CAPÍTULO 61

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Agh, ni siquiera fue capaz de contestar mis mensajes en todo este tiempo y ahora actúa como si nada, quiero matarla —bufó Charlotte mientras caminaba hacia su oficina.

—¡Buenos días, señorita Austin! —gritó su secretaria con una sonrisa.

—Buenos días, Sarah —dijo Charlotte amablemente.

Charlotte posó su mano en el mango de la puerta y lo giró para entrar a su oficina. Esta frunció el ceño confundida al ver a alguien sentado al frente de su escritorio. No podía ver quién era, porque estaba de espaldas, así que rápidamente llamó la atención de su secretaria.

Sarah, ¿me puedes decir quién está en mi oficina? —preguntó Charlotte susurrando y Sarah asintió emocionada.

—Señorita Austin, le tengo una gran noticia. Engfa Waraha está aquí —dijo Sarah emocionada y Charlotte soltó un gran suspiro frustrada.

—¿Por qué la dejaste pasar? Sabes que no me gusta que dejes entrar personas a mi oficina sin mi permiso —dijo Charlotte enojada y Sarah la miró confundida.

—Lo siento, solo pensé que...

Engfa al escuchar a Charlotte, dejó la revista que estaba leyendo en el escritorio de la castaña y se levantó de la silla.

—Charlotte Jane Austin —interrumpió Engfa acercándose a las dos mujeres con una gran sonrisa en sus labios.

—¡Oh! —susurró Sarah nerviosa al ver a Engfa tan cerca. Esta vestía un traje negro y su cabello estaba un poco alborotado; estaba muy elegante.

Charlotte cerró sus ojos controlándose y después soltó un suspiro ya calmada.

—Sarah, no quiero que vuelvas a hacer esto —dijo Charlotte, mirando fijamente a su secretaria e ignorando a Engfa.

Pero señorita Austin, es Engfa Waraha... Pensé que iba a estar feliz de que una de las mejores jugadoras de baloncesto esté en su empresa —dijo Sarah confundida.

—Oh, me halagas —dijo Engfa divertida y Sarah sonrió embobada.

—Eres muy linda, soy tu fan... En serio, he visto todos tus partidos —dijo Sarah emocionada mientras pasaba sus manos por el brazo de Engfa.

—Sarah, ¿no tienes trabajo que hacer? —preguntó Charlotte secamente y Sarah soltó un suspiro.

—Sí, volveré al trabajo —dijo Sarah, comenzando a caminar hacia su puesto sin dejar de mirar a Engfa con una sonrisa. Esta chocó en el camino con el bote de basura y cayó al piso, pero aun así sonrió mirando a la basquetbolista completamente embobada.

—¿Estás bien? —preguntó Engfa divertida.

¡Estoy perfectamente bien! —gritó Sarah levantándose del suelo con una gran sonrisa y Engfa soltó una carcajada.

True Beauty / Englot...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora