La mañana se había instalado con tranquilidad en el hospital. Las sombras de los altos edificios circundantes se alargaban, proyectando un manto de calma sobre el jardín interior donde los pacientes solían pasear para tomar el sol. La Dra. Zor-El se sentó en su oficina, el lugar donde tantas veces había compartido pensamientos y sentimientos profundos con sus pacientes. La habitación estaba iluminada suavemente por la luz natural que entraba por las grandes ventanas, creando un ambiente sereno y contemplativo.
Kara ajustó su silla frente al escritorio, preparándose para recibir a Lillian Luthor para su primera sesión luego de la suspensión. La mente de Kara estaba ocupada con múltiples pensamientos, pero su expresión era la de una profesional enfocada y serena. La sesión con Lillian tenía un carácter especial hoy, era una oportunidad para explorar un tema delicado, pero con el cuidado y la sutileza que siempre había caracterizado su enfoque.
La puerta se abrió lentamente y Lillian entró con una elegancia serena, su porte, aunque marcadamente más relajado que en sus primeras sesiones, seguía cargado de una dignidad que parecía desafiar las circunstancias de su presente. Se acomodó en la silla frente a Kara con una tranquilidad que denotaba confianza en el proceso terapéutico y en la relación que habían construido.
—Buenos días, Lillian. Me alegra verte— dijo Kara con una sonrisa cálida.
—Buenos días, doctora— respondió Lillian.
—¿Cómo estás hoy? — preguntó Kara.
Lillian hizo una pausa, considerando la pregunta con una reflexión que indicaba el progreso hecho. Su postura era erguida, pero sin la rigidez que había sido característica en el pasado.
—Estoy bien— dijo finalmente Lillian. —Las cosas han estado en un equilibrio... aceptable. Me he estado enfocando en las pequeñas cosas que solía descuidar.
Kara asintió, reconociendo el avance en la actitud de Lillian. Era evidente que la paciente había trabajado en sus propias estrategias para manejar la vida con una nueva perspectiva.
—Me alegra oír eso— respondió Kara. —A veces, los pequeños cambios pueden tener un gran impacto.
—Sí— concordó Lillian. —Y hablando de cambios, he oído que hubo algunas modificaciones en el equipo del hospital. La Dra. Arias parece estar haciendo un buen trabajo.
Kara notó la insinuación en la observación de Lillian, entendiendo que la paciente estaba buscando información más allá de lo superficial.
—La Dra. Arias ha estado muy comprometida con el bienestar de los pacientes— comentó Kara, manteniendo un tono neutral. —Ha sido una transición difícil, pero creo que estamos en una buena dirección.
—¿Y cómo has estado manejando la transición tú misma? — preguntó Lillian, su mirada atenta y observadora.
Kara se permitió un leve suspiro, reconociendo la preocupación subyacente en la pregunta.
—He estado bien— dijo Kara con sinceridad. —Los cambios siempre son desafiantes, pero he estado tratando de enfocarme en lo que puedo controlar y adaptarme a las nuevas circunstancias.
Lillian observó a Kara durante un momento, su mirada introspectiva. Había un aire de confianza en ella que antes no estaba presente, una señal clara del trabajo que había hecho en su propio proceso.
—Eso es comprensible— dijo Lillian finalmente. —El cambio puede ser difícil, pero parece que lo estás manejando bien.
Kara sonrió ligeramente, apreciando el reconocimiento de Lillian. Había sido un camino largo, pero estaba claro que la paciente estaba observando y valorando el esfuerzo de su doctora.
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𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanfictionKara Zor-El es una doctora altamente respetada en el hospital psiquiátrico de National City, conocida por su frialdad y profesionalismo con sus colegas, pero con una calidez única para sus pacientes. Su vida da un giro cuando le asignan a Lillian Lu...