Victoriano se vistió rápidamente, Inés le sonrió, estaba más ansioso que un niño el primer día de colegio.
- Cálmate, vístete bien.
- Inés, ya sabemos que estás embarazada, ¿qué más tienes que decir, por qué tanto misterio? Inés está impaciente, así que ¡habla, mujer! - dijo Victoriano.
- Tengo que hablar con Alejandro antes de hablar con las chicas, los tres solos. Necesito que mantengas la calma. - Bajaron las escaleras y encontraron a Alejandro.
- Hola mamá, acabo de leer tu mensaje, ¿qué pasa?
- He recibido los resultados de la prueba. Se lo he enviado a Jesse, ella me controlará a partir de ahora. - Tiene un sobre en sus manos. - Me ha enviado una receta para empezar a tomarla mañana por la mañana. Y sí, estoy embarazada.
- Mamá, más hermanos... -se pasa una mano por la cara y el pelo-. - Jesse Piñeda es la mejor, pero te controlará durante...
- Tengo la tensión alta, hace unos días que noto molestias en la nuca, así que tendré que hacer los 15 días de control de tensión, y por eso necesito tu ayuda.
- Mamá, ¿mira? - señala a su padre que mira catatónico a Inés.
- ¿Victoriano? - le coge la mano. - Hola?
- Morenita, vamos a tener un bebé, ¡otro niño! - abraza a Alejandro, que estaba a su lado después de Inés. - ¡Gracias a Dios!
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- Papá, cálmate, voy a tener otro hermano, pero mamá va a necesitar algunos cuidados. - Victoriano se detiene y la mira, que confirma.
- ¿Qué tenemos que hacer? Inés, ¿qué pasa?
- ¿No has oído lo que te he dicho antes? - lo niega. - Bueno, tengo la tensión alta, y yo no tengo la tensión alta, esto es algo nuevo. Voy a tener que controlarme la tensión. Alê me va a ayudar con esto en casa, pero cuando esté en el hospital lo haré con su ayuda. Y el jueves por la mañana me harán una serie de exámenes.
- ¿También tienes la Beta allí, cuál es la cantidad? - preguntó Alejandro.
- ¿Qué cantidad?
- Me hice un análisis de sangre Victoriano, y tiene que mostrar que la BETA HCG está por encima de 86.500 mlU/ml, estoy de 11 semanas.
- Mamá, 86.500 mlU/ml es demasiado para estar de 11 semanas, es.... - frunce el ceño, indicando a su hijo que no diga nada más.
- ¡Los dos me estáis ocultando algo grave! - dice.
- No ocultamos nada, sólo dejamos los datos médicos para más adelante. Tu hijo tiene el tamaño de un higo maduro, papá. - puso la mano en el hombro de su padre.
