Charlotte siempre fue tratada como "la chica fea", sus familiares, amigos y conocidos solían discriminarla por su apariencia.
En el transcurso de los años aprendió a vivir con eso, mejor dicho, a aceptar que era una "chica fea", ganándose un mal tra...
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2 años después.
—¡Eso, mantén esa pose! ¡Sonríe más! —gritaba un fotógrafo mientras la modelo posaba en el gran fondo blanco.
—¡Lo estás haciendo muy bien, Mookda! ¡Perfecta! —gritaba su representante dándole ánimos a la chica
Charlotte veía todo muy atenta desde un lado, esperando su turno para participar. El flash de la cámara relucía en la habitación mientras el fotógrafo gritaba cosas.
—¡Fabulosa! —gritó el fotógrafo tomando miles de fotos.
—¡Retoquen su cabello y su maquillaje! —gritó el representante y Charlotte rápidamente se acercó a Mookda para retocar su maquillaje.
Charlotte aplicó rubor, polvo y le retocó sus labios rápidamente mientras la chica la miraba.
—Entonces Charlotte, ¿cuándo me vas a presentar a Chompu? Al parecer son muy amigas, siempre la veo a tu lado —dijo Mookda curiosa.
—Sí... somos algo así como mejores amigas... Nos conocemos desde pequeñas —dijo Charlotte, concentrada.
—Chompu me parece muy linda. ¿Sabes si está saliendo con alguien? —preguntó Mookda interesada.
—Sí, lleva un año de relación con Nudee, no sé si la conoces, es una cantante muy famosa y es una persona maravillosa —dijo Charlotte y Mookda frunció el ceño.
—Nunca había escuchado nada sobre ella —mintió Mookda rodando los ojos, claro que la conocía.
—Cierre los ojos —dijo Charlotte tomando un spray para sellar el maquillaje y Mookda cerró sus ojos, sintiendo el spray sobre su rostro.
—¿Eres fan de Engfa Waraha? —preguntó Mookda aún con los ojos cerrados.
—¿Uh? —dijo Charlotte confundida por la repentina pregunta.
—Tienes de fondo de pantalla a Engfa en tu celular —dijo Mookda abriendo sus ojos y Charlotte entendió.
—Sí, se puede decir que soy su fan número uno —dijo Charlotte divertida y Mookda asintió.
—Quiero café —dijo Mookda mientras Charlotte guardaba el maquillaje en un bolso.
—Oye, ¿qué no escuchaste? Quiero café —escupió Mookda.
"¿Por qué no vas y lo buscas tú misma?", pensó Charlotte.
—Oh... sí, enseguida te lo traigo —dijo Charlotte y esta asintió.
Charlotte salió corriendo hacia la cafetería y pidió rápidamente un café para regresar a la sala de la sesión y entregárselo a Mookda. Esta llegó toda agitada con el café en sus manos.
