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Victoriano oyó la voz de la mujer que buscaba a Inés y no pudo creérselo cuando la vio, aunque estaba de espaldas sabía quién era.

- ¿Qué haces en mi casa? - gritó.

- He venido a ver a mi nuera, sé que está aquí.

- Inés ya no es tu nuera, Vicente murió hace muchos años, ¿qué quieres realmente Bernarda?

- No es asunto tuyo, llama a Inés.

Inés que salió de su habitación y oyó la voz de la mujer que la llamaba, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. No quería verla después de tanto tiempo,  Aunque Inés había cambiado y era más fuerte, aún sentía cierto miedo de ella.  Miedo de ella, porque sabía lo traicionera y vil que era aquella mujer.

- ¿Qué pasa, mamá? - preguntó Alejandro al ver a su madre de pie en el pasillo.

- Está aquí, Bernarda está aquí. Y quiere hablar conmigo.

- No seas así, ven conmigo. - siente la tensión en el cuerpo de su madre.  — Entra en la habitación de Diana y le cepilla el pelo. 

-  Cariño, necesito que te quedes con mi madre, voy abajo a ver unas cosas. Bajo ningún concepto la dejes salir.

- Alejandro, ¿qué pasa? Inés, estás pálida.

- Sólo necesito un poco de tiempo, te amo, sólo un poco de tiempo para entender, Alejandro.
No quiero que vuelvas a estar cerca de mí, ahora no. - dijo Inés, poniéndose la mano en el vientre.

- Está bien mamá, no se va a quedar aquí.

- Me estás asustando, ¿qué pasa?

- Bernarda de Mendoza está abajo hablando con su padre, ¡ha venido a verme!

- ¿Cómo sabía que estabas aquí?

- Voy abajo y luego vuelvo, vosotros quedaos aquí. - Alejandro se fue  dejando a los dos en el dormitorio. Cuando llegó al salón, se topó con  Bernarda. - Buenas tardes, señora, ¿cómo está?

- ¡Hola, muchacho mocoso!

- Alejandro Santos Huerta, mi hijo, ¡no es un mocoso! - dijo Victoriano, acercándose a ella.

- Déjala en paz, papá, está tratando de provocarte.

- Papá, qué bonito, el cabrón tiene padre, a Inés le ha tocado la lotería otra vez la lotería, primero con mi hijo y ahora con Santos. Victoriano, sabes que ella mató a mi hijo, ¿no?

- Cállate, no hables de mi madre. Murió solo, y si no recuerdo mal recuerdas, el policía dijo que estabas en el mismo casino clandestino casino con él la noche que murió Vicente, y si alguien mató por te puedo decir que no fue mi mamá.

- Sal de mi sal de mi casa antes de que pierda el respeto que me queda por ser mujer y mayor.
por ser mujer y mayor y te de una paliza para que nunca des falso testimonio en tu vida.
falso testimonio en esta vida.

- Dile a Inés que tengo que hablar con ella, dile que es por sus intereses, las cartas de
cartas de recomendación de la clínica. Ella lo entenderá. - Sale de la casa y
choca con Julia en la puerta. - ¿Sigues vivo?

- Vivo y muy listo, deja en paz a mi chica, ¡o ya sabes lo que te pasará!

- Haré negocios contigo, reúnete conmigo en el centro de la ciudad mañana a las 3 de la tarde, ¡yo llevaré mi paquete y tú el tuyo!

- Bernarda, no confío en ti, mi paquete está en Boston en el banco, bien custodiado, pero acepto venir a hablar contigo y ver tus trajes. ¿Qué quieres por tu paquete?

¡Enséñame cómo lidiar con esto!📖✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora