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La música empezó a sonar mientras Victoriano guiaba a Inés por la pista de baile, sonriéndose el uno al otro

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La música empezó a sonar mientras Victoriano guiaba a Inés por la pista de baile, sonriéndose el uno al otro.

- Me encantó la sorpresa, ¡nuestra canción!

- Sí, gracias por volver, gracias por darme hijos, por convertirte en madre de mis hijas, gracias por casarte conmigo. Te quiero tanto Morenita, nunca he dejado de quererte. Cuando te perdí, perdí un pedazo de mí, mi alma me abandonó, mi corazón sólo volvió a latir cuando nacieron mis hijas y sólo se completó contigo.

- Una vez me dijiste que nacimos para estar juntos y morir "iguales", somos amantes que nacimos para estar juntos, no importa el tiempo ni el espacio, y no tienes que agradecérmelo, te amo y siempre te he amado.

Los dos bailaron y todos miraban con cariño, Alejandro tomó la mano de Diana y la llevó a la pista, Jorge invitó a Ester, y así formaron todas las parejas Carlos se paró al lado de Julia y la miró sonriendo.

- ¿Me concedes este honor? - le tendió la mano, ella asintió y se levantó.

- Está muy contento, ¿verdad? ¡Nunca lo había visto así! - dijo Cassy a su hermana pequeña.

- Sí, mamá apareció en el momento justo, ¡os salvó a papá y a ti!

- ¿Entramos? - preguntó Cassy.

- Vamos, ¿puedo dormir contigo? - Constanza estaba inquieta, como si algo le molestara.

- Por supuesto,

Nada más entrar, Joaquim, uno de los jóvenes que trabajaban en la granja, se dio cuenta de que había alguien en la torre este, una de las antiguas torres de la muralla de la granja. Al joven le pareció extraño, ya que aquella parte estaba en ruinas, todos sabían que no podrían permanecer allí mucho tiempo.

- ¿Adónde va Quim? - preguntó el señor Artemio, cogiendo el brazo del muchacho.

- He visto una figura en la torre vieja, don Victoriano ya nos ha avisado de que no podemos quedarnos allí porque está en ruinas, y como las obras no empezarán hasta dentro de 45 días, voy a decirle al vivo que salga de allí.

- Pero si todos estábamos avisados y cuando don Victoriano reunió a todos, la pena por estar en las ruinas era el despido, no creo que sea alguien de la hacienda.

- Qué hacéis aquí, iros a disfrutar, que esta noche hay fiesta. - dijo Benito acercándose a ellos.

- Joaquim vio a alguien en la vieja torre, ¡y venían de fuera! - dijo Artemio.

- Joaquín, trae a León y a Bracho, vamos a ver quién es el loco.

Cuando los demás llegaron a la torre, León y Bracho eran los guardias de seguridad de la finca, los que llevaban las armas. Cuando llegaron, no encontraron a nadie, pero sospechaban que había alguien de fuera.

¡Enséñame cómo lidiar con esto!📖✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora