Capítulo 34 - Ya es oficial

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A pesar de la ausencia de Kara en el hospital por la suspensión, no hubo algún cambio en Lillian, al menos no para mal, al contrario. La doctora se acomodó en su silla, observando a la mayor con una mirada serena pero atenta. Habían recorrido un largo camino desde sus primeros encuentros, con un poco de desconfianza y resistencia al principio, pero ahí estaban como si una madre estuviera visitando a su hija después de tiempo sin verla.

Kara desde que había vuelto al hospital no había pasado por la habitación de la mayor para verla, ya que aun la directora no la había autorizado oficialmente para continuar con las sesiones. Así que solo se centró en varios informes que quedaron pendientes durante su ausencia. La presencia de Lillian la había interrumpido. Cuando la mayor supo que su doctora ya había vuelto a su trabajo, se molestó porque no fue a verla. Pero la doctora le dio las razones del porqué no lo había hecho y la mayor entendió de inmediato.

—¿Cómo te has sentido desde la última sesión, Lillian? — preguntó Kara, su tono calmado y profesional, pero amistoso, cargado de genuino interés.

Lillian, quien solía evitar las preguntas directas, ahora miraba a Kara con más confianza. Su postura, aunque todavía recta y controlada, reflejaba menos rigidez que antes.

—He estado bien, perfectamente bien— respondió Lillian, tras una breve pausa. —¿Cómo estuvieron tus vacaciones? — Kara levantó la mirada por la pregunta.

—La Dra. Arias se acercó para presentarse y me contó que estarías ausente por dos semanas. Ella me cayó mejor que el director anterior. A ese hombre sí que no lo soportaba, espero que Lena haya terminado con él. No es el adecuado para ella.

Kara no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa ante la franqueza de Lillian. Sabía que detrás de esos comentarios, aparentemente casuales, se escondía la preocupación de una madre por su hija. Era un recordatorio de cuánto había cambiado Lillian desde que comenzaron sus sesiones y ahora, era capaz de expresar sus sentimientos, aunque de manera indirecta.

—Las vacaciones fueron... interesantes— Kara hizo una pausa, escogiendo cuidadosamente sus palabras. —Aproveché para reflexionar sobre algunas cosas, pero me alegra estar de vuelta.

Lillian asintió, aceptando la respuesta sin más preguntas. La mayor sabía que esas vacaciones se las merecía mejor que nadie y mostró un grado de respeto por la privacidad de Kara.

—Me alegra saber que la Dra. Arias te hizo sentir cómoda— continuó Kara, cambiando sutilmente de tema. —Es importante que te sientas apoyada por el equipo aquí, especialmente cuando yo no me encuentre presente.

Lillian mantuvo la mirada fija en Kara, evaluando cuidadosamente su siguiente respuesta. Había algo en la forma en que Lillian se expresaba ahora, una deliberación que reflejaba su progreso en ser más abierta y honesta.

—Sí, ella es... eficiente— dijo Lillian finalmente. —Pero no es lo mismo— hubo un leve silencio antes de que continuara. —Con el director anterior, sentía que solo era un número más en la lista. Con ella, me siento como una paciente más, pero contigo... contigo, siento que soy vista como un ser humano.

Kara había trabajado mucho para ganarse la confianza de Lillian y escucharla decir eso era una validación no solo de su método, sino del vínculo que habían formado.

—Gracias por compartir eso, Lillian. Significa mucho para mí que te sientas así— dijo Kara, con una sinceridad que no intentó ocultar. —Sabes que estoy aquí para ayudarte, no solo como tu terapeuta, sino como alguien que realmente se preocupa por tu bienestar.

Lillian asintió, sus ojos revelando gratitud por estar ahí para ella.

—Sabes, Kara, he estado pensando mucho en mi vida antes de estar aquí— continuó Lillian, con un tono más reflexivo. —En cómo solía manejar las cosas... o más bien, cómo no las manejaba. Siempre he sido una persona de control, alguien que no permitía que los sentimientos interfirieran en mis decisiones. Pero ahora, al mirar atrás, me doy cuenta de cuánto daño causé, no solo a los demás, sino a mí misma. Quizás fue por eso por lo que la vida me quitó a mi hijo.

𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora