Capítulo 25 - Futuros cambios

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El hospital estaba envuelto en una calma inquietante mientras la noche avanzaba. Los pasillos, usualmente bulliciosos, ahora resonaban con el eco de los pasos firmes de Kara. Durante días, había trabajado incansablemente, asegurándose de que todo estuviera en orden. Su preocupación principal era que no se filtrara ningún tipo de información, ni sobre Lillian ni sobre ningún otro paciente, sin la autorización adecuada. El compromiso con el hospital y, especialmente, con Lena, la impulsaba a tomar cada decisión con una precisión casi obsesiva. No podía permitirse ningún error, no cuando sabía cuánto confiaba Lena en ella.

Cada instrucción que daba al personal llevaba el peso de esa responsabilidad. Kara sentía la tensión constante en sus hombros, pero no se permitía un respiro. Sabía que cualquier desliz podría tener consecuencias irreparables y no estaba dispuesta a permitir que eso sucediera. Le había prometido a Lena que se encargaría y cumpliría con su palabra, sin importar lo que costara.

Mientras Kara se aseguraba de que todo estuviera bajo control, Lena tomaba sus propias medidas. Sabía que era hora de actuar de manera más contundente y rápida. Convocó a una reunión con su equipo legal, sus pensamientos claros y enfocados en lo que debía hacerse. Cuando todos estuvieron sentados alrededor de la gran mesa de conferencias, Lena comenzó con la reunión.

—Señores, tenemos un problema serio, pero no está relacionado con la compañía. El Dr. James Olsen ha violado la confidencialidad de mi madre al hablar públicamente sobre su estado de salud sin mi consentimiento. Necesito que tomen las acciones legales necesarias inmediatamente.

El equipo legal, acostumbrado a los retos que Lena les presentaba, asintió al unísono. Sin perder tiempo, empezaron a discutir las opciones, explorando cada posible ángulo desde el cual podrían atacar el problema. Las opciones eran muchas, pero Lena necesitaba un plan sólido.

Después de dos horas de deliberación, el equipo llegó a una conclusión: presentar una queja formal ante el comité de ética del hospital, notificar a la junta médica estatal y preparar una demanda por violación de privacidad y negligencia.

Lena, satisfecha con el plan, se despidió de su equipo y se dirigió a su oficina. Mientras se sentaba en su silla, se permitió sentir el agotamiento que esto le estaba causando.

Esa misma noche, no pudo conciliar el sueño. Su mente estaba llena de pensamientos sobre las implicaciones de lo que James había hecho. Sabía que esto no solo afectaba a su madre, sino que también podía tener repercusiones en la empresa y en su propia reputación. Pero no se permitiría ser intimidada. Lillian merecía justicia y Lena haría todo lo posible para asegurarse de que la obtuviera.

Los días siguientes fueron una prueba de resistencia tanto para Lena como para Kara. La vida en el hospital no se detiene, y ambas tenían que equilibrar sus responsabilidades mientras lidiaban con el escándalo que James había desatado. Lena se sumergió en reuniones y planes, mientras que Kara se ocupaba de su propia parte en la investigación interna del hospital. No solo era una cuestión de probar la negligencia de James, sino también de asegurar que no hubiera más brechas de seguridad en el futuro.

La pelinegra recibió una llamada de la doctora mientras estaba en su oficina revisando documentos.

—Lena, tengo buenas noticias. La administración del hospital ha decidido suspender a James mientras se lleva a cabo la investigación. Además, la junta médica estatal ha aceptado revisar el caso— la pelinegra sintió un alivio inmenso al escuchar esas palabras.

—Esas son buenas noticias. Gracias, Kara. Ahora me siento un poco más aliviada.

—No tienes que agradecerme, dije que te ayudaría. Lillian no ha mostrado cambios negativos después de haber escuchado la noticia, pero no quiero precipitarme a decir de que estará bien. La mantendré en observación y te notificaré si sucede algo.

𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora