El día había sido largo y agotador. Kara apenas podía mantener los ojos abiertos mientras caminaba por el pasillo hacia su apartamento. Cada paso se sentía pesado después de todo lo que había ocurrido en el hospital. Al llegar a la puerta, sacó las llaves de su bolso y abrió lentamente, la calidez de su hogar le ofreció un alivio instantáneo.
Dentro del apartamento, las luces estaban atenuadas, y una suave música clásica llenaba el ambiente. El aroma a comida casera flotaba en el aire, trayendo consigo una sensación de calma que Kara necesitaba desesperadamente. Dejó su bolso y abrigo en la entrada, quitándose los zapatos con un suspiro de alivio.
—¿Diana?— Kara llamó a su novia a mitad del pasillo, era muy raro encontrarse con ella temprano en la casa. Normalmente llegaba pasadas las dos de la madrugada.
Diana Prince, se encontraba en la cocina, vestida con un delantal sobre su atuendo casual. Al ser médico quirúrgico era raro verla en el apartamento y no en el hospital. Hoy era su día libre y lo había olvidado por completo.
—Hola, amor. ¿Cómo estuvo tu día? — preguntó Diana, acercándose a Kara y envolviéndola en un abrazo.
Kara dejó escapar un suspiro cansado mientras se acercaba a Diana y la abrazaba, hundiendo su rostro en el cuello de su novia. El aroma familiar de la morena la envolvió, ayudándola a relajarse un poco.
—Ha sido un día largo y difícil. Tuvimos un par de crisis en el hospital y estoy agotada— respondió Kara, cerrando los ojos y disfrutando del contacto.
Diana acarició suavemente el cabello de Kara. La entendía perfectamente, ese agotamiento. La morena la sostuvo un poco más, acariciando esta vez su espalda.
—Lo siento mucho, amor. Sé lo agotador que puede ser. Pero estás en casa ahora, y voy a cuidar de ti esta noche— Kara se apartó ligeramente, mirando a Diana con una mezcla de gratitud y cansancio.
—Gracias. No sé qué haría sin ti— dijo, sus labios curvándose en una pequeña sonrisa. Diana le tomó la mano y la llevó al sofá, donde había preparado una manta y algunos cojines adicionales.
—He hecho tu plato favorito para la cena. Pero antes de eso, ¿qué te parece un baño caliente? — Kara asintió, sintiéndose abrumada por el amor y el cuidado de su novia.
—Si que me conoces bien— dijo la rubia acercándose para dejar un casto beso en sus labios.
—Preparé el baño y puse algunas velas. Te hará sentir mucho mejor— continuó Diana.
—Eso suena perfecto. Eres un ángel, ¿lo sabías? — Diana rio suavemente y le dio un beso en la frente.
—Solo quiero que te sientas bien. Vamos, te llevaré al baño.
—¿También me ayudarás a bañar? — preguntó Kara a lo que la morena solo sonrió.
Diana guio a Kara al baño, donde el vapor suave y el aroma de lavanda llenaban el aire. Las velas estaban dispuestas en las esquinas de la bañera, creando un ambiente relajante. Kara se desvistió lentamente, sintiendo cómo el estrés comenzaba a desvanecerse. Se sumergió en el agua caliente, cerrando los ojos y dejando escapar un suspiro de alivio. La morena se inclinó y la besó suavemente en los labios, transmitiendo todo su amor en ese gesto. Después de unos momentos, Kara se incorporó un poco y miró a Diana con deseo en sus ojos.
—Ven aquí— dijo la rubia en un tono más bajo y seductor. Diana sonrió y se desnudó lentamente, permitiendo que Kara la admirara.
Una vez desnuda, Diana se unió a Kara en la bañera y el agua caliente las rodeó a ambas. Kara la atrajo hacia sí y sus labios se encontraron en un beso apasionado.
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𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanfictionKara Zor-El es una doctora altamente respetada en el hospital psiquiátrico de National City, conocida por su frialdad y profesionalismo con sus colegas, pero con una calidez única para sus pacientes. Su vida da un giro cuando le asignan a Lillian Lu...