Charlotte siempre fue tratada como "la chica fea", sus familiares, amigos y conocidos solían discriminarla por su apariencia.
En el transcurso de los años aprendió a vivir con eso, mejor dicho, a aceptar que era una "chica fea", ganándose un mal tra...
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Charlotte no había podido dormir muy bien, ya que se sentía enferma. Esta se levantó de su cama y se puso sus sandalias mientras veía cómo Heidi y Tina dormían cómodamente, ya eran las seis y media de la mañana. Charlotte salió de su habitación y comenzó a caminar débilmente hacia afuera para tomar aire fresco.
Chompu se encontraba afuera leyendo, ya que suele tener problemas para dormir en lugares distintos a su casa, esta alzó su mirada al notar como Charlotte salía con su pijama de conejitos. Chompu sonrió divertida y decidió llamar su atención.
—¡Charlotte! —gritó Chompu llamándola, Charlotte detuvo sus pasos y miró a Chompu, pero sus ojos comenzaron a cerrar lentamente y sus piernas comenzaron a fallar, Chompu rápidamente dejó su libro a un lado y corrió hacia Charlotte tomándola de los brazos.
—¡Charlotte! ¡¿Qué te sucede?! —preguntó Chompu con Charlotte en brazos, esta se había desmayado.
Chompu pasó su mano por la frente de Charlotte, su temperatura estaba muy alta.
—Dios mío... Tienes mucha fiebre —dijo Chompu preocupada, esta cargó a Charlotte entre sus brazos y la llevó adentro, dejándola sobre un sofá del hotel.
Chompu corrió a su habitación para buscar algún medicamento y le pidió a uno de los empleados que le diera una toalla con agua.
Ahora se encontraba ahí con ella, Chompu comenzó a dar ligeros toques con la toalla mojada en el rostro de Charlotte.
Sus labios y rostro estaban pálidos, seguramente era un resfriado. Pensó Chompu
Charlotte abrió lentamente sus ojos viendo a la pelinegra que la miraba preocupada.
—¿Qué sucedió? —preguntó Charlotte llevando su mano a su cabeza. Chompu le ayudó a sentarse y Charlotte cerró sus ojos, débil.
—Tomate esto... Creo que atrapaste un resfriado —dijo Chompu sentándose a su lado y dándole una pastilla, Charlotte la tomó entre sus dedos, Chompu le dio agua y esta la pasó por su garganta.
Charlotte le dio la botella a Chompu después de tomar la pastilla y cerró sus ojos.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Chompu.
Charlotte no respondió, esta dejó su cabeza en el hombro de Chompu mientras descansaba, se sentía muy débil.
Chompu soltó un suspiro y posó su mano sobre la de Charlotte mientras esta dormía con su cabeza en su hombro.
Una castaña que bajaba de su habitación se encontró con las dos mujeres en el sofá, Engfa detuvo sus pasos mientras veía la interacción de Charlotte y Chompu.
Chompu sacó de su bolsillo una pulsera que había hecho esta mañana con flores; esta alzó la mano de Charlotte y le colocó con mucha delicadeza la pulsera. Chompu sonrió tiernamente al ver lo lindo que le quedaba, pero bajó su sonrisa al ver a Engfa.
