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Amores, vamos a los detalles, esta historia será una mezcla de todo lo que me gusta, kkkk. Pareja Tekila, series (policiales y dramáticas como SVU, CPD, CB) y también lo que me gusta leer. Espero que os guste. Muchas gracias a todos por el cariño que he recibido de vosotros desde siempre, cuando entré en este mundo como «la que juega con las palabras».

«Leer debe ser un acto de amor». Paulo Freire

Inés se dirigió a la sala de espera, respiró hondo y entró. Miró a todos los que estaban allí y, por cómo iban vestidos, aquello era una fiesta de gala.

- La familia de Cassandra Santos. - miró y no podía creer lo que veían sus ojos, se dio la vuelta y caminó hacia ella.

- Victoriano Santos, el padre de Cassandra...- volvió a mirar y asintió como si estuviera mirando a un fantasma. - Inés, ¿eres tú?

- Doctora Huerta, la médica de su hija

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- Doctora Huerta, la médica de su hija...- lo miró sin saber muy bien qué hacer, cuando Malaya la llamó.

- Doctora Huerta, la necesito en urgencias, informaré a la familia de la niña.

- Gracias Rorish, disculpe. - se fue sin mirar atrás.

- Inés... - la llama y nada.

- Señor Santos, su hija ha tenido algunas complicaciones y será llevada a quirófano, el doctor Huerta es nuestro jefe de ortopedia y realizará la operación, su hija está en excelentes manos. Casandra ya está estable, pero sedada y va al preoperatorio, en cuanto tengamos más información alguien vendrá a decírnoslo.

Inés caminó apresuradamente para perder de vista a la familia de Cassandra, especialmente a Victoriano, no podía creer que después de 25 años lo encontrara allí, él frágil por culpa de su hija, respiró hondo caminando por el pasillo, hasta que Salander la tomó del brazo y la condujo al ascensor.

- ¿Dice que el hombre que figura como responsable de su paciente no es el mismo? - dijo tirando de Inés hacia el ascensor.

- No sólo es el mismo hombre, sino que me ha reconocido después de tantos años - dijo ella con el corazón encogido-. - No sé si podré seguir cerca de él después...

- Basta, él no sabe nada, bueno eso es lo que tú crees, pero si está aquí con su hija, y no por ti, recuérdalo, ahora vamos a la operación, la niña tiene serios problemas y tendrás que informar de ellos a la familia.

Inés respiró hondo y se dirigió a la sala de operaciones, la familia Santos se quedó en la sala de espera, Victoriano no sabía qué pensar, había visto a Inés, la mujer que más había amado en su vida, y volvió a sentir el amor que había estado latente cuando la vio entrar en aquella habitación.

- Está viva, cómo puede estarlo, viva y nunca me buscó, y vive en este país, estaba tan cerca de mí, ¿y? - se paseaba de un lado a otro, mirando a su hija en el salón, la joven que recibía el apoyo de Nana. - Necesito hablar con ella, necesito saber por qué me dejó y necesito saber.... - salió de la habitación.

- Uy, cálmese, señor... -dijo Alejandro, chocando con Victoriano.

- Lo siento, chico, no te había visto... -se pasó una mano por el pelo, nervioso, miró sonriente a Alejandro y reconoció su sonrisa. - Tú, ¿sé quién eres?

- Alejandro Huerta, ¡soy residente de este hospital!

- Huerta, Inés... - recibió un puñetazo en el estómago.

- Mi mamá, Inés Huerta. - respondió Alejandro, sonriendo. - Hablando de ella... -señaló por encima del hombro a Victoriano, que se dio la vuelta y miró a Inés, de pie y con cara de asombro.

¡Enséñame cómo lidiar con esto!📖✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora