.m.
¿No desayunaste?
7:03 a.m.
No, busca comida, nos vemos en la azotea.
7:04 a.m.
Engfa sonrió con la paleta en la boca, guardó su celular en el bolsillo y se fue directamente hacia la azotea.
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Después de 10 minutos Charlotte llegó a la azotea toda agitada, sudada y con bolsas en sus manos, Engfa se encontraba sentada en una mesa de madera.
Esta se levantó y rápidamente se acercó a Charlotte ayudándole con las bolsas.
—Ya me voy, adiós —dijo Charlotte, saliendo rápidamente de ahí, completamente cansada.
—¡Oye! Espera... —dijo Engfa, pero Charlotte ya se había ido.
