El Talismán

32: Baile solo para tí

-Yo sí te amo – Le dijo sosteniendo su rostro y ella vio esos ojos grises brillantes y húmedos – pero ya no puedo más con esto…

-¿Qué te pasa?

-Solo quédate aquí unos momentos… y todo habrá pasado – trato de sonreírle – Me sentiré tan celoso cuando sepa que has encontrado al amor de tu vida… porque se que jamás estaré en ti…

-Oye…

Le dio un beso suave y se alejó de ahí corriendo a toda prisa, dejando a Hermione muy desconcertada… Entonces ella había estado bajo la influencia de un hechizo todo el tiempo… algún tipo de hechizo amoroso… pero… Draco se había enamorado de ella… y era seguro que Alessa sabía y por eso habían discutido…

Draco llegó a  donde Alessa estaba y le dio el talismán, ella lo tomó y lo aventó al fuego. No habló con el rubio, fue a buscar a Alex para decirle que había destruido el talismán…

-¿Qué dices?

-Si, Draco tomó el talismán y lo volvió a usar, pero…

-Pero sabes que el talismán que yo tenía en mi habitación es falso…

-¡Lo olvidé!

-El verdadero está destruido… aunque creo que la copia quizás fue influenciada por la magia que emanó del verdadero…

-Entonces…

-¡OH!

-¿Qué pasa?

-¡Ay Dios! ¡Entonces Hermione Granger lo andaba tanteando! Ella ya sabe todo…

-Entonces… ¿Qué hacemos?

-No lo sé…

-¿Se lo decimos a Draco? ¡Se me había olvidado que ya el verdadero se había destruido!

-¿Cómo se te pudo olvidar?

-Debe ser porque Harry ya no se fija mas en mí y eso me tiene triste y deprimida… Al ver a Draco besándose con Hermione no pensé en nada, solo en separarlos…

-Quizás, quizás la copia tuviera un poquito de magia…

-No lo creo… tengo el presentimiento de que Hermione ya sabe todo y aquello fue una farsa…

-Pero no descubrió directamente a Draco

-No…

-Entonces aquí hay algo más…

-¿Tu crees que ella…?

-Podría ser que… esté experimentando cosas… por todo lo que pasó entre ellos…

-¿Amor?

-Esa es una palabra muy fuerte Alessa… no podría asegurarlo – Murmuró Alexander – el amor… es una cosa peligrosa en alguien como Hermione, que se sabe odiada por un sangre pura…  recuerda que ellos solo se enamoraron por la magia malsana… no fue real, nada de eso fue real…

Los hermanos se sentaron juntos, mirando a la nada... Rain y Alex seguían pegados al otro lado del espejo, en verdad que esa aventura había traído muchas consecuencias... malas por cierto, los dos se miraron desconsolados y Alexander la abrazó

-Somos malas personas...

-Nuestra abuela se estará revolcando en su tumba Alexander

-¿Que tenemos que hacer?

-Irnos...

-Si... es lo mejor... ¿Cuando?

-Solo tengo que hacer algo... - Suspiró Alessa. Si una cosa tenía en mente, era Harry... ella no se iría sin antes, robarle algo al chico... quizás sería la primera y única vez que ella tuviera algo bueno en su vida, porque después de eso, no habría nada más...

Y tenía que prepararlo bien...

Una atmósfera distinta... ella tendría que afanarse... Harry recibió una invitación un par de días mas tarde, enviada por Alessa a pocos días para irse sin que nadie lo supiera, finalmente el mal estaba hecho, Draco parecía un fantasma... Hermione ya no sonreía más... la tensión era tan evidente, que hasta Ron sentía la incomodidad...

Luna miraba más allá la espesa cabellera de Alexander... ¿Es que todo se le negaba a ella? ¿Es que sus sonrisas eran tan falsas como su corazón? Quería odiarlo pero... pero el corazón de Luna no alberga odio, solo pena y decepción, finalmente, estaba acostumbrada...

Para ella no había amor, no había nada... se consoló pensando que en algún lugar... algún momento

Harry dudó si acudía o no... Primero le dio mucha rabia ¿Acaso ella pensó que jugaría con sus sentimientos? Era cruel y perversa... era horrible y era mala ¿Pensaba que él era estúpido? ¡JA! Pero luego sus ánimos se bajaron aún más y entonces, las ansias terribles de sentirla cerca, de sentir su aliento y escuchar su corazón

Se maldijo por su debilidad...

Masculló entre dientes y supo que pese a todo, iría sin remedio a verla, a ver que nueva mentira podría echarla, a ver como lo convencía de que ella era buena y que lo urdido en contra de Malfoy, su supuesto novio, solo era una vil treta para burlarse de todos...

Solo iba para decirle sus verdades, decirle que sus perversidades no lo alcanzarían... Al final sonrió amargamente ¡Si, como no! Eso no podría ser... el no podría... no con ese rostro de ángel demoníaco que le taladraba sus sentidos y que lo hacía dudar hasta de su existencia.

Esa tarde encaminó sus pasos al sitio indicado...

La sala de los menesteres sin duda... ¿Que mejor lugar para que ellos dos pudieran hablar sin ser vistos? Harry se dolió de su rodilla, no sabía si era porque necesitaba más pócimas o porque las ansias provocaron que diera un mal paso y sintiera como su pierna le exigía reposo ¡Maldita sea!

Llegó a la altura en donde estaba aquella sala... Ella ya lo esperaba dentro... Cuando Harry entró se percató que había era un salón amplio, con un piano al fondo... el cual tocaba suavemente, mágicamente, melodías dulces y lentas... había una silla apoltronada, única, frente a un pequeño escenario...

Caminó hacia la silla y se sentó, obvio, era un espectáculo para él... y de pronto, la música cambió, una melodía que el conocía, porque en las fiestas disque elegantes de tía petunia ponía música clásica para parecer petulante y fina... y entonces, en medio del escenario apareció ella... con un traje de ballerina clásica... Harry se estremeció al verla toda brillante, de blanco, lucía increíblemente hermosa...

Ella comenzó a danzar...

La música se esparcía por todo el ambiente, ella se ponía en puntas y daba giros perfectos... Aparecieron muchos espectros bailando a su alrededor, vestidos igualmente, como un grupo de bailarines y bailarinas... Era un espectáculo increíble, hermoso y aterrador a la vez...

Ella terminó su actuación, simulando la muerte del cisne... y luego, de un silencio abrumador... se puso de pie y se acercó a Harry, su fino andar de bailarina, lo hizo parecer como si ella caminara entre nubes, como si no tocara el piso con sus pequeños pies... Harry sintió que su corazón se le saldría del pecho, que todo le daba vueltas y que una angustia atacaba su pecho.

-Gracias por venir...

-¿Y esto?

-Una pequeña muestra... de mis talentos - sonrió Alessa y Harry pensó que ella se veía más hermosa que nunca

-Gracias - Masculló tratando de mostrarse indiferente... pero toda ella era intensa, todo le llamaba a su lado, todo le indicaba girar sus pensamientos en torno a ella... absolutamente todo ¿En verdad su lucha era inalcanzable y cansada?

Entonces Alessa se inclinó hacia Harry, y apresó sus labios con ternura... Harry se estremeció al sentir como los labios de Alessa, probaban los suyos, con esa parsimonia, con esa entrega, cerró los ojos y dejo que ella hiciera con su boca lo que quisiera.