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Él miró de lejos la nueva granja de Victoriano Santos, que realmente había venido a quedarse en la ciudad, pero Santos no podía saber que la orden de restricción sólo era válida en su país, éste era otro país y otras leyes. Se acercó y subió al coche, marchándose rápidamente, dejando un rastro de marcas de neumáticos en el suelo.

Al otro lado de la ciudad, Gabriel dejaba a Débora en el hotel, obteniendo la información que necesitaba para iniciar su plan de acabar con Victoriano Santos. Como Débora no quería destruir a Victoriano, quería estar en la cama con él. Gabriel omitió deliberadamente la dirección actual de Victoriano, pues sabía que ella iría tras él y montaría una escena de celos delante de Inés.

Y como Gabriel conocía bien a Inés, dejaría a la mujer hacer su show privado y sólo entonces hablaría con Santos. Lo había planeado todo a la perfección, sólo que no esperaba que su velada terminase con la noticia que estaba a punto de recibir.

- Buenas noches, señor, sé que es tarde, pero me pidió que le enviara la información de la doctora Huerta. - dijo uno de los secuaces de Gabriel.

- ¡Dígalo de una vez! - Dije sin paciencia.

- Así que la doctora Huerta está en la finca del señor Santos. Su hijo se quedó hasta cerca de las 11 de la noche después de que él se fue, ¡pero el Dra. Huerta no se fue!

- ¿Está con el señor Santos? -dijo enfadado.

- Sí, estuvieron en su casa, pero luego se fueron juntos en el coche de él. - hizo una pausa y continuó. - Te estoy enviando las fotos que hice, ¿quieres que me quede aquí?

- No, puedes irte, tu trabajo por hoy ha terminado. - Gabriel se enfadó al abrir las fotos, sobre todo la última, en la que aparecía Inés besando a Victoriano Santos. - Me las va a pagar muy caras, señor Santos.

***

Cassandra dormía plácidamente, pronto comenzaría su rehabilitación. Diana dormia  en su sillón cuando entró una enfermera.

- Disculpe, señora, tengo que cambiar el suero con la medicina de la paciente.

- Muy bien, ¿puede decirme si la cafetería está abierta?

- La cafetería de visitas ya ha cerrado, cierra a medianoche, pero la doctora Huerta dijo que usted era de su familia, así que le permitieron entrar en la cafetería del personal. Si quieres te llevo.

- Qué amable Inés, ¿puedes llevarme entonces?

- Yo te llevo, gracias Cláudia. - dijo Alejandro, entrando en la habitación. - Hola de nuevo, Diana.

- Hola - la enfermera se dio cuenta del ambiente y los dejó. - Tengo hambre, no he cenado bien. Pensaba que no iba a ir al hospital.

- Estaba en casa, pero me llamaron, uno de mis pacientes fue admitido de nuevo.

- ¿Siempre te llaman cuando tus pacientes vuelven al hospital? - salieron de la habitación y caminaban por el pasillo hacia el ascensor.

- No, pero esta está embarazada y tuve que mantenerla en observación.

- ¿Cuál es su especialidad?

- Todavía estoy en formación, aún no tengo especialidad, trabajo en urgencias, sólo elegiré especialidad después de dos años, pero la que más me llama la atención en este momento es psiquiatría de alto riesgo.

- ¿Qué quiere decir de alto riesgo?

- Pacientes con condiciones especiales, por ejemplo la que he venido a ver, tiene un trastorno bipolar grave y está embarazada, en cuyo caso no se le pueden administrar los fármacos para la enfermedad, y su marido tiene que estar constantemente en guardia.

¡Enséñame cómo lidiar con esto!📖✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora