Capítulo 5 - Signos de episodio

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Lillian Luthor había estado luchando con sus demonios internos durante gran parte de su vida. En los últimos meses, sus episodios de bipolaridad habían sido particularmente intensos, oscilando entre la euforia maníaca y la depresión más profunda. El psiquiátrico, a pesar de ser un lugar de refugio y tratamiento, se había convertido en un campo de batalla para ella, donde cada día era una lucha para mantener el equilibrio.

Aquella mañana, la Dra. Zor-El, se acercó a la habitación de Lillian. Había recibido informes de los enfermeros sobre la agitación inusual de Lillian desde la madrugada. Al entrar, encontró a la mayor en un estado de frenesí, hablando sola, mientras movía sus manos de manera errática y caminaba de un lado a otro. Su rostro mostraba una mezcla de euforia y ansiedad, sus ojos brillaban con una intensidad casi enfermiza.

—¡Kara! ¡Kara!— exclamó Lillian al ver a la doctora, su voz era aguda y temblorosa.

—He tenido una epifanía, una revelación. ¡Todo tiene sentido ahora!— continuó hablando rápidamente, sin pausa para respirar. —Necesitamos hacer algo, algo grande. Un proyecto, una campaña... algo que sacuda al mundo.

Kara mantuvo una expresión calmada y profesional, pero interiormente estaba preocupada. Lillian estaba mostrando todos los signos de un episodio maníaco severo: habla rápida, ideas grandiosas, impulsividad y falta de necesidad de dormir.

—Lillian, parece que tienes muchas ideas interesantes— dijo Kara, tratando de bajar el ritmo de la conversación. —¿Cuánto tiempo has estado sintiéndote así? ¿Has dormido algo?

—Dormir es una pérdida de tiempo— respondió Lillian, descartando la pregunta con un gesto de la mano. —¿Para qué dormir cuando puedes cambiar el mundo? Estoy en el punto más alto de mi vida, Kara. ¡Tengo tanta claridad!— sus ojos se movieron rápidamente, buscando algo en la habitación que solo ella podía ver.

La doctora se acercó a ella, manteniendo una distancia prudente, pero tratando de establecer una conexión.

—Lillian, me alegra verte tan apasionada, pero el sueño es esencial para tu salud— dijo con suavidad. —¿Te has sentido así antes?

Lillian se detuvo, su mirada se volvió hacia Kara con un brillo desafiante.

—¿Antes? ¿Qué importa el antes? ¡Esto es ahora!— su tono se tornó más agudo que al principio. —Todos ustedes siempre intentan detenerme, mantenerme bajo control. Pero no pueden, nadie puede. ¡Soy una Luthor! Estoy destinada a la grandeza.

Kara sintió que la situación se volvía más delicada. Lillian estaba mostrando síntomas claros de grandiosidad y una desconexión preocupante de la realidad. Necesitaba encontrar una manera de calmarla sin desencadenar más agitación.

—No estoy aquí para detenerte, Lillian— dijo Kara, manteniendo su voz serena. —Solo quiero ayudarte a encontrar una manera de canalizar toda esta energía de una forma saludable. Podemos trabajar juntas en eso. ¿Qué tal si nos sentamos a hablar?

Lillian parecía no escucharla. Empezó a caminar de nuevo, esta vez con más rapidez y desorden, como si tratara de huir de algo invisible.

—¡No necesito ayuda! ¡No necesito que me protejan!— gritó y su voz resonó en la pequeña habitación. —Puedo con esto, puedo con todo. ¡No saben de lo que soy capaz!

Kara se mantuvo firme, pero su preocupación crecía. Lillian estaba al borde de un colapso y necesitaba intervención. En un movimiento calculado, Kara presionó el botón de emergencia que se encontraba en la pared detrás de ella, alertaba al personal médico del hospital para que estuvieran preparados para intervenir si la situación empeoraba.

𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora