La atmósfera en la oficina de Lena estaba cargada de una tensión silenciosa. Como si cada una estuviera esperando que la otra dijera algo, pero sin saber por dónde continuar. Kara miraba sus manos que seguían juntas con las de Lena, buscando las palabras para expresar lo que sentía sin destruir lo que quedaba de su vida.
Lena, por su parte, la observaba con curiosidad y preocupación. Había visto a Kara en muchos estados emocionales, pero nunca así: tan vulnerable, tan rota. Finalmente, fue Lena quien rompió el silencio.
—Kara...— su voz era suave. —No tienes que decirme todo si no quieres, pero... creo que es importante que hablemos de...
La doctora levantó la vista, encontrando los ojos de Lena. La profundidad en ellos, la forma en que la miraba, como si realmente la entendiera... eso hizo que las defensas de Kara se derrumbaran un poco más.
Kara apretó la mano de Lena, mientras se preparaba para continuar hablando. Sabía que estaba en un punto crucial, donde cualquier cosa que dijera o hiciera podría cambiar su vida para siempre.
—Lena— comenzó, sin dejar de ver a la pelinegra a los ojos. —Nunca había sentido algo así antes y mucho menos que me hiciera dudar tanto, esta mezcla de confusión y deseo. Me asusta lo fuerte que es, lo difícil que me resulta controlarlo.
Lena observó a Kara en silencio, permitiéndole hablar a su propio ritmo. La pelinegra podía ver el conflicto en los ojos de la doctora.
—Y lo que más me asusta...— continuó Kara. —...es que no sé si estoy lista para dejar atrás a Diana. Aún la amo y no quiero que lo que siento por ti la lastime más de lo que ya lo he hecho. Pero al mismo tiempo... no puedo ignorar lo que siento por ti. No puedo seguir fingiendo que no me importas de esa manera.
Lena asintió lentamente, entendiendo la magnitud de lo que Kara estaba diciendo. Sabía que cualquier relación entre ellas podría ser complicada, había muchas heridas abiertas y emociones no resueltas. Pero también sabía que lo que sentía por Kara era real y que no podía simplemente apartarse.
—Kara, no tienes que tomar una decisión inmediata. Pero lo que sí tienes que hacer es ser honesta contigo misma. Si aún amas a Diana, si sientes que no es el momento adecuado para explorar lo que podría haber entre nosotras, entonces eso es lo que debes hacer. Pero si sientes que lo nuestro merece una oportunidad, de todas formas, estaré a tu lado, pase lo que pase.
Kara sintió que sus emociones la abrumaban más, pero esta vez no trató de reprimirlas. Sabía que Lena tenía razón, tenía que ser honesta, no solo con Lena, sino consigo misma. Tenía que enfrentarse a lo que realmente sentía, sin importar cuán doloroso resultara ser.
—Diana siempre será importante para mí, pero ahora... siento que lo que podría tener contigo es algo que también debo explorar. Algo que, si lo dejo pasar, podría lamentar para siempre.
Lena sintió alivio y tristeza al mismo tiempo, la forma en que Kara hablaba la hizo entender que de verdad amaba a Diana, profundamente. Y sabía que esto no era el final de las complicaciones, pero las palabras de Kara también le daban esperanza de que podrían encontrar una manera de estar juntas sin lastimar a nadie más de lo necesario.
—¿Estarías dispuesta a dar un paso hacia adelante conmigo? ¿A ver a dónde nos lleva esto? — preguntó Lena, apretando ligeramente la mano de Kara.
Kara se le quedó viendo. Por fin había tomado una decisión, aunque todavía habría muchas cosas que resolver. Pero en ese momento, sentía que estaba haciendo lo correcto.
—Sí— respondió. —Estoy dispuesta a intentarlo, a ver qué puede ser esto entre nosotras.
El alivio en los ojos de Lena fue evidente, y por un momento, ambas simplemente se quedaron allí, compartiendo esa conexión silenciosa que decía más que cualquier palabra. Lena se inclinó hacia adelante, su rostro a solo unos centímetros del de Kara, esperando alguna señal, alguna indicación de que su cercanía estaba bien.
Kara no retrocedió. En cambio, dejó que la tensión que había sentido durante todo ese tiempo se desvaneciera, permitiendo que sus emociones la guiaran. Cerró los ojos y, lentamente, acercó sus labios a los de Lena, sintiendo otra vez el suave roce de su piel. Fue un beso tierno, pero breve, y en ese instante, todo cambió.
Cuando Kara abrió los ojos, miró a Lena con determinación. Sabía que lo que acababa de suceder no era un simple impulso, sino una decisión consciente de abrir una puerta que había preferido mantener cerrada.
Lena, aun sintiendo el calor de los labios de Kara sobre los suyos, se quedó en silencio, absorbiendo lo que acababa de suceder. A pesar de que el beso había sido suave, sus emociones eran intensas y el espacio entre ellas parecía lleno de electricidad.
—Kara— dijo Lena, rompiendo el silencio con un susurro. —No tienes idea de cuánto significa esto para mí. Sé que desde que confesé mis sentimientos te compliqué mucho más las cosas, pero estoy dispuesta a intentarlo si tú lo estás.
Kara asintió, sintiendo una oleada de alivio al escuchar las palabras de Lena. Sabía que había tomado una decisión importante, pero también sabía que aún quedaban muchas preguntas por responder, muchas emociones que manejar.
—Lo estoy, Lena— respondió Kara. —Pero necesito ser honesta contigo. Aún no tengo todas las respuestas y lo que siento por Diana no va a desaparecer de la noche a la mañana, quiero ser justa contigo y conmigo misma.
Lena entendía perfectamente lo que Kara estaba diciendo. Sabía que este era solo el comienzo de un proceso largo y complicado, pero el simple hecho de que Kara estuviera dispuesta a explorar lo que había entre ellas era suficiente por ahora.
—Lo sé, Kara— dijo Lena, con una pequeña sonrisa. —Sé que esto no se resolverá de inmediato y que llevará un tiempo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase. Podemos tomarnos nuestro tiempo. Para esto no hay prisa.
Kara se sintió agradecida por la comprensión de la pelinegra. Sabía que no era justo pedirle que esperara mientras ella resolvía sus propios problemas, pero la disposición de Lena a hacerlo le daba esperanza de que tal vez, solo tal vez, podrían encontrar un equilibrio entre lo que era y lo que podría ser.
—Gracias— dijo Kara con sinceridad.
Lena la miró con ternura, sintiendo que, a pesar de las dificultades que podrían venir, estaban en un buen camino. Sabía que habría momentos de duda y dolor, pero también sabía que lo que sentía por Kara valía la pena.
Se quedaron en silencio por un instante más, dejando que la tranquilidad del instante las envolviera. Lena rompió el silencio con una ligera risa, una risa que parecía aliviar la tensión que todavía colgaba en el aire.
—Bueno, esto definitivamente no es cómo imaginaba que sería mi día de trabajo— dijo con una sonrisa juguetona. Kara también sonrió, sintiendo que la oscuridad que había estado pesando sobre ella se disipaba un poco. Lena se inclinó hacia Kara una vez más, esta vez colocando un suave beso en su mejilla antes de levantarse con una sonrisa.
Kara observó a Lena mientras se levantaba, sintiendo que una nueva realidad se estaba asentando en su vida. Había dado un paso que no podía deshacer, pero al mismo tiempo, sentía que era el único camino que podía tomar. Lena se dirigió hacia la ventana, dejando que la luz del mediodía iluminara su rostro. Parecía perdida en sus pensamientos por un momento antes de volverse hacia Kara.
—Habrá momentos en los que ambas nos cuestionemos si esto es lo correcto. No busco una solución rápida, sino algo real, algo que valga la pena.
—Lo que más me asusta es que esta decisión podría alejarnos de las personas que más nos importan. Diana... ella era mi refugio y ahora todo se siente como un caos. Pero no quiero seguir viviendo en esa confusión. Necesito claridad y creo que tú eres parte de eso— dijo Kara.
Lena se acercó de nuevo, sus pasos eran lentos pero decididos. Tomó la mano de Kara, como si tratara de transmitirle su apoyo sin necesidad de palabras.
—No quiero que esto te haga sentir atrapada— dijo Lena, con sus ojos fijos en los de la doctora.—Quiero que sientas que tienes opciones, que puedes elegir lo que realmente es mejor para ti. Si en algún momento sientes que esto no es lo que quieres, lo aceptaré. No quiero ser una carga para ti, sino alguien que te apoye y en quien puedas confiar.
ESTÁS LEYENDO
𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanficKara Zor-El es una doctora altamente respetada en el hospital psiquiátrico de National City, conocida por su frialdad y profesionalismo con sus colegas, pero con una calidez única para sus pacientes. Su vida da un giro cuando le asignan a Lillian Lu...