9: Pensamientos y sentimientos

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Ódienlo…

Eso parecía decir el silencio…

Suerte malsana ¿Por qué el si?...

Caminar del brazo de ella… delante de todos, presumiéndola… ¿Qué se creía ese rubio cretino? ¿Cómo había obtenido un trofeo así a pesar de todo lo que había hecho?

Era un premio…

Y para el resto una pesadilla…

Por más que se lo preguntaba mil veces viéndose todos a repetir el último curso en Howgarts, sin peligro alguno del regreso de Voldemort… Todos en sus mesas, con muchos alumnos nuevos que ansiaban conocer el colegio… tenían que aparecerse Draco Malfoy, renovado…

Y con esa novia guapa pero de fríos sentimientos, que lo miraba como si lo quisiera atravesar con una daga… y que lo había besado de ese modo tan sugestivo ¿Qué clase de chica era? ¿Por qué lo besaba? ¡Seguro por diversión! Debía decírselo a Malfoy…

Pero éste…

Como nuevo… y del brazo de ella… de esa bellísima chica… delgada, alta, estilizada, de largos cabellos castaños rojizos que le caían hasta las caderas, unos enormes ojos del color del chocolate que brillaban como piedras preciosas… un rostro de ensueño, era en pocas palabras, una muñeca de porcelana…

Y la presentaba como su novia santa…

Su casi prometida…

En la mesa de gryffindor, los chicos aún tenían una cara de sorpresa y de indignación ¿Cómo esa malévola preciosa criatura podía haber quedado en su casa? Aunque de tipejo nada… Draco, lucía mejor que nunca, ni era flaco, ni paliducho… en unos meses, volvía a ser el mismo rubio hermoso de siempre.

Y ella…

Su noviecita… cual frágil gacela, con ese porte altivo, el mismo que Malfoy, que no miraba a nadie más que a el… que lo sostenía con fuerza de la mano, y parecía arrogante… mejor dicho, era tan arrogante…

Alexander solo ponía los ojos en blanco al ver la actitud de su hermana, aunque eso no era solo lo que le molestaba, si no la insistencia de Ginny… hasta estaba pensando en salir con ella para ver como se daban las cosas…

¡No perdía nada!

Ya le habían dicho que sería el numero cien de su lista, lo cual se le hacía muy exagerado… Pero por otro lado ¿Por qué Luna le llamaba tanto la atención? Era… insignificante… No era del todo fea pero ¿Tenía que ser tan excéntrica?  ¿Qué podría tener Luna que a él le pudiera gustar más que Ginny?

Pero era obvio que Luna no se interesaba en él…

Entonces… ¿Para que perder el tiempo?

Chasse, un conocido de Draco que había llegado a estudiar de traslado de Irlanda lo interceptó justo cuando pasaban por la mesa de los gryffindor, sonriendo a ambos, aunque ella permaneció con una seriedad absoluta. Asintió brevemente.

-¡Draco! Me da gusto que hayas decidido terminar el último año… y muy bien acompañado…

-Mark Chasse, te presento a mi novia… Alessa Tugwood…

-¡Guau! Tu novia es… bellísima…

-Lo se – Asintió  Draco - Ahora si nos disculpas, tenemos  que hablar sobre NUESTRO noviazgo – lo enfatizó cuando vio a Hermione almorzar como si nada… sin dirigirle una palabra…

-“Di lo que quieras Draco, pero no me daré por vencida, yo seré el amor de tu vida, solo tengo que tener paciencia para que por fin te des cuenta que yo soy la que te conviene” – Pensaba con su mente velada y su falso amor por el…

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