Charlotte siempre fue tratada como "la chica fea", sus familiares, amigos y conocidos solían discriminarla por su apariencia.
En el transcurso de los años aprendió a vivir con eso, mejor dicho, a aceptar que era una "chica fea", ganándose un mal tra...
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Una Engfa de 9 años corría por toda la casa mientras su padre la perseguía.
—¡Engfa ha derrotado a casi todo el equipo contrario! ¡Solo le falta un jugador para poder encestar! —gritó Liam, poniéndose en forma de defensa para que Engfa no pudiera pasar. Estos jugaban a que estaban en un partido de baloncesto muy importante.
Engfa miraba concentrada a su padre mientras sostenía el balón de baloncesto entre sus pequeñas manos.
Liam movió sus manos intentando quitarle el balón a Engfa, pero esta se deslizó entre las piernas de su padre estratégicamente.
—¿Uh? —dijo Liam sorprendido al ver cómo su hija había pasado por debajo de sus piernas derrotándolo.
—¡Engfa va a encestar! ¡Lo va a haceeeer! ¡Y encestó! ¡Ganamoooos! —gritó Engfa celebrando mientras le sacaba la lengua a su padre y este soltó una carcajada.
—¡Esa es mi niña! —gritó Liam divertido mientras tomaba a Engfa de sus brazos, alzándola y abrazándola con cariño.
—Te gané —dijo Engfa divertida y Liam asintió.
—Eres la mejor jugadora de baloncesto —dijo Liam, orgulloso.
—Lo sé —dijo Engfa sonriente y Liam sonrió.
—Engfa —dijo Liam y Engfa lo miró atenta.
—Papá te ama mucho —dijo Liam, dándole besos en sus mejillas.
—¡Yo también te amo mucho! —gritó Engfa sonriente mientras recibía los besos de su padre.
—Oigan deportistas, en vez de encestar balones en todo lo que sea hondo, ¿por qué no me ayudan a lavar toda esta ropa sucia? Ya que los veo muy energéticos —preguntó la señora Waraha divertida mientras sacaba el balón de baloncesto de la cesta.
—Emm, lo siento mamá... acabo de recordar que... tengo que ir a hacer tareas a la casa de Chompu —mintió Engfa saliendo rápidamente de ahí y la señora Waraha se quedó mirando fijamente a Liam con una mano en su cintura.
—Y... yo tengo que ir... a... asegurarme de que Engfa haga la tarea. ¡Ya voy, hija! —dijo Liam intentando escapar, pero su esposa rápidamente lo tomó de las manos evitándolo.
—Tú te vienes conmigo —dijo la señora Waraha divertida mientras lo arrastraba y Liam hizo un berrinche al no poder escapar como su hija.
Engfa corría hacia la casa de Chompu que quedaba a unas cuantas casas lejos de la de ella. Esta al llegar, abrió una ventana y entró a la casa.
